Capítulo 14. "La Ayuda".

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Después de salir de la casa de Bent me puse en marcha rápidamente a mi hogar, pues no faltaba mucho para que mi padre llegara y no quería darle más motivos para castigarme ya que por la actitud que tuve con él la noche anterior merecía algún castigo.

Luego de unos minutos de que yo entré estába segura de que cinco minutos después mi padre llegaría así que de inmediato subí a mi alcoba y puse algo de música, se escuchaban las magníficas notas de una canción de Albert Hammond Jr.
Así no notaría que había salido, pues yo era bastante predecible con él cuando no salía simplemente me encerraba en mi habitación y escuchaba música o tocaba la guitarra.

-¡Lluvia!-escuché a mi padre que me llamaba desde la planta baja

-Mande-dije bajando las escaleras rápidamente

-¿Qué voy a hacer contigo?-me observó fijamente mientras tomaba asiento y encendía un cigarro

-¿De qué hablas?-me quedé parada a un costado las escaleras

-Llegaste tarde y no fuiste a la escuela, ¿qué va a ser de tu vida entonces?-le dió una calada a su cigarro-Todo esto es por Jack ¿cierto?

-¿Qué tiene que ver ese tipo en todo esto?-interrogué enfadada y me senté frente a él

-Pues desde que lo conociste cambiaste mucho y cambiaste aún más desde que se fue con aquella niña presumida que mencionaste el otro día

-Él no tiene nada qué ver, yo soy así porque quiero, estoy cambiando porque todos lo necesitamos y porque me place, no tengo que ser distinta sólo porque alguien vino y se fue, porque así pasa con todos y habrá más de un ser humano que llegará a mi vida para después irse cómo lo hizo él, así que ahora sabes que Jack no es la razón de mi cambio-me levanté del sofá y traté de dirigirme rápidamente a las escaleras hasta que escuché que habló nuevamente y regresé a la sala

-Puedes decir lo que a ti te parezca mejor pero sólo tú sabes cómo te sientes realmente, yo sé que extrañas a tu madre y a Jack también pero no puedes tirar tu vida por la borda, tienes que salir adelante a pesar de los obstáculos que la vida te ponga, ya te había dicho que el camino no es fácil pero si realmente crees en ti y estás segura de lo que quieres nada podrá detenerte, tal vez en algún momento quieras desistir pero esa no es la mejor opción, y yo sé que puedes contra cualquier adversidad que la vida te presente, sé que eres extraordinaria y que nada podrá detenerte pero quiero que eso tú te lo creas para que te des cuenta de las maravillas que puedes realizar por ti misma pase a las dificultades, pero al final esa decisión la tomas tú, sólo tu sabes si te hundes o sobresales-apagó el cigarro y se fue a la cocina

Yo sólo me limité a irme en silencio a mi habitación, me quedé muy pensativa pues mi padre nunca me había hablado de ese modo, jamás se había sentado a platicar conmigo y realmente me quedé perpleja por aquella charla, ya que antes de que mamá muriera él era bastante agresivo ante cualquier situación que no le agradaba, creí que ese momento no sería la excepción, incluso ya me había preparado un poco mentalmente para sus insultos y tal vez que me golpeara como lo hacía antes, en especial con mi madre incluso si a él no le gustaba la comida o cómo nos vestíamos, cambió mucho desde que ella falleció y por eso me desconcertó su actuar pero estába tranquila porque quizás ya no me pondría de nuevo una mano encima pero tampoco quería confiarme ya que en algún momento podría cambiar de opinión.

En cuanto llegué a mi cuarto, escuché aquel teléfono rosa sonar, así que contesté

-¿Hola?-me senté en mi cama y nadie respondió del otro lado de la línea, colgué quién sabe quien sería pero eso me intrigaba

Tomé mi vieja telecaster y comenzé a practicar los acordes de una canción de Air cuando los pasos apresurados de mi padre me interrumpieron, cada segundo se escuchaba más cerca de mi habitación, así que dejé la guitarra a un lado y cuando lo ví en la puerta con su mirada llena de furia me puse de pie, ya sabía a qué iba, se puso frente a mí y me dio una bofetada tan fuerte que hizo que perdiera el equilibrio y caí

-¡Levántate!-me gritó

Me puse de pie y lo aventé para dirigirme al baño rápidamente pero alcanzó a agarrar mi cabello así que me regresó y comenzó a golpearme como toda la vida lo había hecho pero yo ya no quería que eso siguiera pasando y aunque ya estába medio inconsciente tomé el teléfono rosado y lo golpeé con fuerza en la cabeza y con uno de mis pies logré aventarlo de nuevo cuando lo ví en el suelo corrí lo más rápido que pude y salí de la casa en busca de ayuda, mis labios sangraban y tenía mi ojo izquierdo tan hinchado que no lo podía abrir, el resto de mi cuerpo dolía bastante sentía como si un camión me hubiera aplastado, un par de ocasiones perdí el equilibrio y caí pero yo necesitaba llegar con la única persona que probablemente me ayudaría, la calle estaba sola y me daba un poco de miedo pero al cabo de unos minutos llegué a la casa de Bent, toqué el timbre una vez pero nadie me abrió, volví a timbrar y ví que una luz de la planta baja se encendió, traté de limpiar la sangre de mis labios pero ésta no dejaba de salir y en esos instantes un hombre abrió la puerta

-¿Qué se te ofrece?

-Hola, disculpe que lo moleste a usted y a su familia a éstas horas, pero estoy buscando a Bent-dije con la cabeza agachada no podía dejar que aquél hombre viera mi rostro

-¿Y tú quién eres?

-Yo soy...

Bent llegó-Papá ella es Lluvia, una amiga-le hizo una seña a su padre para que regresara a dormir-pasa Lluvia, mi padre que descortés

Ingresé y él cerró la puerta y encendió la luz de la sala

-¿Qué te pasó?-me observó preocupado

-Mi padre y yo discutimos-cubrí mi rostro con mis manos

-¿Y él te golpeó?

-Sí, es que yo le desobedecí el otro día

-Pero no era motivo para que te golpeara, y no sé tu qué opines pero ya no regresarás allá-tomó mis manos

-¿Entonces qué voy a hacer?-algunas lágrimas calleron por mis mejillas

-Vivirás aquí, trabajarás conmigo en la cafetería y terminarás la escuela, harás tu vida normal sólo que cambiarás de casa y trabajarás conmigo-limpió mis lágrimas con sus dedos-anímate todo estará bien-me brindó una cálida sonrisa

-Está bien, muchas gracias-le dí un fuerte abrazo

-¿Puedo limpiar la herida que tienes en los labios?-dijo antes de soltarme

-Está bien-sonreí un poco

Él sacó un botiquín de primeros auxilios y me puso un líquido para desinfectar heridas, entre otros productos y la sagre dejó de salir

-¿Ya sientes un poco mejor esa herida?

-Sí, muchas gracias, eres muy lindo-besé su mejilla

-Ahora vamos a dormir ¿te parece?-me cargó sobre sus brazos y besó mi frente

Una vez que llegamos a su habitación me recostó en la cama y saco una ropa para que yo durmiera más cómoda

-Ahora yo iré a otro cuarto a dormir, descansa, hasta mañana-sonrió y salió de la habitación

Alone, Together.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora