Capitulo V Mi destino...(parte 2)

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Pov Kagome

Mis puños ardían con intensidad de tanto de golpear la puerta, necesitaba saber como estaba mi hermana y los chicos que Bankotsu me prometió que los dejaría en paz, retrocedí un par de pasos hacia atrás sobándome las manos que estaban hinchadas y enrojecidas por los golpes en la madera de roble, suspire con resignación encaminándome hacia mi cama, ya no podía hacer nada mas que eso, lo único que me quedaba era esperar, aun no puedo creer lo que me pidió ese hombre, -un hijo...-pensé con cierta ternura, imaginarme un niño corriendo por el palacio llenando con risas y alegría mi hogar, no sonaba una mala idea, pero no quiero que él sea su padre, ese hombre, yo no lo quiero..., no me lo imagino...como un buen padre, preocupado y responsable..., pero se que hay algo mas de que solo sea "conservar su dinastía", y además...aquel beso en mi mano, mas que una sensación de pertenencia era como si...¿pero que estoy diciendo? Ese tipo es un asecino, me pidió algo que quizás no pueda hacer nunca "un hijo varón" , no era mentira lo que le dije, siempre hemos gobernado mujeres, mientras sus reyes, han sido meras estrategias políticas, en una sociedad imperialista de hombres

Lo que daría porque las cosas fueran diferentes, Rin creciendo como una joven princesa, teniendo muchos pretendientes a su puerta, en tanto ella escogería solo el que ella decida, mientras que yo...casada con él hombre que alguna vez ame, y mis padres felices gobernando el imperio, por qué..., me tuvieron que dejar antes de tiempo ¿será que era mi destino caer en manos de un asecino? ¿quizás mi destino es no ser feliz?

Un bebe, si ve lo hubieran dicho hace un par de años atrás, no me hubiera negado, estaba perdidamente enamorada de mi prometido, hasta que me abandono a la primera oportunidad que se le presento, no sabiendo nada mas de él, ni si quiera se si aun vive o si es feliz, o lo desgracio la vida, pero a pesar de todo no puedo juzgarlo, puedo incluso entenderlo, casarse sin amor, debe ser una condena terrible que ahora mismo estoy viviendo en carne y hueso, escucho como giran la cerradura de la puerta de mi habitación, me puse de pie rápidamente para retroceder quedando al otro costado de la cama, con el fin de utilizarla como barricada, fue en ese momento que ingresa ese tal Jakotsu, algo efusivamente a mis aposentos

-hola futura cuñada-dijo con naturalidad, como si me tratase de alguien que ya conocía, y puede ser..., siento que lo he visto en alguna parte o que haya compartido incluso en algún momento de mi vida con ellos dos, pero al retroceder en mi mente, es un vacío, una hoja en blanco o tal vez, es el hecho que estoy buscando algo para hacerme sentir mejor a mi misma

-¿donde esta mi hermana?-pregunte algo desafiante, dando ligeros pasos hacia atrás

-ella y los demás se encuentran bien -contesto con tranquilidad, no parecía amenazante ahora, es de verdad muy extraño- pronto traerán a tu hermana acá y por favor no intenten nada estúpido ¿de acuerdo? Odio la persecución cuando se trata de alguien a quien no debo asecinar- trague profundamente, me quedo muy clara la advertencia y continuo-ten-me arrojo sobre la cama un nuevo vestido, se veía bastante exuberante, es decir..., no se veía como un arrapo, todo lo contrario, era muy bello y lujoso, con cristales incrustados y bordados de oro-mi hermano quiere que lo utilices esta noche

-¿Qué?-me pregunte algo espantada

-¿Qué te estas imaginando?-pregunto arqueando una ceja

-yo...

-es para que te presentes ante el consejo y le cumplas con tu palabra de hacerlo rey-respondió cruzándose de brazos para marcharse

-espera!-se detuvo en el lumbral de la puerta

-¿Qué quieres?

-gracias...-susurre

-debiera decir que no viene al caso, pero...como esto es diferente, dáselas a mi hermano futura cuñada-contesto guiñándome el ojo para salir de la habitación

Presa del destino... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora