Omega Rising: Parte 2

21. Diciembre

Los días siguientes de la misión fueron angustiosos para Tony. Siguió esperando una llamada de SHIELD o, peor aún, una visita personal de Fury, que tenía la costumbre de aparecer en su vida como una especie de Gopher siniestro. Pero esa llamada nunca llegó y, finalmente, se vio obligado a concluir que a ellos no les importó el fiasco o, más probablemente, el informe dado por Natasha había suavizado la verdad un poco.

Volvió a trabajar en sus trajes en el sótano, arreglando los viejos y aún tratando de crear la Mark VII. La fuerza de un pequeño vehículo. Eso significaba que pasaba menos tiempo pensando en Steve rompiendo los huesos de las personas, y menos tiempo pensando en el Lab 9 y el viejo compañero de Steve, Bucky, quien podría, en cualquier momento, estar al acecho en algún lugar tramando matarlo. Y, por supuesto, estaba el problema que Tony no se atrevió a mencionar, el tema de los tríos, porque nunca había estado con una sola persona tanto tiempo. El aniversario de la unión de seis meses fue en noviembre; A medida que pasaban los días de diciembre, Tony se preguntaba si estaría condenado a dormir solo con Steve por el resto de su vida. Realmente no había pensado en eso cuando se había apareado. Pero no pudo evitar dejar que las chicas guapas le llamaran la atención de vez en cuando. Era Tony Stark y los modelos de lencería del mundo eran su patio de recreo.

Por otra parte, no era como si no lo estuvieran manteniendo satisfecho. El suero había convertido a Steve en alguien que tenía energía de sobra, y además, había comenzado a pasar los fines de semana en el cuartel, tratando de desarrollar una inmunidad contra los inductores del calor. Todos los sábados por la noche llegaba a casa apestando a sexo y Tony lo llevaba a todas las posiciones posibles y rincones de la casa, feliz de complacer la excitación de su omega. Steve mencionó que estaba viendo más a Clint, lo que entendió como que el Proyecto Thor se había agotado o se había estabilizado. SHIELD se había vuelto muy, muy bueno escondiéndose de él; de vez en cuando intentaba ingresar al sistema solo por diversión, pero sobre todo, se contentaba con no hacerlo. No era que confiara en ellos, solo que ya no había mucho interés. Y tal vez, en el fondo, estaba preocupado por lo que encontraría. El Soldado de Invierno, Bucky ... lo perseguía. Él y Steve no hablaron de eso, aunque, en ocasiones, uno de ellos experimentó una punzada de emoción que no era del otro, o un sueño demasiado vívido como para ser solo un sueño.

Diciembre significó que la entrevista de su pareja se acercaba. Steve estaba honestamente algo nervioso. Hasta este punto, los detalles de su relación se habían mantenido en su mayoría privados y él estaba bastante seguro de que estaban a punto de quedar expuestos y separados. Solo esperaba que el entrevistador estuviera de su lado y no trabajara contra ellos, ¡y lo peor era que estaba en la televisión en vivo!. Aria le había dicho que era algo especial de Navidad, pero, sinceramente, Steve no había estado escuchando realmente.

La mañana de la entrevista, Steve se levantó temprano para ducharse. Intentó calmarse y concentrarse en el olor a coco y frambuesa del gel de ducha. Salió del baño lleno de vapor con solo una toalla alrededor de su cintura. Se inclinó para besar a Tony en la frente.

"Es hora de levantarse. La entrevista es hoy", murmuró.

Tony se despertó de un sueño que no había soñado. No le había molestado el otro Alfa en al menos un par de semanas, por lo que estaba inmensamente agradecido.

Abrió un ojo para ver un torso. Un estómago musculoso y la curva de un hueso de la cadera y una toalla envuelta alrededor de una cintura bronceada y tensa.

Miró hacia arriba. Steve acababa de salir de la ducha.

"Nuh," gimió, tirando las sábanas sobre su cabeza. "Vamos, otros cinco minutos ... ¿entrevista? ¿Qué? ... .nuuhh. ..." El hecho de que la entrevista había sido planeada durante meses no importaba. Tony odiaba las mañanas y odiaba a la gente de la mañana. Steve siempre estaba despierto al amanecer. No había ninguna duda en su mente de que Pepper y Aria ya estaban abajo, tazas de café en una mano y Blackberries en la otra.