02.

1.4K 168 34
                                    

En pleno siglo XXI, la monarquía carecía de un gran poder en su país, pues se trataba de una monarquía parlamentaria. Los reyes única y exclusivamente se dedicaban a representarlo ante otras cortes, como jefes del Estado, y mantenían reuniones del gobierno, al igual que se juraban y/o prometían cargos políticos en su presencia. Por esa misma razón el joven sucesor a la corona seguía sin entender porque tenía que estar presente en esa reunión, si bien las palabras de su padre habían sido claras: "Debes estar presente por ser el príncipe y mi sucesor, para que todos vean lo implicado que estás con los asuntos importantes de tu país."

Desde luego que su padre hablaba hacia él como todo un monarca, pero eso no era excusa ni razón para tenerle sentado a su derecha en aquella sala de reuniones.

– ¿Qué es lo que piensa usted, mo phrionsa?

Niall parpadeó en dirección al hombre que había requerido su palabra. A juzgar por su apariencia y acento, podía jurar que no era irlandés, ni mucho menos británico. Tenía ciertos rasgos hispanos, tez morena, ojos oscuros y un acento muy español. Sí, probablemente se trataba de algún ministro español, pues al monarca de dicho país lo conocía a la perfección.

– No estoy completamente al tanto de la información dada en la cumbre Americana, dado que yo no estuve allí, pero he de decir que estoy bastante de acuerdo con sus palabras y con su propia opinión personal.

Con la genuina sonrisa del hombre y el asentimiento del monarca dedujo que había dado una muy buena contestación. Si algo había aprendido desde muy pequeño era a expresarse con las palabras adecuadas para así poder encandilar a cualquiera. También era consciente del gran poder de su encanto, el cual había podido comprobar con el actual presidente del gobierno de su país, quien se disponía a hablar en ese momento.

Trató de prestar más atención a la reunión, por si acaso volvían a precisar de su opinión, pero no fue requerida en ningún momento de nuevo.

Tras dos horas más de ardua disputa y un pequeño tentempié cortesía de los monarcas, la reunión dio por finalizada.

Niall exhaló un suspiro cuando se tumbó sobre la cómoda cama de su solitaria habitación, aun vistiendo su precioso traje de Luis Vuitton.

– ¿Necesita algo, mo phrionsa? –la genuina sonrisa que iluminaba el rostro del moreno fue contagiada al otro joven.

– Sí.

Zayn alzó una ceja mientras caminaba lentamente hacia la cama.

– ¿Qué necesitas? –reformuló sin dejar de mirarle a los ojos, ya parado junto a la cama.

– Un besito –murmuró con voz infantil, frunciendo los labios segundos después.

El moreno soltó una risilla mientras se inclinaba sobre el príncipe, pero sin rozar sus labios aún, solo admirando la belleza que poseía el chico.

Le do thoil grá –susurró el príncipe.

Y cómo iba a resistirse el moreno si se lo suplicaba de esa manera.









¿Alguien quiere dedicación?

mo phrionsa »ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora