Recuerdo hace años, alguien me dijo que debería de andar con cautela, cuando llegase el amor, lo hice.
Hasta que llego él...
"No todo es color de rosa."
•Historia basada en la vida real.
•No se permiten adaptaciones.
Acabo de llegar a la escuela, camino por el pasillo agarrando firmemente entre mis manos mi pequeño proyecto de reciclaje que la profesora nos mandó a hacer.
Dicha manualidad me me costó mucho trabajo hacerla pero valió la pena ya que quedo muy bonito y si, mi profesora ha retomado las clases nuevamente después de su reposo.
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(N/a el pote de el medio es la manualidad que hizo Valentina).
Cuando vengo pasando por los salones de 4to grado una pequeña personita me mira con los ojos llenos de curiosidad por lo que traigo en manos. Así que me acerco a ella antes de que me llame.
—Hola, Samanta —deposito un beso en su regordeta mejilla y con uno de mis brazos la abrazo.
—Hola, Valentina. ¿Eso es lo que hiciste de reciclaje de vidrio? —ella de igual manera imita mis acciones.
—Si, esto es lo que hice —respondo. Algunas de sus compañeras también se han quedado viendo mi llamativo helado de mentira.
—¡Te ha quedo muy lindo, parece de verdad! —exclama Samanta sonriendo y observando el objeto.
—Gracias —digo sonriendo con sinceridad. Se siente bien que reconozcan el trabajo de uno.
—Ugh, por lo menos tú hiciste algo bonito en cambio mi hermano ha hecho una cosa que quedo tremendamente fea —dice arrugando su entrecejo y nariz. Realmente es adorable.
Suelto una carcajada ante su información. Samanta aveces es exagerada y mas cuando se trata de criticar algo que hace Luca.
—Debes de estar exagerando —la miro con diversión y ella niega repetidas veces.
—No estoy exagerando digo la pura verdad.
—Pero por lo menos Luca hizo el intento de hacer algo en vez de no entregar nada.
—Eso es lo peor de todo. Además ya esta mas que comprobado que mi hermano apesta haciendo manualidades —suelta un bufido y también rueda sus ojos.
—No te comprendo —realmente no entiendo a lo que Samanta se hace referencia.
—Entre mi mamá y yo hemos hecho casi todo y estaba quedando bien. Hasta que mamá decidió dejar que Luca terminara el resto…
—¿Qué hizo?.
—Arruinó todo —contesta con simpleza. Ahora si entiendo, vaya flojo y destructivo que es mi mejor amigo.
—Oh... —es lo único que sale de mi boca.
(…)
—Realmente te has lucido, Valentina —dice Hannah observando curiosamente y con adoración mi manualidad.
