half a heart.

Capítulo 2.

Después del momento mágico el tiempo pasó volando, el griterío y el canto de cada canción no se rendia y yo al final acabé afónica. Durante el resto de concierto varias miradas de Niall venían en mi dirección pero claramente sabía que iba por toda la gente en general no iban a ser solo por mi. Hay que ser realistas. Al final los chicos se despidieron entre mil gritos y todos felices nos quedamos en la penumbra de la noche en Madrid, se acabó.

Sandra y yo habíamos decidido quedarnos un rato por ahí fuera para tomar el aire en los alrededores ya que estábamos medio zombies y no nos apetecia volver a casa, en realidad su casa ya que hoy me quedaría a dormir con ella ya que estaba realmente cerca de donde nos encontrábamos. Ella se había empeñado en quedarse al lado del estadio entre unas hierbas y como yo no estaba para negarme acepté y me tumbé en la fresca maleza de la noche. Había pasado media hora y ya no había gente saliendo o en los alrededores solo nosotras y el estadio. Pasábamos desapercibidas entre tanto arbusto. Decidí que era momento de mover el culo pese a sus quejas porque nos íbamos a quedar dormidas ahí y no es de mi gusto que llegase a lo mejor un violador y esas cosas. Sí, a veces me pongo en lo peor.

Justo cuando caminábamos por delante de una puerta trasera del lugar alguien estuvo decidido a hacer lo mismo ya que el golpe que me lleve en toda la cara fue un tanto perceptible.

-DIOS LO SIENTO NO TE HABIA VISTO ESTAS BIEN DIME QUE SI.

-SI SOLO HA SIDO...-esa voz esa voz de antes, abro los ojos y solo puedo ver a un brillo azul mirándome.

Sandra estaba detrás mío sin habla mientras me levanto con prisa y nerviosa agarrada de la mano del tío con el que he soñado en los últimos casi cuatro años. Estoy confusa pero veo como Sandra habla en ingles con el y le pide perdon por estar ahí que solo estábamos yendo a casa pero el le dice que no pasa nada que lo importante es que yo, y justo cuando habla de mi me observa y termina diciendo que yo este bien. Bajo la mirada veo mi mano agarrada a la suya todavía, y mi impulso hace soltarla aunque lentamente. Le miro a los ojos analizando cada matriz de ellos notando que el tiene curiosidad por si voy a decir algo pero lo único que puedo decir antes de salir corriendo sujetando y arrastrando a mi amiga es ''gracias'' y una lágrima derramada por algo que ni quiera sé que es. Una larga noche de desvelo me esperaba.

Después de correr durante diez minutos y sin responder a las palabras de Sandra, me paro en frente de la puerta de su casa respirando agitadamente. La verdad es que me había venido bien ya que hacía aire y soplaba contra mi cara y me calmaba en cierto modo.

-Tía, ¿me puedes decir que coño ha sido eso de antes? Tenías a tu maldito ídolo delante preguntando si estás bien y sales corriendo y encima me arrastras contigo, es que ni siquiera tia, haberme dejado sola que no me importaba-el enfado mezclado con la tontería de mi amiga me hace mirarla irritada.

-Mira no sé que me ha pasado, pero yo que sé, me ha salido hacer eso y punto-Sandra me mira apenada sacando las llaves de casa.

El silencio se apodera de todo el camino subiendo en ascensor y al entrar en su casa. Por suerte sus padres estaban fuera, no sé donde, pero me da igual, no tenía ganas de tener que mostrar amabilidad después de lo ocurrido hace rato. Me adentro en el salón para llegar al sofá y tirarme. Realmente me había quedado sin ganas. Unos veinte segundos más tarde noto como Sandra se tira encima mio y me abraza. Por eso la quiero. Nos decidimos a comer pizza y estas guarrerias de más de media noche junto al sonido de la tele aunque no le prestábamos mucha atención realmente. No habíamos sacado el tema desde lo de antes pero me decido a explicarle que por alguna razón tenerle ahí delante y que haya sido la situación de caerme y todo me había puesto realmente nerviosa y no podía estar delante por mucho tiempo, a eso mezcladle el salir de un concierto del cual tienes y tendrás el mejor recuerdo pero que ya no va a ocurrir y esas cosas. Realmente soy estúpida, pero no podía hacerle nada. Sandra me consuela diciéndome que a Niall se le había puesto una sonrisa tonta y la sonrisa tonta es la que le provoco yo a Sandra del tortazo en toda la cara por semejante gilipollez, pero así se pasó la noche entre una cosa y otra ya había pasado más de una hora y dos, y tres, y nos quedamos dormidas una al lado de la otra.

El sol entraba por las cortinas del salón y era la cosa más irritante de este mundo. Sandra seguía dormida, normal, mirando el reloj solo son las ocho de la mañana, siempre me pasaba lo mismo, me despierto en casa ajena antes que los demás. Sé que no puedo dormir más y me levanto a por un vaso de zumo, una vez servido me siento en la terraza y me quedo pensando en que en nada menos que unos días estaré lejos, muy lejos de mis amigos, mi familia, todo. Por otro lado voy a hacer lo que siempre he querido. Aventura. Vivir en otro sitio y estudiar, conocer a gente nueva. Me mentalizo en lo mejor porque sino la verdad acabaría llorando.

Solo quiero cambiar aires. Solo eso. Y voy a hacerlo. Como me llamo María.