Capítulo 4

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"Con la inesperada captura de la Princesa de Alderaan la flota de la nave rebelde deberá tomar una decisión respecto a su situación de invasión por parte del imperio, generando de esta manera una disputa entre los comandantes de la flota rebelde. Mientras que por otro lado una pronta llegada causará confusión, una nueva esperanza invadirá el crucero imperial."

Los vellos de la piel en sus brazos se erizaban ante el helado contacto que tenía con la banca de metal en la que yacía la princesa recostada, no dejo de mirar la puerta desde que la dejaron en esa pequeña celda pintada completa de blanco, escuchó pisadas provenientes de afuera y se enderezó, seguido entraron tres soldados con esas características armaduras blancas y en su centro el mismo hombre de negro que la capturó, desde donde ella estaba pudo notar con mucha mas atención la gran estatura del Darth, ella estimó que mediría cerca de los dos metros, notó igualmente su grande figura, de él desprendía una intensa presencia, imposible no notarla. Su sola presencia generaba un gran terror en las personas, sin embargo a la joven princesa solo le causaba indignación, ni una sola pisca de miedo.

Desde esos pocos metros que separaban a la princesa del señor oscuro se notaba esa tensión en la celda, el hombre de la gran capa negra comenzó.

-Dados los acontecimientos causados por tus acciones, -Vader caminó de manera sutil hacia donde la joven yacía sentada. -no podremos continuar hasta encontrar la forma de encontrar de detener esos flujos de Nitrógeno. -se detuvo.

Sarada lo miro de reojo, a pesar de su notable ira hacia el hombre frente a ella, no era capaz de mirarlo de frente. Sentía angustia.

-y qué, ¿quieres que detenga el flujo? -en un medio la joven grito lo desafió.

Vader con su mano izquierda agarró el rostro de la joven por su mandíbula que en un giro brusco obligó a que ella lo mirase a la máscara.

-Quiero los planos de la Estrella de la Muerte.

La joven comenzó a angustiarse ante la petición, no podía moverse y su rostro dolía ante el gran apretón que le proporcionaba el Darth. En ese momento Sarada solo decidió callar.

Vader al entender el silencio de la princesa este la soltó, dejando algo sorprendida a la joven de cabellos negros. Ella observó como el hombre sin moverse de donde estaba estiró su brazo derecho hasta lograr que la punta de los dedos de su mano rozaran el blanco mentón de la joven, ella solo se estremeció ante tal acto.

Entonces la joven princesa volvió a sentir lo que sintió momentos atrás en su nave, estaba ahorcándola.

Sarada colocó sus manos en su cuello con la falsa esperanza de lograr volver a respirar, mientras veía como aquel hombre que la torturaba la veía con su mano en alto.

-No necesito de su silencio, necesito su respuesta.

Vader comenzó a presionar más el cuello de la joven con la fuerza.

-...Jam...- Intentó hablar la princesa, ante eso el Lord oscuro presionó menos el cuello de la chica, aun ahorcándola pero con la suficiente capacidad de que ella pudiera hablar. -¡...Jamás los apoyaré! ¡¡Estoy con el pueblo!!

La imagen que apreciaba aquel Darth era perturbadora, la joven mujer a la que estaba torturando lloraba de la ira, del dolor, y aun así gritaba por el pueblo. Era una imagen muy dolorosa para él, esa niña le recordaba su sufrir.

A su esposa.

En un acto casi inconsciente por parte del Lord, soltó a la joven de cabellos negros dejándola caer nuevamente a la banca de metal en la que ella se encontraba.

Ecos de un silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora