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Chaotic

La vida de un idol nunca era fácil. No. Sobre todo cuando eres un adolescente; entre conciertos, filmaciones y entrevistas siente que su vida se pasa en un abrir y cerrar de ojos. Pero nunca nada se comparaba con ser un idol adolescente y novio de Lee Haechan. Oh, no.

El chico está sentado en su cama con una mirada perpetua sobre él, la luz tenue de la habitación haciéndolo verse doblemente aterrador. El que pensaba que Lee Haechan era adorable no tenía idea de quien era Lee Donghyuck.

Esa era la vista que le daba la bienvenida a Jaeno cada vez que hacía algo estúpido: entiéndase como la mayoría del tiempo. El problema era que nunca sabía lo que hacía.

— Bien. ¿Ahora que hice?— Pregunta desde la entrada. A penas siendo capaz de dar algunos pasos dentro de su habitación y cerrar la puerta detrás de él para darse algo de privacidad.

Han pasado algunas semanas desde la última vez que se vieron, y Dios, lo extrañaba tanto.

La ceja del menor se eleva de una forma atractiva mientras le hace una seña para que se siente junto a él. — Oh, no sabes— El tono de su voz pretende ser escalofriante, y vaya que lo logra.

En su mente, Jaeno busca lo más rápido que puede entre los hechos ocurridos recientemente. Es algo que aprendió en los dos años que tiene saliendo con el moreno.

Dos segundos y medio y...

— Ooh.

— Si, ooh— Donghyuck se burla mostrándole una sonrisa de medio lado y algo dentro de Jaeno deja de funcionar correctamente.

Demonios, quiere tanto besarlo. ese chico no tiene idea del daño que le hace a su sistema.

— Hyuck...— Su cabello rojo furioso estaba un poco largo. Jaeno estira su mano con delicadeza hasta enredarse entre sus pequeños rizos. Pero el mayor se aleja.

— ¿Por qué?

¿Que por qué?, bueno, él no tenía una excusa. El asunto ni siquiera era tan grave, lo es para él se reprende mentalmente.

Para alguien como Donghyuck no es fácil lidiar con ese tipo de cosas. Al comienzo les costó poner las cosas a funcionar, nunca coordinaban en ninguna decisión y era tan estúpido porque ninguno podía estar sin el otro.

Son tan diferentes. Mientras que Jaeno es todo calma Donghyuck es caótico hasta el infierno. Pero joder, como se aman.

— Fanservice— Murmura con la voz apagada.

El pelirrojo le obliga a sostenerle la mira, no necesita decírselo, mucho menos tocarlo para que le obedezca, sus ojos son lo suficientemente potentes como para hablar por él. — Como lo nuestro— Puntualiza.

— Hyuck, eres literalmente mi novio desde hace dos años. ¿Cómo podemos ser fanservice?

Donghyuck se ríe, pero su risa no suena ni siquiera la mitad de sincera de lo habitual. Jaeno se culpa.

Jaeno ha estado en un programa de variedades desde hace un tiempo. Las cámaras siguen sus pasos día tras día durante tres semanas, con la finalidad de mostrar "la maravillosa vida de un idol famoso" patrañas.

Pero hacía una semana que el director les había contado que se había encendido sobre su cabeza aquella típica lamparita que suele brillar cuando se tiene una idea. Jaeno no se lo esperaba.

Era el último día de actividades cuando la muchacha se presentó junto a él frente a las cámaras y con una sonrisa bonita exclamó que iba a ser su compañía durante el resto de la filmación. Jaeno estuvo tan sorprendido que por un segundo su sonrisa se congeló, pero al siguiente ya estaba celebrando junto a la fémina como si todo estuviera planeado, demostrando lo bien que lo habían entrenado.

Debían ir a su casa, hablar con su familia y registrarlo todo en una cámara. Aquello hubiera resultado normal, e incluso hasta un poco divertido si en medió de la charla su madre no hubiese dicho "Ella es la chica indicada para ti. Deberías casarte con ella." Pero vamos, ambos tenían dieciocho años, ¿Por qué querrían casarse a esa edad?

Pero él no podía reprocharle nada a la mujer que le dio la vida. Mucho menos decir frente a las cámaras que tenía novio, que Hyuck era su chico.

"Por supuesto que me casaría con ella si me aceptara" En el momento no le pareció un gran inconveniente, pero ahora que pensaba a fondo en ello se daba cuenta que lo había jodido.

La verdad era que Jaeno estaba enojado al escucharle decirlo. A nadie le habría parecido un problema, pero a él si. Porque su madre conocía a Donghyuck, sabía que estaban juntos, que eran una pareja. Y sin embargo dijo aquello a sabiendas que el chico iba a escucharlo.

— Ella nunca me va a querer, ¿No es así?

Y es ahí cuando la máscara que había sostenido durante todo el día se quiebra a sus pies. Porque eso es lo que es el Donghyuck real. Inseguro,  indefenso y lleno de miedos.

Jaeno lo piensa un momento. Le resulta dificil creer que alguien no pueda quererlo, pero su madre lo ha expresado tantas veces que no está seguro. —No lo sé.

— Puedes casarte con ella— Suelta con una mirada confusa puesta sobre el techo de la habitación. Su ceño fruncido. Y el pelinegro puede ver que no hay ni un rastro de diversión en su tono. — Digo, si crees que ella es la indicada puedes hacerlo.

Jaeno atrapa su labio entre los dientes mientras observa al mayor divagar acerca de los pros y los contras que hay en tener una relación con él. Donghyuck es tan impredecible, y por primera vez es dolorosamente consciente de que nada de esa mierda le interesa.

— Hyuck.

Finalmente lo mira. — ¿Si?

— Eres mi novio.

— Vale.

El menor sonríe, joder. — Eres mi novio y poco me importa si mi madre no quiere que estemos juntos, o si hay más desventajas que ventajas en salir contigo— Jaeno no es romántico, no como Hyuck. Pero en ocasiones siente la necesidad de sacar todo de su pecho, y sabe que el moreno necesita oírlo. — No estoy interesado en una chica bonita porque te tengo a ti.

Donghyuck asiente. — Siempre fui algo pasajero para los demás hasta que llegaste tú. — Es su forma de agradecerle por quedarse junto a él.

— ¿Ya me dejas besarte?— Pregunta después de un rato acariciando su mano.

— La próxima vez que te oiga decir que podrías casarte con alguien que no soy yo voy a encargarme de que no seas capaz de besar a nadie más.

Jaeno se ríe divertido hasta que Donghyuck se abalanza hacia sus labios y lo besa con furia.

Caótico e impredecible.