Tres. "Primer contacto con el amor de tu vida".

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Adentro estaba un sofá de cuero tipo cama, a la par había una mesita con dos copas y una botella de vino. Atrás del sofá había un gran espejo con una silla y dos floreros que tenían muchas rosas de color rosa pálido. También había una alfombra grande de terciopelo en el piso de toda la tienda.

Rubén estaba sentado en el sofá con las piernas cruzadas y con la mirada expectante.

-La primera cita que me hace esperar tanto...- sonrió travieso. -¿Tú eres Miguel?-

-Ehm sí, yo...- joder no podía articular palabra –Mucho gusto, soy ehm... Miguel.-

-fufu- río – Ven aquí minino, no te haré mucho daño-

Rubén se paró y camino hacia mí, comenzó a acariciar mi cuello mientras se pegaba cada vez más a mi cuerpo. Observe sus ojos, se miraban grandes y profundos por el delineador. Y confirme la duda de que sus ojos eran color cafés claro, bellísimos por cierto.

Tragué saliva, quería hacerlo pero no quería lanzarme sin antes conocerlo. Yo no era así.

-¿Qué sucede, capullo?- dijo rozando sus labios con los míos –No te hagas del rogar- río.

Volví a tragar saliva y lo aleje de mis labios. –Lo siento, soy un poco tímido, ¿Por qué mejor no nos sentamos?-

Él parpadeo y volvió a sonreír pícaramente.

-Eres de esos hombres conservados, ¿no? Bueno... tal vez con una copa no te cierras conmigo.- río.

Se dirigió al sofá y sirvió las copas con vino tinto. Me senté un poco alejado de él, sentí que tenía ese impulso de besarlo y tocarlo con desesperación pero me contuve. Me dio la copa y se sentó a la par.

-¿Será que en serio me tienes miedo, capullo?- Sonrió y pasó sus dedos por mis piernas. Me sorprendí y volví a tragar saliva. Joder, no sé si resistiría.

-No es eso, ehm... estoy nervioso, perdón.- reí rascando mi cabeza con nerviosismo.

-Vamos, bebé, verás que después dejarás de temerme- dijo esto y se me acerco para encimarse a mí.

Empezó a menear sus caderas encima de mí obviamente con el propósito de provocarme. Acariciaba mi pecho y rozaba mis labios con los suyos. Tragué más saliva y cerré mis ojos tratando de controlarme. Él comenzó a moverse un poco más rápido y mordió mi oreja.

Estaba a punto de ceder a sus provocaciones, pero recordé mi promesa, quería conocer a Rubén y antes de "follarlo" quería que me prometiera que sería solo conmigo, no que lo hiciera por ser yo uno más de sus clientes.

Debía conocerlo más a fondo, salir con él lejos de este lugar de mala muerte, y quizás, hacer que me quisiera como yo ya lo quería.

Aunque lo deseara tanto, no lo haría.

-Ehm no, perdón...- le retiré y cubrí mi cara para que no viera mi sonrojo. –Es más, aún no te digo lo espectacular que estuviste.-

Me miró extrañado y sonrió –Pues gracias, es algo que...-

-No, es que no lo sabes...- dije de repente –Bailas de maravilla y la forma en que te movías en el tubo fue de otro mundo. Eres hermoso y ehm... no sé fue increíble y me encanto, no suelo ver strippers y pues quede encantado y no sé...- quería decirle tantas cosas pero no dije ni la mitad.

Él me vio sorprendido y tosió.

-Si pues, te agradezco...- tomo su copa de la mesita y bebió un largo sorbo, se miraba como perdido. -¿Estas bromeando conmigo?-

It's Rubén, not Sydonai. || Rubelangel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora