Omega Rising: Parte 2

4. Cena en la Casa Blanca: parte 1

"¿Dónde está Rogers?" Esa fue la primera pregunta de su boca.

"Está a salvo", dijo Carter rápidamente.

Fury estaba acostado en la cama del hospital. Con una bata azul en lugar de su habitual abrigo largo y negro, parecía ... diferente. Sin embargo, sigue siendo bastante imponente. Se había negado a quitarse el parche en el ojo.

Luchó por sentarse. "Maldita sea ..." Gritó, tratando de sacar su IV. El monitor cardíaco se volvió loco.

Carter golpeó su mano. "Necesitas eso, créeme. Casi pierdes el bazo. Si Cap no te hubiera traído aquí tan rápido, estarías muerto".

"Necesito llamar al Consejo de Seguridad Mundial en este momento. Nadie debería haberlo conocido y yo estaba ..."

"Ya lo informé. Tienes un vigilante de seguridad de ocho hombres en tu habitación, y Rogers está a salvo. Está en un convoy de SHIELD en este momento, de camino al aeropuerto. Solo disfruta de la morfina, jefe. Todo está bajo control. "

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El hombre que conducía era un omega, y no dejaba de mirar por el retrovisor a Steve.

Steve no sabía quién era Kate, Carter, Trece o como se llame, pero una cosa estaba claro. Ella no era una enfermera. Había pasado su tiempo en el hospital al mando del personal con una sorprendente cantidad de autoridad, y para cuando los hombres con anteojos de sol, auriculares y armas apenas ocultas comenzaron a agruparse en las habitaciones de Steve y Fury, Steve se había dado cuenta de que estaba en la cima en una de esas agencias que Tony llamó 'sopa de letras': FBI, CIA, DOD, NSA o SHIELD.

Estaba bastante seguro de que solo a través de su intervención se le había permitido irse. Su médico le recomendó pasar la noche en el hospital y lo dejó con varias advertencias sobre la herida de su pierna (¡podría infectarse!) Y el aborto (¡tenían que controlar la pérdida de sangre!). (náuseas, presión arterial baja, calambres y en casos raros podría entrar en shock tóxico!)

Kate, que no era enfermera, le había dicho que podía irse cuando quisiera, siempre que se cuidara. Le habían cubierto la herida de bala en la pierna; afortunadamente, la bala había salido por sí misma. Lo habían limpiado lo mejor que habían podido, pero el médico le había explicado que sangraría y vería durante uno o dos días más. La herida de bala en su pierna estaba cuidadosamente vendada y Steve entendió que las manchas de las que ella estaba hablando no vendrían de eso.

Efectivamente, apenas había salido del hospital y había entrado en un SUV sin identificación, luego de descubrir que había sangrado a través de la entrepierna de los pantalones que Kate le había dado. Estaba en la misma camiseta en la que había llegado al hospital y era más sangre que tela limpia.

Los moretones estaban floreciendo en todas partes.

A pesar de sus mejores esfuerzos por asearse, parecía un desastre.

Quizás es por eso que su chófer estaba tan interesado.

"... Te vi en ese artículo que hiciste en el Times", dijo después de un largo e incómodo silencio. " ... realmente aprecio lo que estás haciendo por nosotros allá afuera." Era obvio a lo que se refería. Le recordó a Happy.

Regresaron al silencio. Ya era tarde. La cena de comenzó en menos de cuatro horas, e incluso con un jet SHIELD o uno de Tony, se perfilaba con una o dos horas de retraso.

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"¡CHARLIE!" gritó Tony. Estaba tratando de atar una corbata de moño y estaba a punto de darse por vencido. Podía construir motores a reacción, pero maldita sea, esta corbata simplemente no cooperaba.