"Meses después de que ocurriera el suceso de la destrucción de la estrella de la muerte la rebelión recibió aplausos y alianzas, tras la victoria, los altos mandos decidirán su próximo movimiento. Por otro lado, Sageki Uchiha y Boruto Uzumaki regresaron a casa meses después de la victoria, volviendo a la realidad de ser un aprendiz y no un rebelde, algo, que dejó con un gusto amargo a los jóvenes."
Era ya tarde, las lunas se habían puesto a igual que sus estrellas, y en la lejanía un fino trazo anaranjado que terminaba en el final del horizonte, un magnífico atardecer.
El joven de cabellera negra miraba al cielo, pensando, si aquella joven estaría bien. Aquella mujer que lideraba cientos de hombres.
Fijó su vista en las lunas, y pensó en sus padres, jamás los conoció pero como los quería, anhelaba escuchar de ellos, de saber cómo fueron, pensó, que quizá como hubiera sido su vida si ellos estuvieran vivos.
Sintió la presencia de alguien a través de la fuerza, era su amigo rubio, no se volteó a mirarlo, sino, esperó.
El rubio se había dirigido hacia su amigo, sabía cómo debía sentirse puesto que él se sentía de la misma manera. Para él ese día quizá fuera el único en el que se sintió parte de algo grande, donde se sentía a lugar.
Comprendía a su amigo.
-Mi padre nos llama.
Sageki sin mirarlo siguió observando las lunas, eran preciosas, cómo Tatooine, sin embargo allí el clima era agradable, al igual que el lugar.
El pelinegro giró su cabeza hasta mirar de reojo a su amigo.
-Vamos.
••••••
El entrenamiento que les había instruido el maestro Uzumaki fue arduo pero no desgarrador, Boruto acompañaba a su amigo mientras le daba ánimos para seguir superándose en la fuerza.
Sageki giró un poco su vista y notó como su maestro lo miraba. No sabía bien que era lo que transmitía pero si sabía que estaba molesto. No era para menos, si él lo decepcionó, en todos los ámbitos posibles.
El muchacho giró su vista rápidamente y se enderezó, se dispuso a caminar junto con su amigo hacia la salida, cuando su maestro lo detuvo.
-Sageki, tú quédate. —aquello causó un sobresalto en el joven nombrado, causando incomodidad y algo de miedo.
Boruto iba a protestar, cuando su padre vio sus intenciones lo calló.
-Boruto, vete.
Aquello dejo una peor sensación, el rubio miró a su amigo y este solo le transmitió con la mirada que se fuera, que estaría bien.
El rubio más joven salió de la sala, dejando a los dos a solas. Sageki vio como su maestro aún permanecía cruzado de piernas en el suelo, lo imitó para quedar a una distancia prudente frente a frente.
Lo miró nervioso, esperando una reprimenda por sus actos.
-¿Estás bien? —fue lo que salió de los labios de su maestro, quien aún permanecía con los ojos cerrados.
-... Sí.
El pelinegro no entendió completamente su pregunta, a lo que solo afirmó.
Naruto abrió sus ojos hasta quedar abiertos y expuestos a mirar completamente al hijo de su mejor amigo.
-¿Porque?
La pregunta descolocó al joven Uchiha, quien lo miraba sin comprender. El pelinegro pensó en su viaje, en lo que sucedió, todo.
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Ecos de un silencio
Science FictionSinopsis En un mundo donde la guerra no da intención de acabar, jóvenes de todos los mundo levantan una rebelión contra el imperio, este dominado por la oscuridad, se da origen a la batalla sin fin entre los rebeldes y el imperio. En un planeta a l...