Capítulo 5

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Me despierto por culpa del timbre de la casa. Me levanto con pesadez debido al dolor de cabeza que tengo. Es raro porque yo no he bebido ni una pizca de alcohol y me pregunto como estarán los chicos ya que ellos si han bebido toda la noche. El timbre sigue sonando y me está poniendo de mal humor, bajo las escaleras gritando:

- Es que nadie puede abrir la puerta!?!?

Nadie me contesta. Abro la puerta y ahí están mis amigos con una cara de resaca que me dan ganas de reírme de ellos.

- Hola – saludo y les dejo pasar – como vais con la resaca? - pegunto riéndome de ellos.

- A mi no me hace ninguna gracia – me dice Alain serio.

- Oye, donde estuviste tú anoche? Casi no te he visto.

- Se quedo dormido en una de las habitaciones – dice Sofía riéndose.

- Y que hacías tú en una de las habitaciones? - pregunto burlonamente.

- A ti que te importa – me dice un poco sonrojado y mira a Sofía de reojo, esta se pone roja de inmediato. Sé perfectamente lo que han hecho y no puedo evitar soltar una carcajada que resuena por todo el salón. Hasta el momento, Ian y Zoe no han dicho ni una palabra y se puede notar la tensión entre ellos.

- Bueno y que tenéis pensado hacer hoy? - pregunto cambiando de tema.

- No tenemos pensado hacer nada – dice Sofía – por eso hemos venido, para hacer algo todos juntos.

Cuando voy a decir algo, aparece por la puerta del jardín un Lucas en bañador y con una toalla secándose el pelo. Él también tiene tatuajes; tiene el brazo izquierdo tatuado casi por completo, cerca del hombro izquierdo tiene dos pequeños, en el brazo derecho solo tiene el antebrazo tatuado y tiene otros dos por el abdomen. Ha estado nadando a estas horas? Si son las nueve de la mañana.

Cuando nos ve, nos saluda.

- Hola, que hacéis aquí? - pregunta sorprendido.

- No tenemos nada que hacer en casa y hemos venido a molestaros – dice Alain en broma y todos reímos menos Zoe.

- Y si pasamos el día en la piscina? - pregunta Zoe por primera vez – digo, si os parece bien.

- Claro, no hay problema – dice Lucas.

En ese momento baja Anne por las escalera y al vernos sonríe de manera cariñosa.

- Hola chicos, no sabía que estabais todos aquí.

Los chicos la saludan con una sonrisa.

- Si, vamos a pasar la tarde en la piscina – dice Lucas.

- Me parece genial. Por cierto, esta noche me marcho – dice Anne un poco triste – donde está Max? - pregunta curiosa.

- Debe estar durmiendo, anoche salimos de fiesta y no regresó muy bien que digamos – digo entre risas. Anne se ríe también y dice:

- Habéis desayunado, chicos?

- La verdad es que no – decimos todos.

- Bueno, pues prepararé el desayuno para todos – dice con una sonrisa – Ever, puedes ir a despertar a Max, cielo?

- Claro, ahora vuelvo – digo y me levanto del sofá. Siento la mirada de Lucas mientras subo las escaleras. Llego a la habitación de Max, toco la puerta y nadie me responde. Sin esperar más abro la puerta y veo a Max en el mismo sitio que lo deje anoche. Estará muerto?, pienso.

Su habitación es bastante grande, como todas en realidad. La cama está enfrente de la puerta de la habitación, en el lado izquierdo hay dos puertas que supongo son el baño y el vestidor. Tiene un gran ventanal en el lado derecho, tiene un gran escritorio y también una estantería con trofeos y unos cuantos libros.

Me acerco y trato de despertarlo, pero él solo gruñe.

- Max, despierta – digo mientras lo muevo un poco.

- Mmm? - dice, pero no se mueve.

Yo perdiendo la poca paciencia que dios me ha dado, le grito:

- MAX, DESPIERTA!!!

Este al oír mi grito se levanta de un salto.

- Se puede saber que haces? No ves que me duele la cabeza por la resaca.

- Ya lo sé, pero me hace gracia tu cara. Tu madre está haciendo el desayuno y me ha dicho que venga a despertarte – digo y camino hasta la puerta para salir.

- Enseguida bajo.

Bajo las escaleras, entro a la cocina y ayudo a Anne a terminar de hacer el desayuno. Cuando terminamos, nos dirigimos al comedor donde están todos. Anne se sienta en la cabecera de la mesa, yo me siento a su lado. Lucas está sentado enfrente de mi, Ian está al lado de Lucas y Zoe al lado de Ian. Mientras que a mi lado se sienta Max, que acaba de unirse a nosotros, y a su lado Alain y Sofía.

Desayunamos mientras hablamos de cosas sin importancia, al terminar los chicos se van a la sala y nosotras ayudamos a Anne a recoger todo. Cuando acabamos Anne se va a su habitación, nosotras subimos a la mía a ponernos los trajes de baño y cuando bajamos los chicos nos esperan sentados en el sofá. Sofía lleva puesto un bikini verde pistacho y Zoe lleva uno color negro, los cuales son míos. Yo llevo un bikini azul cielo que combina con mis ojos. Los chicos tienen bañadores iguales excepto por el color, Max lleva uno rojo, Ian lleva uno amarillo, Lucas lleva uno negro y Alain lo tiene verde como el de Sofía.

Nos vamos todos al jardín y cada uno se sienta en una tumbona. Lucas, Alain e Ian dejan las cosas sobre la tumbona y se tiran al agua, mientras que Max, las chicas y yo no tumbamos y nos relajamos un rato.

Zoe aún no le ha dicho nada a Ian sobre lo ocurrido en la fiesta, y puedo notar que en estos momentos lo está pasando un poco mal, por eso Sofía y yo intentamos distraerla con cualquier cosa pero parece que no funciona.

- Eh chicas, no venís? - pregunta Ian.

- Quizás dentro de un rato – dice Sofía con una sonrisa.

Max se une a los chicos y los cuatro empiezan a jugar en el agua como si fueran niños de diez años. Cuando están Ian y Alain, Lucas y Max parece que dejan sus problemas a un lado y se divierten los cuatro juntos.

Yo no puedo evitar reírme de lo que hacen.

- Se lo diré dentro de un rato – dice Zoe cabizbaja haciendo que la miremos.

- Es lo mejor – dice Sofía – si le explicas bien lo sucedido no tiene por que enfadarse, es decir, estabas un poco borracha y no te dió tiempo a reaccionar.

- Ya lo sé.

- Bueno, vamos a divertirnos un rato – digo cambiando de tema y poniéndome de pie para tirarme a la piscina. Las chicas me siguen y nos lanzamos al agua, así comenzamos una guerra de agua con los chicos.

Me acerco a Ian y a Lucas que hablan entre risas y les empiezo a lanzar agua a los dos, ellos hacen lo mismo conmigo. Siento unas manos en mi cintura y me estremezco, me giro para encontrarme con Max el cual me hunde la cabeza en el agua de forma divertida. Salgo de debajo del agua y empiezo una guerra de agua con Max. Lucas nos mira un poco serio y eso me parece un poco extraño, pero decido ignorarlo.

Sofía y Alain están en una esquina de la piscina besándose y Zoe se ha sentado en la orilla de la piscina mirando nuestra guerra de agua.

El tiempo pasa y Zoe se acerca a mi un poco nerviosa.

- Tía, me dejas tu habitación para hablar con Ian?

- Claro, sin problema – digo y Zoe se sale de la piscina.

- Ian – lo llama – necesito hablar contigo.

Ian la mira frunciendo el ceño pero sale de la piscina también, camina hasta Zoe y los dos desaparecen por la puerta.

"Espero que salga todo bien", pienso.

Un Verano DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora