TodoDeku Week 2018 - [BNHA]

• Día 1 •

Izuku no era bueno dando sorpresas a su novio. De hecho, era terrible. Una deshonra para su vaca.

Si diesen un premio al Novio Que Daba Las Peores y Más Cutres Sorpresas, ese era para él. O bueno, tal vez lo de cutres se lo ganase Kirishima —siempre terminaba con las pestañas quemadas por culpa de los gritos de Kacchan, su novio—, pero Izuku definitivamente entraba en la parte de peores.

Para su primer aniversario, Izuku compró boletos para All Might Maravilla.

Para el segundo, compró boletos en primera fila para All Might Maravilla. El Regreso.

Todoroki solo se había reído y pagado las palomitas, restándole importancia al asunto. Era un día más, decía. No me importan las sorpresas, decía.

Pero Midoriya no estuvo dispuesto a dar el brazo a torcer. Por lo que fue en busca de los consejos de su gurú el amor, Ochako Uraraka —que de todas formas estaba más sola que la una pero parecía tener un Máster en Relaciones Homosexuales Entre Chicos—, quien le dijo que debía sorprender a Shouto con algo hecho por él mismo.

Craso error.

Izuku trató de sorprenderlo para su cumpleaños con un pollo al horno con patatas asadas y espolvoreadas con finas hierbas mientras cenaban a la luz de la luna.

El tema es que esa noche no hubo luna. Estaba pronosticada lluvia e Izuku no lo sabía —por lo que su mesa elegante se arruinó— y además el gato que adoptaron juntos —Mighty Might— caminó con sus patas embarradas sobre el mantel blanco.

Mientras Izuku enloquecía, las patatas se cocinaron un poquito de más y terminaron más negras que la mente sucia de Ochako. Y el pollo, que no se había descongelado bien, estaba tan crudo que parecía que en cualquier instante cobraría vida.

A Shouto, otra vez, no le importó. Simplemente levantó el tubo del teléfono y ordenó una pizza Domino's Might que compartieron en el cuarto mientras miraban —otra vez— All Might Maravilla.

Midoriya se había resignado a la larga. Simplemente no estaba hecho para las sorpresas. Comida quemada, películas mal elegidas, flores que causaban alergia a Shouto...

Era un fiasco.

Pero un lunes tuvo una idea. Oh, sí. Era una idea perfecta. Nada podía salir mal.

Todoroki acababa de empezar a trabajar en la empresa de su padre —la casa de diseño Endeavor Vuitton— y ese viernes cumpliría su primer mes como interno.

Midoriya sabía lo mucho que ese trabajo estresaba a Shouto, pero no tenían demasiadas opciones mientras Izuku todavía era estudiante universitario. Era Todoroki el que se graduó antes y se ofreció a trabajar para que ambos dejasen de depender de la pobre Inko Midoriya y para que Izuku se comprase sus figuritas para el álbum de Sailor All Might.

Y no. No estaba grande para ellas.

Así que usó toda su semana libre de exámenes para ponerse manos a la obra. Midoriya había descartado el cocinar o comprar algo bonito para Shouto porque ya conocía el resultado. Alerta de spoiler: salía catastróficamente mal.