Capítulo 2

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"Tomada la decisión por el joven Sageki este junto con el maestro Jedi Naruto Uzumaki parten rumbo hacia el planeta Devaron con el objetivo de mantener refugio y realizar el entrenamiento."

-Por alguna razón no podemos entrar al hiperespacio.

Los dos hombres se encontraban en la nave espacial que poseía Naruto, una nave vieja, pero con buen motor, según Sageki.

-¿Revisó todo? -pregunto el joven pelinegro al rubio.

-Así es, no se que ocurre con esta chatarra.

Sageki no respondió nada ante eso y se dirigió a la parte trasera de la nave que daba con la pequeña bodega que tenía, subió las escaleras rojas de metal pegada a la pared y reviso las conexiones y circuitos tratando de encontrar algún error. Una vez revisado el joven se dirigió rápidamente hacia la cabina principal.

-¿Encontraste algo? -el rubio miro confuso al joven.

-¿Me permite? -el pelinegro se refería a pilotear.

No era la respuesta que esperaba el rubio. Le cedió el asiento.

Sageki comenzó apretando teclas y girando palancas específicas, luego parpadeo una luz amarilla justo al lado del panel de control indicando que la nave se encontraba lista para entrar al hiperespacio.

-Por favor, tome asiento.

Naruto consternado hizo caso y se sentó en el asiento de copiloto y en un instante se pudo observar como las estrellas del espacio comenzaban a alargarse hasta que finalmente entraron al hiperespacio.

El rubio aprecio como el joven sostenía los cuernos (volante) de la nave, lo hacía con tanta confianza que no pudo evitar preguntar.

-¿Ya lo ha hecho otras veces?

-Es la primera vez que salgo de mi planeta natal.

Naruto lo miro sorprendido por lo dicho, el chico parecía muy experimentado para la situación.

-Piloteas muy bien. -fue lo único que salió de Naruto en ese momento.

-Soy el mejor piloto de Tatooine, no he perdido ninguna de las carreras este año.

Naruto sintió mucha nostalgia ante lo dicho por el joven.

-Mi tía me dijo que mi padre era buen piloto también.

El rubio miro al joven y pudo ver que este también lo miraba, le vinieron muchos sentimientos encontrados, muchos recuerdos.

-Era el mejor. -El rubio sonrió. -Nadie maniobraba mejor que tu padre. -Recordó aquellos años. -en la nave, tu padre vivía al límite.

El chico sonrió emocionado pero tranquilo, imaginando lo grandioso y genial que era su padre.

-De hecho, -Naruto se giró para explicar con más atención. -Sasuke era tan bueno piloteando que muchas veces los cruceros de la republica eran dirigidos por el mismo.

-¡¿Enserio?! -el joven quedo completamente asombrado ante tal declaración.

-Sí.

Una alarma poco ruidosa sonó en ese instante indicando que la nave ya estaba llegando a su destino. Sageki comenzó a prepararse.

-Por cierto, ¿Qué fue lo que arreglaste para que la nave marchara? -pregunto Naruto.

-Las bobinas y los sensores de oxigeno no estaban bien regulados, por eso no podía entrar al hiperespacio.

El rubio solo asintió.

La nave comenzó a moverse bruscamente y Sageki agarró la palanca de neutralización para bajar hasta un mínimo los propulsores.

Ecos de un silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora