"Había transcurrido medio día desde que escaparon del imperio y la situación dentro de la nave era más relajada. Detenidos en las zonas más alejadas de la galaxia en medio del espacio, todos decidían su próximo destino. Sarada junto con la ayuda del de ojos verdes descongelaban a Boruto, quien en un lento proceso volvía a tomar consciencia de sí. Mientras que todos suspiraban de alivio, Sageki se encontraba en un tormento, tras descubrir que su padre estaba vivo y no era nada más y nada menos que el hombre más poderoso de la galaxia, no sabe cómo enfrentar la situación."
Boruto sentía como dos personas estaban muy cerca de él, encima más bien dicho. Apenas podía ver, sin embargo, logró ver a la mujer que con tanta locura amaba. Él, sin contener el impulso, elevó su mano hasta acariciar su mejilla. Y ella correspondió ese acto con un suave beso.
Shikadai levantó a su amigo para que pudiera sentarse, y el rubio al percatarse de su presencia le golpeó el rostro, fueron solo momentos cortos en los que discutieron para luego arreglarse.
Sin embargo, fue otra la presencia que le desconcertaba al joven rubio, era una tranquila pero inquietante presencia. Abrió como pudo los ojos y la luz le cegó, para luego iluminar a la figura que yacía sentada en aquel sillón apegado a la pared de la nave, era un hombre de cabello largo negro. No necesitaba verlo para saber que era él.
Sageki lo miró a los ojos y le sonrió con una penosa sonrisa, aquello fue lo que no aguantó el rubio, quien se sentía indignado con su presencia.
No pasaron segundos para que Boruto agarrara con fuerza de las ropas del herido, quien no parecía tener intenciones de defenderse.
- Yo... - Boruto tiritaba completamente, anonado y enfurecido del momento, de ver al amigo que lo abandonó, que desapareció sin dejar más. - Tú.... Como... ¡¿Cómo te...atreves?!
El rubio lo zamarreaba tanto como podía, sin embargo, se detuvo al ver el estado en el que se encontraba Sageki, herido y machacado, sintió lastima.
Sarada agarró con fuerza al rubio para poder separarlo de su apenas hermano, sin embargo, Boruto seguía muy agarrado de este, quien no lo miraba.
- Todos... -El de cabellos negro elevó la vista para mirar a los ojos del rubio, eran diferentes de los de su maestro. - ¡Todos te estábamos buscando! ¡¡¿Dónde mierda te habías metido?!! ¡Me dejaste con el viejo! ¡Solo! Él... él estaba desesperado buscándote, ¡Por meses enteros!
Aquellos gritos callaron cualquier otra palabra, solo las maquinas permanecían constantes. Sageki bajó la mirada, ya no pensando en la vergüenza, sino en la ira, ira hacia el maestro Uzumaki, quien le había mentido por años diciéndole que su padre estaba muerto, que había sido asesinado. Su padre estaba vivo, más vivo que nunca.
Y Sageki estaba dispuesto a dar su vida con tal de asesinarlo. A su padre.
Lo único que podía sentir hacia ese hombre que hacía llamarse amigo de su padre, era la ira.
Boruto quien lo miraba esperando una respuesta, lo soltó.
Luego de aquello no se volvió a hablar de nada que no tuviera relación son la rebelión. Boruto aconsejó que se escondieran en su planeta natal a lo que la general aceptó y dictó satisfecha.
Pasadas las horas Boruto supo por los labios de su amada que su amigo era nada más y nada menos que el hermano de su enamorada, para él, eso explicaba ciertas cosas. También supo que se había enfrentado a Vader, que, sin embargo, ella ni nadie sabía que era lo que había sucedo, puesto que desde ese incidente él no era el mismo.
Sarada miraba desde el marco de una puerta a su hermano, quien permanecía aislado y alejado de todo y todos. Decidió acercarse.
- Oye. -Sarada se sentó junto a él y le acarició el hombro. - ¿Aun no me quieres contar lo que sucedió? -él negó con la cabeza baja, luego la miró.
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Ecos de un silencio
Bilim KurguSinopsis En un mundo donde la guerra no da intención de acabar, jóvenes de todos los mundo levantan una rebelión contra el imperio, este dominado por la oscuridad, se da origen a la batalla sin fin entre los rebeldes y el imperio. En un planeta a l...