Capítulo 8.

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Capítulo 8.

Lo que a _____ mejor le salía era atender con una sonrisa reveladora. Los clientes quedaban encantados con ella.  Ema se dio cuenta que su otra mesera a veces cobraba más de lo debido y se quedaba ella con los vueltos, teniendo a _____ tuvo el lujo de poder echarla dejando a su pequeña a cargo de todo.  Todas las mañanas la adolescente era puntual y a veces llegaba diez o quince minutos antes para mirar que todo esté en su lugar, poner a calentar el café y cuando las cortinas se levantaban el lugar ya estaba lleno de personas que venían de un trabajo nocturno, universitarios, madres que volvían de dejar a sus pequeños del colegio o simplemente parejas que se daban el lujo de desayunar un café tan exquisito como los que ______ preparaba. Dicen que la mercadería se vende por lo que presenta y _______ daba la imagen inocente y alegre, las personas le dejaban inmensas propinas cuando almorzaban o cenaban y cuando sólo bebían algo también.  La adolescente aprendió a usar la cafetera de manera particular. Sabía hacer formas con la espuma, cuando los clientes estaban apurados y atascados en papeles, es decir, frustrados por su trabajo y no veían escapatoria, ________ les servía un café delicioso y la espuma tenia forma de corazón. Una vez se sentó un muchacho con los ojos hinchados de tanto llorar y ella se acercó con su sonrisa esperanzadora, le sirvió un café con leche con la espuma en forma de cara sonriente. El chico rió cuando lo vio y luego la miro a ella. Ya había logrado su meta.  

Muchos jóvenes dejaban anotados sus números debajo de las tazas, algunos de lo daban en la mano, pero _______ no tenía tiempo para esas cosas y así como leía sus nombres pedía disculpas en su mente por no tener tiempo para sí misma y los tiraba a la basura. Ella sabía que no era tiempo de darle a alguien más. 

Todas las tardes cuando llegaba a su casa y a veces de noche se sentaba a cenar algo cocinado por sus manos al lado de su padre. Mientras ella cenaba y le daba algo de comer a Oscar según su estado físico le contaba todo lo que había hecho en el día, como le había ido en el trabajo o a las personas que había conocido que tal vez no vuelva a ver a menos que volvieran a tomar otro café, pero le especificaba que no tenía tiempo para ellos, que todo era por venta.

Pero luego llegaba la noche, la noche fría y llena de soledad. La adolescente se bañaba y preparaba su cama para dormir ya que por las mañanas nunca tenía tiempo de hacerla. Cuando estaba sola era su tiempo de reflexionar. Pensaba si el padre mejoraría, si estaría sola toda su vida, o qué. A veces pensaba en todos los meses que habían pasado sin mejora más que la económica y se sentía mal por ella. No quería vivir así el resto de su vida. Alguna que otra noche las lagrimas rodaban por su rostro y pensaba si de verdad merecía todo aquello. Ella estaba segura de que no, pero esa era la vida que le había tocado y no quedaba más remedio que resistir hasta el último de sus días. Luego imaginaba su vida dentro de un par de años, se preguntaba si seguiría trabajando en aquel café,  si su padre viviría para verla triunfar o verla terminar el colegio. Si algún día se casaría para ella era una duda grande, si encontraba un compañero para toda la vida o simplemente alguna amiga, alguien que la acompañe a donde quiera que vaya. Pero después miraba a su alrededor y se daba cuenta que otra vez estaba sola en aquella habitación de cuatro paredes imaginando de nuevo. Observaba por la ventana, los nuevos vecinos ya se habían mudado.  Algunas veces o casi siempre se acordaba de Ashton y sonriendo lo repudiaba. La única persona que la había invitado a cenar o la había tratado como ella realmente se lo merecía. Era que él en tan poco tiempo le mostró que hay otras maneras, existe otro tipo de personas en este mundo y no como a la que ella estaba acostumbrada. Recordaba aquella vez donde Ashton la defendió imponiéndose ante su padre, ante a quién ella más le temía. Si, él la había defendido. ¿Era bueno? Claro que sí. “¿Por qué se fue sin despedirse?” Esa era la pregunta más torturadora para los pensamientos nocturnos. Luego ella se dormía.

blind; a.iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora