Omega Rising: Parte 2

32. El celo de Steve (II)

El soldado abrió los ojos para encontrar a un omega mirándolo.

"¿Qué quieres, herradura?" exigió con rudeza. Su cabeza se sentía como si se estuviera dividiendo por la mitad.

"Ella quería que te revisara. Me colé tras el coronel", dijo el omega.

"No le tienes miedo."

"Ella es mi hermana", dijo el omega, ladeando la cabeza. "La amo. ¿Le tienes miedo?"

"No tengo miedo de nada", dijo el soldado. Era incapaz de sentir miedo. "Otros la temen".

"Ella dijo que te envió a matar a Stark".

Su cabeza nadó y trató de recordar. Cerró los ojos con fuerza; Formas rojas florecieron y estallaron bajo sus párpados. "Sí. Howard estaba allí. Estaba ..." El recuerdo estaba borroso. Las emociones brotaron antes que los hechos reales. Ira, traición ... tristeza. "Tomó mi omega".

"Estabas en condiciones de servidumbre".

"Sí." El soldado se sintió confundido. "Sí. Yo ..." No podía recordar. De repente se sintió preocupado. ¿Se le permitió tener esta conversación? "No estás autorizado para estar aquí".

"Puedo ir a donde quiera", contestó el omega.

El soldado lo miró desde la cama.

"Sokovia es un lugar atrasado. Algunos conejos todavía les ponen collares, como perros. Nunca me uniré", dijo el omega. "No soy un perro. No hago trucos ni obedezco a nadie sin pensar. Soy mi propio hombre". Estudió al soldado. "... ¿Por qué haces todo lo que él te dice?"

"Soy un soldado"

"La guerra ha terminado".

"La guerra nunca termina".

El omega sonrió. "Me caes bien", dijo con aprobación, levantándose. "... una vez que matemos a Stark, puedes recuperar tu omega".

El soldado lo miró fijamente. "Que omega?" preguntó.

El conejo lo miró con lástima y, en un instante, se fue.

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Ambos estuvieron de acuerdo en que los calores no eran tan románticos ni tan sexy como los representaban en los medios.

"Para ser justos, al principio era mucho menos dolor y desordenado que- este -" dijo Steve, sus brazos se enroscó en el instinto para tirar de su Alfa más cerca, uno de enganche de la pierna a su alrededor con el tacón presionando en la parte baja de su espalda. Soltó un sonido agudo, y dejó caer su cabeza contra el sofá mientras se mecía hacia atrás con él.

Pasaron las siguientes dos horas en el sofá antes de que finalmente lograra convencer a Tony de que necesitaban agua, comida y dormir. Tomó su ronda de píldoras antes de que ambos terminaran los sándwiches y entrarán en su habitación. Si a Steve le hubiera gustado menos, podría haberse dado cuenta de que Pepper  había limpiado, pero estaba aturdido y solo tenía ojos para Tony.

Eso fue hasta que vio a Mark 6 todavía en la habitación, acechando casi siniestramente. Era un poco desconcertante y humilde al mismo tiempo ... tener algo más fuerte que él en el mismo lugar. Notó que Tony notó que lo estaba mirando y caminó hacia la cama. Los moretones que había dejado se habían desvanecido (los beneficios del super suero, y no habían sido tan malos) pero todavía podía recordar lo fríos y fuertes que se habían sentido esos dedos de metal.

"Es raro", murmuró. "Nunca había conocido algo que pudiera detenerme antes ..."

Tony le dio una pequeña sonrisa. "Quieres decir después del suero", dijo, empujando su brazo debajo del cuello de Steve para sostenerlo. "... el Mark 6 tiene la capacidad de lanzar cualquier cosa. Tal vez sea una exageración. No lo sé. Solo ... quiero que sea mejor, ¿sabes? ... Hice el primer modelo de Scraps, pero seguía siendo otra cosa. Podía haber tirado fácilmente un auto ". Cerró los ojos. El Mark 1 había sido descuidado, sí. Pero eficaz. Había desgarrado cuerpos como si fueran bolsas de basura llenas de sopa de verduras. Había aplastado calaveras como uvas. Golpeó a los hombres en las puertas blindadas de hierro y en las paredes de piedra talladas. Después, no pudo decir cuántos había matado. En realidad, tampoco quería saberlo.