Última Esperanza

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-Señorita, su trabajo...

-Trabajo... - es importante para mi, no un simple trabajo... -pensaba aquella chiquilla con cierta preocupación

-Señorita, no me haga repetirlo

-Ayudenme... Ayudenme.. - La estaban atacando sus pensamientos de nuevo, aquellos por los que se desvela todas las noches sin poder controlarlos -

Sin saber de donde saco las fuerzas, le entregó la pequeña hoja, aquellas palabras de las cuales su estabilidad emocional dependía, esa que podría ser su salvación o su perdición

-Como siempre, espantosa en caligrafía... ¿Cuando aprenderás?- Dijo con ese tono... Ese tono que tanto le lastimada el corazón, que aunque fueran muchos años aún no podía acostumbrarse  a sentir tal indiferencia

-Un solo gesto de empatía... Un poco de atención... Alguien en quien confiar... ¿Es demasiado pedir? - Se preguntaba aquella chica cada día, esperando una respuesta en algún lugar o en alguien-

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Los días parecían eternos después de aquella tarde en la cual entregó su último respiro de esperanza, estaba cansada, es una chica fuerte y ella lo sabe, pero todos tienen un límite y el de ella estaba a punto de llegar.

Seguía sucediendo, no era su culpa, pero no podía pensar en otra cosa además de que todos los problemas caían sobre sus hombros, que fue un error su existencia, que desearía descansar... Como nunca ha podido hacerlo, sentir esa ilusión del primer respiro, esa bella nostalgia al crecer, pero cada noche se daba cuenta de que esto era más y más inalcanzable para ella, no quería oírlos más, ¿acaso estaba enloqueciendo? Era esta una señal de que... ¿Ya era hora?

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Llegó... Llegó el día en el que se decidirá su destino, un par de cumplidos para todo el mundo, risas por aquí por allá... Lo de siempre, lo que por tanto años estuvo desarrollando; así es, era la mejor en esconder sus verdaderos sentimientos, se convirtió en aquello más odiado por ella, pero no tuvo elección.

- La vida te cambia sin pedirlo... - una de sus más repetidas frases, entre muchas otras, la que más decepción le causaba, la que más dudas le hacían llegar, la que más le dolía -

Era tranquilo el ambiente Escolar ese día, pero estaba a punto de cambiar; La mujer entró, con sus lentes de sol como de costumbre; ¿esconderá algo tras esos lentes?

Mirando a todos los seres presentes con esos intimidantes ojos que, aunque no puedan verse con claridad, era más que evidente que los miraba de aquel forma; la escogió a ella...

Un toque de emoción y miedo llenaron su pecho en aquel instante, la chica con apenas movilidad en sus pequeñas y débiles piernas, paso al frente, tomó la hoja que con tanto esfuerzo, que de alguna manera logró hacer, soltó aquellas palabras escritas con un tono pasivo y pausado:

"Despertar sabiendo que tienes una bomba de tiempo a tu lado, con ese temor a que estalle y seas la primera en caer en sus trampas, tener esa necesidad de protección y esas ganas de que las cosas cambien, pero sabes que aquello desapareció en un acantilado de desilusiones y recuerdos, sabes que aquel atardecer de verano, tomo una matiz gris, sombría, opaca.

Que aquella rosa se marchito en un abrir y cerrar de ojos, pero ella... ella nunca me dejo caer, mi pequeña semillita, aquella que purifica mis recuerdos, mis anhelos e intoxica mis culpas, mis prisiones y preocupaciones, aquella que me hace crecer de nuevo, aquella que me hace creer que no todas las flores del jardín están envenenadas de oscuridad y odio

                     Pero sin duda aquel acantilado me llenaba de aquello que no quería perder."

Cada palabra era cada vez mas difícil de pronunciar para ella, ya que en cada oración transmitía lo que por tanto tiempo estaba intentando convencerse, que era especial... que en algún momento ella y su madre saldrían de esta situación, que en algún momento de su vida fue amada por su madre, esas palabras, eran todo lo que le quedaban, esa utopía de amor maternal que siempre imagino, pero que sin embargo ella sabia perfectamente que nunca existirán; Prosiguió, cada vez mas débil en su habla:


"Debajo de un árbol con esa sombra refrescante del calor, pensar en cómo se puede descansar Y tal vez no despertar, como se aleja lentamente de las cosas y personas, de aquellos recuerdos y experiencias que marcaron nuestra existencia, como se puede cortar un pequeño hilo en cualquier momento que nos puede dejar inmóviles un último suspiro... levantarse, caminar, respirar, pensar, sentir, cada día ocurre una nueva experiencia hasta aquel sentimiento tan nombrado de mariposas en el estómago, ver a través de los ojos de aquella persona que te marco, o el simple hecho de sonreír incluso por aquellas cosas que te hicieron daño.

tal como la llama se pude encender y hasta crear un incendio también se puede secar hasta crear un desierto"

Es extraño... aquella chica no derramó ni una lagrima, no, es que ya se había acostumbrado a ocultarse incluso en momentos como este, volteo a mirar a su maestra

-Eso es todo?- Dice esta con ese tono de indiferencia que la caracterizaba, pero únicamente con esta chica

-Si... madre, es todo- En esa pequeña oración, se dio cuenta que toda la esperanza que tenia puesta en esa hoja, se desvaneció, que los insultos y los golpes seguirían, que ya todo estaba perdido que no habría un nuevo comienzo, ya no.

Sera su ignorancia o por simple gusto al maltrato que no puede darse cuenta de que eso no es amor, de que solo te esta usando... de que me duele aunque yo no sea la que recibe los golpes de ese tipo, los abusos, sus insultos; No te das cuenta de que ya no puedo mas?

Esa misma tarde al llegar a casa, la chica decidió que ya era hora de que por fin tomara un largo y eterno descanso, y que así como su madre no se preocupaba por ella, ella tampoco lo iba a hacer por su madre.

Pensamientos De Una Mente JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora