ATRAPADA ||PAUSADA||

Quince

Eran las nueve de la mañana cuando Esteban subió para despertar a mamá, los oficiales habían llegado. Se levantó y miró a su alrededor.

-No fue un sueño- se dijo.

Se dirigió hacia el baño dónde lavó su rostro, se miró por un momento. No había tenido una buena noche, la vi moverse de un lado otro por la cama, hacía gestos, algo no estaba bien. Perdió su mirada en la nada y de pronto pasó, frunció el ceño, sus ojos se cruzaron con los míos y entonces por un segundo esa cálida me arropó como una niña desamparada. Rápidamente movió la cabeza y se pasó las manos por los ojos.
¿Me había visto? Esa respuesta no la tengo, y creo que nunca la tendré.

Bajó las escaleras y ahí estaba el oficial.
-Señora Figueroa, soy el oficial Méndez.- dijo mientras le tendía la mano- Me gustaría que contestara algunas preguntas.

Mi madre solo asintió con la cabeza, acto seguido el oficial inició a interrogarla.

-¿Cuándo fue la última vez que vio a su hija?

-Ayer- relató mi madre y sus ojos iniciaron a cristalizarse- fue a su clase de inglés como de costumbre.

-¿Cuál es el horario de la clase?- inició a escribir en un cuadernillo

-De cuatro a seis de la tarde, pero ya eran las ocho y ella no llegaba, así que llamé a su teléfono.

-¿Contestó?- interrogó el oficial mientras miraba a mi madre.

-Sí- dice y su voz se quebra- Me dijo que el profesor de inglés había extendido la clase debido a sus pláticas.

-¿No le pareció sospechoso?

-No. No era la primera vez que pasaba, incluso aveces iba por ella. Pero esta vez, esta vez el maldito auto no funcionaba. Pasó media hora y no llegaba, y al completar una hora desde la llamada decidí llamar de nuevo. Llamé hasta cansarme pero no obtuve ninguna respuesta. Llamé a todas las personas que pude, amigos, familiares, el profesor. Pero nadie me dio razón de ella después de salir de aquella clase.- Finalmente mi madre rompió en llanto y con sus manos cubrió su rostro.

-¿Cómo describiría la relación con su hija?

-Buena...digo, teníamos discusiones algunas veces pero nada fuera de lo común.

-¿Su hija tiene novio? ¿Alguien con quien quisiera fugarse?

-No, Laura no tenía novio, oficial si recurrí a usted es porque a mi hija le ha pasado algo. Ella no es una adolescente cualquiera, ella es una niña buena, y si ella no llegó a casa...- en ese momento mamá se quebró- es porque algo le ha pasado.

-No hay novios- dijo el oficial fríamente y lo anotó en el cuadernillo.- Bien... ¿Su hija tiene vicios?

-¡Le acabo de decir que si ella no está aquí es porque algo le pasó! Si usted está aquí para venir a preguntar estupideces que ya le he dicho es mejor que se largue de mi casa.- Se levantó y señaló la puerta cuando dijo esto último, podía ver el coraje en sus ojos.

-Señora, guarde la calma.

-!No me pida guarde la calma cuando mi hija está allá afuera desaparecida mientras usted cree que se ha fugado con alguien, y en vez de ir a buscarla solo está perdiendo su tiempo! Tiempo que puede ser útil señor.

-bien, ¿que ropa vestía su hija señora Figueroa?

-Emmm- dice mamá tratando de recordar.- Polera blanca, jeans y convers.

-¿Podría proporcionarme alguna foto de su hija por favor?

-Claro- subió a mi habitación y tomó mi foto de la mesa de noche.- Mi niña...- dijo sollozando - tan feliz y hermosa, así te vamos regresar casa- es lo último que dijo, tomó la fotografía y bajó con ella.

El oficial esperaba en la sala.

-Aquí está- dijo mi madre mientras le tendía la fotografía.

-Gracia señora, haremos lo posible por encontrar a su hija.- Dijo el oficial mientras le tendió la mano a mi mamá.

-No señor, usted debe hacer hasta lo imposible para encontrar a mi hija - le estrechó la mano.

El oficial no dijo nada más, solo asintió y se dirigió a aquel auto.

Mamá permaneció todo el día en cama, llorando hasta quedar dormida, tomando analgésicos y orando por mí.
Jamás pensé que todo fuera tan horrible en mi ausencia.

Y yo, solo a su lado cuidandola, lamentandome de lo diferente que podría haber sido todo. Repitiendo me una y otra vez.

<<Si no hubiera ido a esa clase, si no hubiera tomado ese atajo, si me hubiera ido a la hora de salir sin importar si el profesor siguiera hablando, si hubiera ido en taxi a casa y mamá lo hubiera pagado aquí. Si hubiera hecho algo de eso, todo sería diferente>>

Y ahora debo vivir lamentandome, todo lo que pasó fue culpa mía y de nadie más.