A la mañana siguiente Rita quedó restablecida a los valores de fábrica por así decirlo hablando de sus diferentes magias.
Debido a que tiene [Slash +10] puede ir al castillo sin muchas preocupaciones asesinando a los monstruos que se encuentre, además así observaré si un NPC puede aumentar su nivel. Estaría bien ya que la habilidad que me permite crear subordinados tiene un límite. No puedo crear un subordinado con más del nivel ciento veinticinco y tengo un total de mil niveles. Es decir, puedo crear ocho NPCs de nivel ciento veinticinco o cien NPCs de nivel diez.
Si crease cien NPC de nivel diez y aumentasen de nivel hasta el ciento veinticinco tendría una fuerza aún mayor.Amira y yo estamos aún en un restaurante desayunando después de que Rita terminase. Ahora mismo ella está devorando una especie de tostada con algo similar a mermelada, le entró de lleno y luego se bebió el vaso de leche.
¿Acaso sabe controlarse cuando se trata de comida? Bueno, vivió en la calle por lo que supongo que no comía mucho por eso no sabe detenerse.
Amira cogió un cruasán del enorme plato y yo le alejé el plato para que no cogiera más. Era como el séptimo y no son pequeños. Ella fijó su mirada al plato mientras no dejaba de morder su cruasán, no sabía si se iba a lanzar a él por lo que lo dejé en la mesa detrás del mí.
"Si comes más te hará daño."
"...Pero hay comida."
"Eso no importa, la salud es lo importante."
"...Entiendo. Pero la comida es importante."
"Cierto pero no abuses de ella. Espera hasta la hora de la comida, aunque si luego tienes hambre iremos a por un almuerzo."
"...¿Porqué?"
Ya se había acabado el cruasán y me hizo una pregunta con la mínima voz. Aunque no entendí lo que quería preguntar esperé hasta que al poco continuó hablando.
"...¿Porqué me ayudas?"
"Abriré un negocio en un día o dos que me proporcionará un sueldo bastante alto, aún me quedan muchos ahorros y por la casualidad el destino o lo que quieras llamarlo me hizo encontrarme contigo. Yo creo que es normal ayudar, es más, me pregunto si no hay en esta ciudad un orfanato."
La dejé sin habla durante un momento mientras que yo en cambio pensé rápidamente en lo que venía ahora.
"Ya habrán abierto las tiendas, venga vamos a por ropa para tí."
Salimos del restaurante y caminamos por las calles encontrando una tienda que me gustó. Entramos y como Amira no tenía idea de moda y no tenía ningún interés en la ropa le tocó elegir al dependiente. Un vestido con la falda marrón y la camiseta blanca con unas botas de cuero y medias negras.
Viéndola así parece una hija de alguna familia cualquiera, su cabello castaño y su bonito rostro ahora limpio estaba radiante.
"...Es cómodo y ¿No es bonito? Creo que es bonito."
"Te queda muy bien."
"...¿En serio lo crees? Aunque solo soy del montón."
"No lo eres. No pienses eso además aún te falta mucho por crecer seguro que no serás una del montón."
Mírame a mí, seguro que si frunzco el ceño tengo una malvada cara al que muy pocos se acercarían. Yo antes era del montón pero al cambiar de cuerpo acabas superando eso del aspecto.
Salimos de la tienda habiendo comprado varias otras ropas para ella, yo me temo que tengo esta apariencia por el juego y cuando me cambio de ropa desaparece volviendo a mi ropa a excepción de armaduras. Eso del aspecto predefinidos para jugadores o de la apariencia y ropaje de un Boss es horrible, aunque al final me acostumbré. Amira caminaba a mi lado pero a veces se la veía mirando su ropa con gusto.
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Renacimiento como el Boss de la última planta en otro mundo.
FantasyUna enorme sala con un color oscuro y cortinas rojas, la sala de un rey. Soy el Boss final del juego de fantasía, mi apariencia es humana y me transformo en un monstruo. Cabeza con cuernos de cabra, pelaje en todo mi cuerpo y aunque tenga brazos y p...