Al día siguiente, despierto con dolor de cabeza. Me levanto de la cama y voy al baño a hacer mis necesidades y a darme una larga ducha. Salgo media hora después envuelta en una toalla, me pongo la ropa interior, un short rosa claro y una blusa blanca con las mangas hasta los codos. El pelo me lo dejo mojado. Zoe aún está dormida por lo que salgo de la habitación sin hacer ruido.
En la cocina no hay nadie, todos siguen durmiendo. Empiezo a prepararme algo para desayunar. Cojo mis cereales favoritos de la despensa, me sirvo un tazón de leche y echo los cereales. Cuando empiezo a comer, oigo el ruido de una puerta y aparece Lucas en la cocina.
- Buenos días – dice un poco incomodo. Yo ya me he puesto nerviosa. Mi corazón late muy rápido.
- Buenos días - le respondo de vuelta y él empieza a prepararse el desayuno. Pasan los minutos y la cocina está en un silencio incómodo. Es Lucas quien rompe ese silencio cuando se sienta enfrente de mi con su desayuno.
- Hablarás conmigo de una vez?
- No – digo esquivando su mirada. No quiero hablar en estos momentos.
- Vamos, Ever. Sabes que tenemos que hablar de lo que pasó.
- Lucas, ahora no quiero.
- Te molestó que te besara? No te gustó? Hice algo mal? - empieza a decir rápidamente y mi cabeza no puede con tantas preguntas.
- No, no es eso. Es que... - empiezo a decir pero me callo. No puedo decirle que me fui porque no sabía que hacer y porque hace mucho que no beso a un chico. Pensará que soy idiota. Juego con mis dedos un poco nerviosa. No sé que decirle.
- Entonces qué es? - vuelve a insistir y yo me llevo las manos a la cara. Lucas se levanta de su lugar, se acerca a mí y me quita las manos de la cara. Nos quedamos en silencio unos minutos – Me gustas, Ever. Me gustas mucho – dice de repente y mi estomago de un vuelco. Lucas me acaba de decir que le gusto. Siento un extraño cosquilleo en el estómago, como si muchas mariposas revolotearan en él sin control. Tengo que admitir yo estoy empezando a sentir algo por él.
- Siento haberte besado, de verdad.
- No tienes que disculparte. Me gustó el beso – admito. Respiro hondo y suelto – es solo que hace mucho que no beso nin estoy con nadie y me puse nerviosa, por eso me fui corriendo – termino de decir con una sonrisa tímida. Lucas también sonríe, suspira y dice:
- Pensé que había hecho algo mal. Me asustaste.
- Lo siento. Y también siento que Max y tú os pelearais por mi culpa.Lucas niega con la cabeza y se acerca a mí. Me acaricia la mejilla suavemente y cuando está a punto de besarme, entra Max por la puerta de la cocina en boxers y frotándose los ojos. Lucas y yo nos separamos de inmediato, Max nos mira con molestia y luego se va por donde vino. "Eso fue muy raro", pienso.
- A él también le gusta – dice Lucas entre dientes.
- No es verdad.
- Claro que si, Ever. Está muy claro. Todos nos hemos dado cuenta, menos tú.Ignoro el comentario de Lucas, termino de desayunar y vuelvo a mi habitación para hacer mis maletas, ya que hoy volvemos a casa. Zoe sigue durmiendo, por lo que hago el menor ruído posible. Al terminar, salgo de la habitación y voy al salón, donde están todos, menos Zoe, claro. Ian y Lucas hablan en uno de los sofás, Max está en un sillón jugando con su móvil y Sofía y Alain en el otro sofá riéndose. Camino hasta Sofía y Alain, me siento a su lado. Max y Lucas me miran pero esquivo su mirada. Esto es más incómodo que antes, ahora tengo su mirada siempre en mí y es un poco agotador.
- Qué hacemos hoy? - pregunta Sofía, pero nadie contesta. Alain e Ian se miran sin saber qué hacer o decir. Hay un ambiente tenso en el salón y todo es por la pelea de Lucas y Max, que me incluye a mi también.
- Ever, vamos a despertar a Zoe, ya que nadie quiere hablar.
Sofía tira de mi mano y me arrastra a la habitación. Miro a Lucas y este me devuelve la mirada con una dulce sonrisa, pero luego mira a Max y su sonrisa se borra. Siento que esta situación es por mi culpa, no debí permitir que se pelearan en la fiesta.
- Tía, hay mucha tensión entre Lucas y Max.
- Enserio? No me había dado cuenta - digo sarcásticamente y Sofi me fulmina con la mirada – lo siento, pero es que esto es por mi culpa.
- Tu culpa por qué?
- Porque debí evitar que se pelearan.
- No fue tu culpa, Ever. Ellos ya tenían problemas antes.
- Ya lo sé, pero esta vez se pelearon por mi culpa. Lucas golpeó a Max cuando intentó apartarme de él. Fue mi culpa, Sofi.
- No, no lo fue. Max no debió meterse, el asunto era entre Lucas y tú.
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Un Verano Diferente
RomansaEver Valdés es una chica de 20 años que lo tiene todo pero a la vez no tiene nada. Sus padres murieron hace 4 años en un accidente de coche dejándole su fortuna. Aunque ahora vive con la mejor amiga de su madre, Anne, aún sigue sufriendo por la perd...