Capitulo XVII Cuarto acercamiento...siempre juntos(parte 1)

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"...Una puerta...solo una puerta te permitiré que entres a mi corazón...cuando estés dentro de él..., aquella única salida la cerrare para que quedes conmigo siempre..."


-si, te necesito...-dijo Kagome acariciando la mejilla del joven guerrero quien lucia estático frente a la decisión de su esposa, la contemplaba, y a la vez se sentía distante, ella quería recordar a toda costa, pero mas que eso, ¿Qué vendría después de que lo recordara completamente? La azabache, sabría aquel pasado que se le fue negado hasta por él mismo, que es muy distinto a lo que es ahora, aquella frialdad y determinación, ese instinto asecino, ¿ella lo podrá amar? o ¿estaría ligada por siempre a aquel pasado que nunca regresara?

-descansa- respondió fríamente con una mirada gélida, separándose de la misma forma, dirigiéndose a la sala de baño ignorándola completamente, cubriendo su mirada azulada con los flequillos oscuros de su cabello

-¿eso es todo?!-le reclamo siguiéndolo a la otra sala de manera exigente y molesta, era la primera vez que abría su corazón y era rechazada de esa forma -¿a que estas jugando Bankotsu?-deteniéndolo

-¿de que hablas? -contesto volteando con el ceño fruncido

-es la primera vez que te digo lo que siento ¿y así actúas? Eres un idiota! -empuño sus manos furiosa y con el rostro sonrojado por la rabia

-ah...eso-dijo sin importancia desviando la mirada casi irónico-no quiero que vivas en el pasado

-¿Cómo?

-ya lo dije, si quieres puedes ir a dormir a la habitación de tu hermana, no te molestare si eso piensas-respondió dándole la espalda, comenzando a desvestirse para asearse, haciendo inundar las pupilas de la azabache cruzándose de brazos retirándose del lugar murmurando mil groserías entre dientes, mientras que le moreno sonreía de lado-¿Qué? ¿acaso querías dormir a mi lado?

-idiota! -se escucho en tanto la joven abría la puerta de la habitación, deteniéndose abruptamente en el lumbral cerrando la puerta con fuerza

-se fue..., que niña tan testaruda-pensó mirando hacia la puerta de la sala de baño cerrada, para lanzar un suspiro terminándose de quitarse sus atuendos ensangrentados tras el rescate de Kagome en el Este, aun le dolía la herida en su hombro, era una cortada profunda, pero sabia como lidiar con ese tipo de cosas, siempre era así, introduciéndose en las cálidas aguas todo su cuerpo, comenzando su baño, cerrando sus ojos para serenarse un poco


...-volveré lo prometo...


-volví...-pensó-pero a la vez todo es mas distante...-tenia baja la guardia, volviéndose a relajar en las aguas, sin escuchar que la puerta se abría sigilosamente acercándose lentamente a él-aun no entiende que todo lo hice por ella...-dijo sin pensar, cuando una mano cálida se posa sobre su piel, y una voz femenina hace abrir sus ojos enormemente

-entonces ayúdame a entenderte...-sus ojos se ampliaron de la impresión al voltear, Kagome estaba detrás de él desnuda con el cabello tomado introducida en la enorme tina

-¿quieres jugar con fuego acaso?-le pregunto con una sonrisa de lado frente a ella, a pesar de toda la situación, ella conservaba su pudor y aunque el agua cubría hasta la altura de su busto, aun los tapaba con sus brazos disimuladamente, no hubo mayor respuesta, solo se limitaron a mirarse mas de lo habían imaginado-será mejor que me vaya-siguió decepcionado con disimulo alejándose de la azabache, y a la vez haciendo que Kagome se sintiera entorpecida de sus actos

-esa cicatriz...-susurro deteniéndolo al mostrarse parte del torso del joven guerrero en total exposición frente a ella, había logrado identificar entre todas aquellas heridas de batalla una muy particular

-¿Qué?-se pregunto Bankotsu en tanto ella se acercaba con cautela e hipnotizada alcanzando aquel relieve en su piel con la yema de sus dedos cerrando sus ojos recordando un momento que nunca debió olvidar


....-Huyamos...-le propuso el guerrero decidido tomando sus hombros con la misma tenacidad de sus palabras

-yo...soy una...

-olvídalo! Por una vez en tu vida, olvida lo que eres, se que eres una princesa y asumirás el trono apenas tu padre se vaya al otro mundo-cuestión fríamente-pero ¿Qué hay de ti? ¿de nosotros? ¿te casaras sin amor? ¿pasaras las noches con él sin amor? ¿tendrás hijos con el sin amor? Dime!

-no!-de dijo alzando la voz-no..., no lo soportaría..., yo te quiero a ti, no me importa que tu seas un guerrero destinado a cuidarme las espaldas, yo te quiero a ti!-le grito sin pensar, escuchando ambos como se removía la pequeña Rin un poco mas allá durmiendo envuelta en unas mantas dentro de la cabaña

-¿entonces que? ¿creo que hasta tu pequeña hermana sabe lo que sentimos uno del otro? Por eso esta con nosotros en estos momentos y no ha dicho ni una palabra a tus padres

-lo se..., pero en realidad no se que hacer..., te amo demasiado como para perderte y no quiero estar con otro hombre, que no seas tu...-contesto abrazándolo -quiero estar a tu lado para siempre...

-¿estas segura?

-si...-contesto mirándolo con una sonrisa en sus labios, tomando impulso con la punta de sus pies dándole un beso que lentamente se fue tornando cada vez mas apasionado, decayendo sobre la humilde cama perteneciente al guerrero dejándose llevar por el amor y el deseo

-¿eres mía para siempre?...

-si Bankotsu, tuya por siempre...

Después todo se volvió oscuro, para resplandecer en una nueva imagen, corriendo hacia el interior del bosque, sus latidos eran fuertemente escuchados por sus propios oídos, eso no le impidió para llegar a su destino, encontrándose al final de su travesía la cabaña, envuelta en llamas totlamente destruida por el fuego, su corazón se rompió y sintió partir su alma y solo un grito se dejo escuchar-Bankotsu!...


Las lagrimas de Kagome estallaron, no sincronizaba aun el por que de la cicatriz y lo que había visto, pero aquella imagen le era mas que suficiente para entender las cosas

-yo...te amaba...-susurro sorprendida mirándolo casi en shock, ahora todo para ella tenia sentido, la calidez de sus caricias, la entrega y las dudas se esfumaban, tal vez su mente lo había olvidado pero aquella primera vez que se entregaron dejaron marcas en su piel difíciles de arrancar que bastarían mas de una vida para querer borrarlas -¿Por qué no me lo dijiste?

-¿me hubieras creído?-pregunto seriamente negándole la cabeza-eso pensé...-dijo decepcionado para retirarse de la tina dejándola completamente sola el la sala de baño sin mayor habla

-Ban...-lo llamo, envuelta con una bata haciéndolo detener

-¿Qué quieres? -pregunto dándole la espalda

-¿aun me amas?-le interrogo con su corazón latiendo frenéticamente

-lo que importa es tu opinión no la mía-musito retirándose

-te amo!-soltó sin pensar -te amaba y te amo...-termino de decir con lagrimas en los ojos presionando fuertemente la bata con sus manos y su rostro teñido de rubor, cuando siente la áspera pero a la vez cálida mano de Bankotsu recorriendo su mejilla

-no cambiare Kagome, nunca cambiare

-no te lo he pedido Ban...


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holaaa espero que les guste esta primera parte del capitulo, muchas gracias por su bellos comentarios a la historia, besos enormes!!! perdon las faltas de ortografia, se que me han pedido  "algo de lo coqueto" jajajajjaja y si estoy trabajando en ello, tratare de no decepcionar abrazos!!!


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