Capitulo 7.

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Capítulo 7.

No pasaron muchos hasta que Ashton Irwin empacó sus cosas y se mudo.

 La salud del padre de ______ mejoró un poco con el pasar de los días. El hombre estaba ido de su mente a veces, pero se podía mover. Los médicos explicaron a su hija que el exceso de alcohol y veneno  – por no decirle droga – le estaba pasando factura a su cuerpo y a su mente. Tendría pocas posibilidades de ser el hombre que alguna vez fue,  no quedaba ni el treinta por ciento de él.

______ entendía que ahora todo dependía de ella, la limpieza de su hogar, el cuidado de su padre, conseguir dinero como fuera y además tenía deseos de estudiar. Sabía que sin estudios no sería nadie.  Una tarde salió de su casa y vio un cartel que decía “se vende” en la casa de Ashton. Ella no lo pudo creer. Para asegurase fue y tocó timbre, pero nadie atendió su llamado. Ya no quedaba nadie en aquella casa.  Pensaba a seguido por qué su vecino no se había despedido,  pensaba si él estaría enojado con ella. Se sentía engañada.

Con el paso de los días y al notar la ausencia de dinero ______ se estaba poniendo histérica. Su padre mejoraba pero muy lentamente y ella no podía vivir más así. Fue entonces cuando una tarde se fue a caminar sola por las calles del centro de su ciudad.  Pensó que necesitaba trabajo y fue local por local preguntando, pero fue ignorada por su minoría de edad.

Una señora mayor, de aproximadamente sesenta años en un bar café estaba sola con su marido y ya no querían trabajar más. Ema estaba cansada de sus clientes. Aunque tenía la alegría de vivir su cuerpo ya no daba abasto. _____ entró y se sentó en una mesa. Un mesero joven se acercó a ella y preguntó que bebería. Ella le dijo que lo pensaría, aunque en su mente esa era la forma que tenía de hacer tiempo. Vio sentada en la barra a Ema y se acercó segura de algo bueno. La mujer la miró llena de compasión, Ema era amorosa.

-¿Qué pasa, querida? – preguntó Ema.

-Y-yo tengo una duda – contestó llena de temor ______.

“No, no tengo que mostrarme débil si no segura de mi misma, yo puedo hacerlo” pensó la joven.

-Sinceramente – continuó ____ - estoy buscando trabajo.

-Pero eres muy jovencita, tú deberías estar estudiando y conociendo chicos – contesto sonriente la anciana.

-Lo sé, pero no es así. Mi padre, mi único sostén ha tenido un accidente terrible y necesitamos dinero, somos sólo nosotros dos. Yo no pido ser mesera ni nada porque reconozco que soy menor de edad, si quiere puedo hacerle el aseo o barrerle las hojas de su vereda por las tardes.

Ema quedó sorprendida y encantada con la voluntad de _____. Fue en ese momento cando llamó a su esposo de su misma edad. Ángel era un hombre de canas, alto y muy maltratado por el tiempo y su trabajo. Había dedicado su vida más a su trabajo que a vivir.

-Tenemos algo muy importante aquí – comentó Ema a su marido – esa pequeñita de allí quiere trabajar, lo necesita.

-Ema, no podemos darle trabajo, ¿cuántos años tiene?

-Lo sé, pero lo que podemos hacer es decirle que venga todas las mañanas sin uniforme a ordenar las mesas y la vamos probando.

-Hace como quieras, confío en vos mujer – finalizó la conversación Ángel.

Ema le dijo ______que la esperaba a la mañana siguiente como ayudante de limpieza a ver cómo le iba y tal vez se quedaría con ella, _____ salió sonriente de aquel café que le quedaba a tan sólo minutos de su casa. Sabía que lo lograría. Era un honor para ella saber que con su tan temprana edad ya era casi una mujer independiente.

Esa tarde cuando llego a su casa el sol estaba cayendo y faltaban minutos para que la cuidad sea iluminada por la luna. Con el poco dinero que le quedaba compró algunas verduras y un poco de carne para comer junto a su padre.  Aunque a veces Oscar estaba ido ______ lo atendía y le hablaba como si él estuviera ahí con ella. Ya no tenía más temor ni vergüenza de nada, el hombre que estaba en esa cama de mirada perdida ya no podía hacerle ningún tipo de daño y ella lo sabía. Por primera vez se sentía segura.

Siguió el consejo de los doctores y no le daba de comer nada solido a su padre a menos que este bien, cuando estaba desconectado como aquella noche ella solía darle sopa ya que temía que este se ahogue o directamente que ni siquiera mastique.  

_______ ordenó el poco desorden que había hecho ella sola y se recostó a dormir exhausta. La mañana siguiente fue productiva para ella ya que se arregló y mientras desayunaba sentada al lado de su padre le contaba que las cosas mejorarían ahora que ella tendría un pequeño trabajo. Estaba emocionada.

Ema la atendió de maravilla y le explicó todo lo que tenía que hacer.

______ fue mejorando con el paso de los días. De limpieza de salón paso a tomar pedidos de algunos clientes. Ema y Ángel quedaron conmovidos cuando entendieron porque ella estaba ahí, lo hacía para ella y para su padre –aunque la haya maltratado tanto tiempo, era su padre – y cada día se enorgullecían más de la pequeña.  Con el pasar de los días ____ fue arreglando las cosas en su casa, llenó su heladera y hasta pudo comprarle los medicamentos que su padre necesitaba trabajando duro como mesera y limpieza. A veces entraba temprano a trabajar y salía de noche, pero no importaba, cuando llegaba a su casa y pensaba que alguien con su edad había logrado todo lo que ella logró se sentía orgullosa de si misma. Una noche volviendo de del bar vio un anuncio nuevo en el centro que decía que había una forma de terminar el colegio más rápido si tenías permiso de tus padres. ______ se ilusiono, nada le hacía más falta que terminar el colegio, o mejor dicho, empezarlo siquiera.  Ella sabía que su padre no firmaría porque este no se podía ni mover y fue ahí cuando pidió un favor en el bar a Ema y Ángel.

-Tendrías que hacerte pasar por mi abuela – decía ella mientras levantaba las mesas desocupadas.

-No lo sé ______, eso es algo ilegal – contestó Ema.

-Lo sé, pero es la única posibilidad que me queda, no tengo tiempo para cursarlo normalmente, las inscripciones empiezan la semana que viene y si no lo hago ahora no lo haré nunca – rogaba ella.

-Está bien, pero no se lo cuentes a nadie, ¿ok? – Sonrió la anciana – siempre me metes en problema mi pequeña.

-Gracias Ema, ¡no sabes cuánto te agradezco!

_____ saltó de felicidad y abrazó a quien era su más íntima compañera últimamente.

Otra vez volvió por la noche a su casa. Se sentó como de costumbre unos minutos en su ventana a pensar y notó una camioneta en la puerta de la que alguna vez fue la casa de Ashton. “Claro, ya la abran comprado, han pasado mas de seis meses desde que se fue sin decir ni un chau. No se si es injusto o el es un hijo de puta”. 

blind; a.iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora