EL DIARIO DE UNA REBELDE|R.C.|Completa.

Prólogo

Querido diario;

¿Has estado alguna vez en medio de una charla familiar donde los padres comienzan a hablar maravillas de sus hijos prodigios y te mencionan? No, no como el hijo prodigo. Sino más bien como el mal ejemplo. La oveja negra de la familia. La chica rebelde. ¡Esa soy yo!

¿Qué es lo que pasa cuándo todo el mundo te tilda de rebelde sin realmente conocerte? ¿Les demuestras que están todos equivocados? ¿O disfrutas del título impuesto? ¡Esta soy yo!

¿Pero no puede haber un cuento con una oveja sin tener un lobo feroz incluido en él, cierto? ¡Huye oveja estúpida! ¡Huye ahora que puedes! ¿Qué crees? ¡Me quede! ¿Y qué pasa cuando la oveja termina enamorada estúpidamente del lobo feroz?

¡Estúpida oveja negra, tenías que huir!

Te lo cuento un poco. El estúpido lobo feroz resultó ser el mejor amigo de mi hermano ¡Qué cliché! Y cuándo digo que es un lobo feroz no me refiero a que vaya por la vida comiendo niñas de trenzas con largas capas rojas. Es...complicado decírtelo realmente porque no lo he terminado de comprender.

Siento la necesidad de huir cada vez que aparece delante de mí pero simplemente no puedo. Compartimos demasiado como para poder simplemente ignorarlo. Nuestras personalidades chocan y jamás podemos ponernos de acuerdo en algo. ¿En qué se convirtió Richard? ¿En qué se convirtió mi mejor amigo?

Su piel está cubierta por tatuajes que le hacen ver como un maldito y sexy dios del jodido inframundo y rey de los chicos sexys sobre la tierra. Sus ojos color chocolate siempre tienen esa maldita mirada determinada que me vuelve loca en todos los jodidos sentidos y que siempre está retándome. Sus labios siempre portan la sonrisa irónica que me hace perder los estribos con cada estupidez que sale de ellos. Y su musculoso cuerpo me hace perder el hilo de mis pensamientos mientras me derrito tal cuál una bola de helado en el asfalto a plena luz de un caluroso día en verano.

¡Creo que me estoy enamorando y no sé cómo frenarlo! ¡Y no puedo enamorarme de él porque lo odio! Encima parezco una idiota hablándole a un jodido diario.

¡Te odio por jamás ayudarme a resolver mis dudas, pero te amo porque eres el único con quién puedo desahogarme sin que me juzgue en el proceso! ¡Menuda loca que soy!

Creo que ya no tengo más que contarte por el día de hoy. Bueno tal vez que con cada día que pasa el odio que siento por Richard crece y crece más.

En fin, tal vez algún día te cuente por qué.

Con amor, Isabella. xoxo