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Dedicado a @Rikitaki


El joven príncipe puso la mejor cara de incertidumbre que pudo, acompañado de un ligero encogimiento de hombros, tratando de dar a demostrar que no sabía en absoluto que era aquello de lo que hablaba su padre.

– ¿Pasa algo, Bobby? –preguntó con tono inquisitivo la reina.

El monarca dirigió su penetrante mirada hacia su hijo, alzando una ceja justo cuando sus ojos chocaron como gesto característico para que él empezara a hablar.

– No me mire así, padre.

– Vaya, ahora es padre. Te acabas de delatar solo, hijo.

Niall se atragantó con su propia saliva y decidió que ese momento era el idóneo para dar un sorbo, un enorme y sonoro sorbo, a su copa de agua.

– No ha pasado nada, papá, no tengo nada que contar.

La sonrisa de suficiencia y arrogancia que estaba empezando a esbozar el rey no le gustaba en lo absoluto.

– Anoche en la fiesta...

– tá litir phráinneach tar éis teacht duit, mo rí –pronunció con su ligero acento británico Zayn mientras entraba en el salón, sin haber llamado previamente a la puerta. (le ha llegado una carta urgente, mi rey)

El monarca le dedico una mirada al joven recién llegado para luego dirigirla a su hijo con un significativo gesto en su cara que delataba que conocía parte de la historia que se escondía entre los dos jóvenes.

– Go raibh maith agat, Zayn –murmuró el hombre y prosiguió hablando–. Fan le linn, bhíomar ag caint faoi rud suimiúil.  (gracias, Zayn  //  Quédate con nosotros, estamos hablando de algo interesante)

Niall tragó saliva y rezó todas las oraciones que conocía para que el moreno dijera que tenía cosas que hacer o asuntos que resolver y no se quedara allí, pues presentía que la conversación iba a tornarse mucho más incómoda de lo que ya era de por sí.

– Ar ndóigh, mo rí. (claro, mi rey)

El monarca soltó una risa mientras negaba con la cabeza. El joven príncipe tenía la absoluta certeza de que estaba disfrutando cual niño de ese momento.

– Muchacho no llames así que te vi nacer y tenemos la confianza suficiente –comentó el hombre, ya ligeramente canoso, con una sonrisa y su gran acento irlandés marcándose aún más de lo normal.

Zayn asintió con una sonrisa pero no pronunció palabra alguna. Se formó un incómodo silencio en la estancia, que pronto fue cortado por las palabras de padre del príncipe.

– Estábamos hablando de la fiesta de anoche.

Niall palideció aún más de lo que ya era de por sí y los nervios empezaron a consumirle por completo, mientras que el moreno mantenía la compostura como mejor podía.

– ¿Pero qué pasó anoche, querido?

El joven castaño comenzaba a odiar a su madre por tanta curiosidad como albergaba sobre el tema.

– ¿Qué te parece si cuentas tú esa parte, Niall?

El príncipe se atragantó con su saliva por millonésima vez en cuestión de una hora.

– No pasó nada, mamá. Solo bebí demasiado.

La mujer sonrió con comprensión hacia su hijo, pues muy a su pesar, era un joven en plena etapa de experimentar y ya era la suficientemente mayor como para poder beber alcohol a sus anchas.

– Niall, cariño, sabes que no puedes abusar de la bebida y menos en una reunión importante como la de ayer.

El chico de ojos azules asintió con vergüenza fingida hacia su madre. Agradecía que todo el tema de lo pasado la noche anterior se resumiera a su borrachera, pero odiaba enormemente el cinismo que tenía su madre sobre beber. Le decía que estaba mal, que daría mala imagen para cualquier personalidad conocida que acudiese a sus celebraciones o reuniones, siempre le regañaba por lo mismo, pero su padre y todos los invitados podían beber hasta estar completamente ciegos y no distinguir quien era quien en el lugar. Él también debía tener esa norma, él es el príncipe.

– ¿Solo abusaste de la bebida anoche, hijo?

Niall y Zayn se miraron ya sin ningún pudor. Su padre lo sabía, no se había tragado la historieta que el moreno le hubiese contado. Estaban perdidos, solo rezaba a la espera de un castigo no muy severo.

– ¿A quién besaste anoche, Niall? –preguntó de nuevo el monarca.

Y hasta Frank, que estaba en un rincón del salón, se quedó sin aliento.











Loves you, Blue x.

mo phrionsa »ziallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora