Baladí

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  f you're leaving will you take me with you  


Salió disparado por la puerta de su oficina, no sin antes tomar el paraguas negro que anteriormente le había prestado a Shirazu. Sólo le quedaban 20 minutos, sabía de sus horarios, y por alguna razón se le ocurrió ir por ella, puesto a que en un día como aquel –con un clima tan cambiante- sería un alivio contar con alguien que te brinde una especie de protección. No, bueno una ayuda. Como sea, él tenía muchas ganas de verla y desde que había ingresado a esa prestigiosa universidad no había podido encontrarle de nuevo, en :RE.

El cielo gris comenzó a gruñir, eso anticipó lo que era inevitable, una lluvia que causaría problemas en más de una persona que no se había percatado del comentario meteorológico del noticiero de las 7am. Intentó abrirlo, vaya sí que lo hizo, más el paraguas desplegó sus varillas metálicas separadas de la tela oscura, cosa que dejó en blanco al chico de cabello bicolorido.

Luego se encargaría de regañar a Shirazu por su imprudencia, más ahora debía ir por esa chica, no importaba cómo, sólo sabía que debía ir.

Aunque trató por todos los medios no mojarse con la leve llovizna, no pudo evitar sentir el frío golpearle la cara. Miró hacia ambos lados al cruzar la calle, algo lo tenía impaciente y no sabía si eso era bueno o malo. Corrió, y vaya que así fue. Lo intentó hasta que sus piernas le dolieron por dentro.

Su respiración estaba alterada, podía sentirlo, un suceso extraño acontecería, algo que lamentaría tal vez. Nuevamente volvió a cruzar la calle, pisando cada ralla blanca dibujada en el húmedo y oscuro asfalto. Se preguntó mentalmente si –esto, lo que fuera que fuere– perjudicaría de alguna manera su insipiente relación.

Alzó su muñeca algo nervioso, no quería corroborar el horario, no de nuevo, sí...era tarde.

Parpadeó inquieto, aún le quedaban unas cuantas manzanas que cruzar, observó a su alrededor y la gracia del color amarillo de un auto –Taxi– pasó por sus narices sin siquiera reparar en su señal. Suspiró cansino, esto iba a costarle caro. La lluvia se incrementaba y con ello, su atuendo blanco–su uniforme para ser certeros– comenzaba a pesar.

Y pasados los 15 minutos de agonía, en un maratón con él de único participante, se halló en el lugar correcto, aplaudiéndose hacia sus adentros por completar su misión, más algo lo desconcertó al levantar la mirada, algo que vio, que quiso nunca haber visto.

Arqueó una ceja y bajó la mirada algo – o muy frustrado- , el chico era alto y su mirada era suave, su mano sostenía un paraguas blanco y debajo del mismo se hallaba la chica más bonita de Kamii. Ella rió suavemente sin percatarse del chico de ropas húmedas que se alejaba sin decir adiós.

Gracias por leer♥

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2018 ⏰

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Let's talk about love : Gotta talk to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora