Después de charlar un rato con Ian, decido ir al departamento de las chicas. Salgo de casa y me encamino a casa de los chicos que no está muy lejos. Por si no lo sabéis, tengo coche, pero prefiero ir caminando. Diez minutos después llego a su edificio. Entro, me dirijo al ascensor y pulso el botón del cuarto piso. El edificio es muy grande, tiene 6 pisos y la gente que vive aquí tiene dinero. Salgo del ascensor, camino por el pasillo y toco al timbre. Unos segundos después me abre la puerta Alain.
- Hola - saluda y me abraza. Entro en el departamento.
- Hola. Donde están las chicas?
- Han ido al supermercado, enseguida vuelven.
- Por cierto, como está Zoe?
- Pues ha estado toda la mañana tirada en la cama comiendo helado. Con eso te lo digo todo. - Ian la va a dejar, me lo ha dicho hace un rato. Pero no le digas nada a Zoe, tiene que decírselo él.
- Sabía que esta vez no la perdonaría, es normal que no lo haga - dice y se encoje de hombro - pero tranquila, no pienso decir nada. Y a qué se debe tu maravillosa visita? - dice entre risas.
- Venía a ver como estaba Zoe y a invitaros a pasar el fin de semana en la playa - digo sonriendo - os apetece?
- A la casa de la playa de tus padres? Bueno ahora tuya - me pregunta y yo asiento con un nudo en la garganta. Siempre que alguien habla de mis padres no puedo evitar soltar alguna lágrima y en este momento no quiero hacerlo. - a mi sí y a las chicas también, estoy seguro.
Alain y yo charlamos un rato más hasta que llegan las chicas cargadas de bolsas de la compra. Me levanto del sofá para ayudarlas.
- Tía, que haces aquí? - pregunta Sofía.
- Yo también me alegro de veros eh - digo con falsa molestia.
- Bueno sí, eso también - dice Zoe.
- Menudas amigas me han tocado. Bueno, venía a preguntaros si os apetece pasar el fin de semana en la playa. Alain me ha dicho que sí.
- A nosotras también nos apetece.
- Genial, pues ahora tengo que comentárselo a los demás.
- Espera, Ian también va? - pregunta Zoe.
- Por supuesto, iremos todos.
- Otra cosa, te ha dicho si piensa perdonarme? - dice y yo me quedo callada sin saber que decir - eso es que no, verdad?
- Emm, yo..., no lo sé.
- Si lo sabes, Ever - dice y se queda callada unos segundos - sabes qué, me da igual si me perdona o no. Creo que necesitamos darnos un tiempo - dice y yo estoy muy de acuerdo con ella. Creo que es lo mejor para los dos.
Paso el día con los chicos, para comer pedimos una pizza y después hacemos un maratón de películas comiendo helado hasta que es hora de irme. Zoe se ha ido hace una hora a hablar con Ian, después de que este la llamara y acaba de llegar de vuelta.
Son las siete de la tarde y yo debo volver a casa para hablar con los demás. Salgo del edificio de los chicos y camino por la acera de vuelta a casa.
Cuando llego, abro la puerta de entrada y veo a Max tirado en el sofá jugando a la play. Este es mi momento para sacarle información sobre la pelea de ayer. Me siento a su lado, pero este está muy concentrado en el videojuego.
- Max - lo llamo. Esta vez me hace caso - por qué os peleasteis ayer Lucas y tú?
Max me mira sorprendido y luego bufa. Se queda callado un momento pero después dice:
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Un Verano Diferente
RomanceEver Valdés es una chica de 20 años que lo tiene todo pero a la vez no tiene nada. Sus padres murieron hace 4 años en un accidente de coche dejándole su fortuna. Aunque ahora vive con la mejor amiga de su madre, Anne, aún sigue sufriendo por la perd...