Amor en tiempos de Guerra (Nalu)

Capitulo 7 "Regreso al infierno, Día 0"

Lucy.

La mañana había sido agitada para Lucy, la estación de trenes a las afueras de Magnolia estaba echa un caos, los ciudadanos de Magnolia habían regresado para recibir a sus familiares que fueron a la guerra, juntando a los refugiados de Verdun y de Somme, era mucha mas gente de lo normal, esperando en la estación de trenes, la alegría, la tristeza y la tensión se notaban en el ambiente. 

Lucy ni siquiera sabia si Natsu estaba en algunos de esos tantos trenes que traían a soldados, con cada tren que pasaba, Lucy se preocupaba mas, algunos sin piernas, otros traumatizados, otros desfigurados, no le importaba como regresara Natsu, lo único que quería Lucy es que Natsu regresara. 

Lucy tomo asiento en una de las tantas bancas de la estación de trenes, Yukino estaba igual de ansiosa que Lucy, Lucy sentía tanta envidia de Yukino, estaba casada con el hombre que según ella, era el perfecto. 

Natsu también era perfecto, no había nada como el, pero no era tan sencillo, eran muy unidos, claro que lo eran, pero Lucy nunca se imagino una vida de romance, ella solo quería abrir y atender su cafetería, y todo cambio cuando un lindo peli rosa abrió la puerta de su cafetería y pidió empleo. 

  —¡Sting!

El grito de Yukino hizo que Lucy regresara a la realidad ¿En que momento había llegado otro tren? 

Lucy vio a su amiga levantarse de la banca y correr entre toda la gente, una sonrisa se dibujo en su rostro cuando vio como el rubio estrechaba a Yukino entre sus brazos, la abrazo y la levanto demostrando, no solo a ella, si no a todos que de verdad la quería. 

  —¿Por que tan distraída?

Lucy se estremeció, reconocería esa voz a kilómetros de distancia, una voz tan profunda, tan ronca, tan cautivadora, tan protectora, solo podía ser de un hombre, y ese hombre era Natsu,

—¿¡Natsu!? 

Lucy se levanto rápidamente de la banca, se dio la media vuelta y ahí estaba Natsu, con una venda en la mejilla, con su uniforme impecable del ejercito británico, aunque Natsu mostró una sonrisa, era una débil sonrisa, una sonrisa mas amarga, pero era tanta la sorpresa, la felicidad y el alivio que Lucy no se dio cuenta de ello.   

No le importaba que no fueran nada, Natsu era su gran amigo, su compañero de trabajo, su todo, a si que como lo hizo Yukino, Lucy salto a los brazos de Natsu.

  —¡Hey! Tranquila.  

Lucy escondió su rostro en el pecho de Natsu, no le importaba que casi caían ambos al piso, lo único que quería era estar cerca de el, quería estar segura de que no fuera ninguno de sus sueños, que no fuera una ilusión, que ese Natsu frente a sus ojos, fuera el Natsu que ella conocía. 

Y si lo era, al menos físicamente.

Un fuerte silbido invadió sus tímpanos, era el silbato de los trenes, Lucy noto como Natsu la abrazaba con mas fuerza, ese mismo silbido era el que sonaba diariamente en las trincheras, cuando los alemanas atacaban con todo, o cuando ellos morían sobre Tierra de Nadie. 

  Físicamente era el mismo, pero la guerra lo había cambiado.