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Capítulo 4.

Capítulo 4.

________ Waters había pasado seis días encerrada en su habitación como castigo. La joven se mantuvo callada los seis días ya que no tenía a nadie con quien hablar. A medida que los días pasaban ella entendía que merecía lo que le estaba ocurriendo, o eso le hizo creer su padre. Al cuarto día se padre la dejo salir a ver el sol por la tarde. Le preguntó si extrañaba la luz de sol y ella respondió que si, hacía días que no la veía ya que Oscar le había puesto pedazos de maderas en la ventana para que no tuviera ni la más mínima oportunidad de escaparse o peor, ver a Ashton.  ______ lamentaba los golpes que recibió Ashton en la pelea con su padre, pero nunca prefirió no haber cenado con él, pensaba que valía la pena haberse escapado, así sea que de castigo tuviera que estar un mes encerrada en su pieza sin ni siquiera hablar con su mismo padre. La quinta noche el padre la llamó a través de la puerta y le pasó un plato de comida que había preparado una de las mujerzuelas hambrientas que él solía llevar a su casa. Minutos más tarde se escuchaban los gemidos se la misma mujer y de Oscar al ritmo del sexo turbio y violento en la habitación de este, que quedaba pegada a la pieza de ________.  El sexto día por la tarde Oscar le abrió la puerta definitivamente a su hija para que saliera de esa pieza llena de dolor que la joven había guardado por años.  Le ordenó que se vistiera, que saldrían un rato de la casa. Era viernes por la noche y él la necesitaba. La llevó sin lugar a quejas a un bar cerca del  centro donde había personas adictas al juego, adictas al alcohol o adictas a las drogas. Era una especie de antro. ______ ya la conocía, ya había entrado unas cuantas veces y ya sabía que esperar de su presencia ahí. Como era de esperarse, el padre abonó en la puerta a un hombre horrible, feo como Dios no lo hubiera imaginado. Ellos entraron en calma y rápidamente los atendió una mujer de aproximadamente treinta y pico de años semi desnuda y maquillada de manera extravagante. Oscar dejo un billete entre sus senos cuando esta los sentó en una mesa cerca de la barra. Hombres viejos y feos rodearon su mesa a los minutos. Llamaron a la misma mujer, quién les trajo un mazo de cartas y la partida de truco no comenzó hasta que no cantaron sus apuestas. Oscar apostó cincuenta pesos en la primera mesa, los cuales perdió. En la segunda apostó otros cincuenta y volvió a perder. Para la tercera mesa, que incluía una tercera botella de ron y algunas cervezas Oscar había perdido todo el dinero que había llevado encima. Los tres viejos feos que estaban con él le preguntaron si quería seguir jugando, pero él respondió que no contaba con más dinero.

-Tienes algo que ofrecer – dijo uno de los viejos - ¿esa alianza? Todos sabemos que no te importa.

Él hombre tenía razón. Apostó la alianza en la mesa y ganó. Ganó ciento cincuenta pesos, cincuenta por cada perdedor.  Enfurecido un segundo hombre se puso de pie y dijo:

-Hagamos esto más interesante, yo apuesto una noche con cualquier puta que quieran de aquí, yo la pago.

-Hecho – dijo Oscar.  ______ mantenía el silencio absoluto.

-Pero tú, Oscar, apuesta esa dulzura que tienes a tu lado.

-¿Qué te refieres? ¿A la cerveza? – preguntó haciéndose el chistoso, sabía que hablaban de su hija.

-¿Y los demás que dan? – preguntó el mismo hombre.

-Yo pongo un tubo de cocaína en la mesa- dijo un tercero.

-Bebidas, todas las que quieran, toda la noche – acotó el cuarto -pero el que gane, recibe todo. Si Oscar pierde queremos a su hija.

_____ abrió los ojos como platos. Tembló del miedo. Él padre se acercó hasta su oído y susurró “tranquila cariño, no me ganaran. Con la plata que ganaré de más el tubo de cocaína que podré vender a estos mismos borrachos de aquí mañana te daré dinero para que te compres un poco de ropa”. Esas palabras no dejaron tranquila en lo más mínimo a ______, pero no se objetó porque sabía que para eso había ido. No quedaba más e confiar en que su padre gane y salir sin que nadie le pusiera un dedo encima. “No dejaré que estos te toquen, tu eres sólo mía” le decía su padre mientras acariciaba su pierna por debajo de la mesa “nadie más te tocará”. _____ estaba al borde de las lágrimas.