"Tomada la decisión por el joven Sageki este junto con el maestro Jedi Naruto Uzumaki parten rumbo hacia el planeta Devaron con el objetivo de mantener refugio y realizar el entrenamiento."
-Por alguna razón no podemos entrar al hiperespacio.
Los dos hombres se encontraban en la nave espacial que poseía Naruto, una nave vieja, pero con buen motor, según Sageki.
-¿Revisó todo? -pregunto el joven pelinegro al rubio.
-Así es, no se que ocurre con esta chatarra.
Sageki no respondió nada ante eso y se dirigió a la parte trasera de la nave que daba con la pequeña bodega que tenía, subió las escaleras rojas de metal pegada a la pared y reviso las conexiones y circuitos tratando de encontrar algún error. Una vez revisado el joven se dirigió rápidamente hacia la cabina principal.
-¿Encontraste algo? -el rubio miro confuso al joven.
-¿Me permite? -el pelinegro se refería a pilotear.
No era la respuesta que esperaba el rubio. Le cedió el asiento.
Sageki comenzó apretando teclas y girando palancas específicas, luego parpadeo una luz amarilla justo al lado del panel de control indicando que la nave se encontraba lista para entrar al hiperespacio.
-Por favor, tome asiento.
Naruto consternado hizo caso y se sentó en el asiento de copiloto y en un instante se pudo observar como las estrellas del espacio comenzaban a alargarse hasta que finalmente entraron al hiperespacio.
El rubio aprecio como el joven sostenía los cuernos (volante) de la nave, lo hacía con tanta confianza que no pudo evitar preguntar.
-¿Ya lo ha hecho otras veces?
-Es la primera vez que salgo de mi planeta natal.
Naruto lo miro sorprendido por lo dicho, el chico parecía muy experimentado para la situación.
-Piloteas muy bien. -fue lo único que salió de Naruto en ese momento.
-Soy el mejor piloto de Tatooine, no he perdido ninguna de las carreras este año.
Naruto sintió mucha nostalgia ante lo dicho por el joven.
-Mi tía me dijo que mi padre era buen piloto también.
El rubio miro al joven y pudo ver que este también lo miraba, le vinieron muchos sentimientos encontrados, muchos recuerdos.
-Era el mejor. -El rubio sonrió. -Nadie maniobraba mejor que tu padre. -Recordó aquellos años. -en la nave, tu padre vivía al límite.
El chico sonrió emocionado pero tranquilo, imaginando lo grandioso y genial que era su padre.
-De hecho, -Naruto se giró para explicar con más atención. -Sasuke era tan bueno piloteando que muchas veces los cruceros de la republica eran dirigidos por el mismo.
-¡¿Enserio?! -el joven quedo completamente asombrado ante tal declaración.
-Sí.
Una alarma poco ruidosa sonó en ese instante indicando que la nave ya estaba llegando a su destino. Sageki comenzó a prepararse.
-Por cierto, ¿Qué fue lo que arreglaste para que la nave marchara? -pregunto Naruto.
-Las bobinas y los sensores de oxigeno no estaban bien regulados, por eso no podía entrar al hiperespacio.
El rubio solo asintió.
La nave comenzó a moverse bruscamente y Sageki agarró la palanca de neutralización para bajar hasta un mínimo los propulsores.
ESTÁS LEYENDO
Ecos de un silencio
Science FictionSinopsis En un mundo donde la guerra no da intención de acabar, jóvenes de todos los mundo levantan una rebelión contra el imperio, este dominado por la oscuridad, se da origen a la batalla sin fin entre los rebeldes y el imperio. En un planeta a l...