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Narra Isaak

Retrocedí ante aquella gran bestia enfrente mía, tenía miedo aunque en parte sé lo atribuía a mi poca ebriedad.

-¿Qué se supone que e-eres?- pregunté acercándome.

Sabía que estaba consiente pero seguía pensando que estaba en estado de ebriedad por lo que le perdí un poco el miedo a lo que sea que estuviera ahí frente a mi.

Me acerqué y con mi mano traté de tocar un poco a aquella criatura, parecía que este se dejaba, pase mis manos por su negro pelaje unas cuantas veces, aún así no despegaba sus ojos de mi.

-Pero si esto es tan real...- dije una vez terminé de examinar a lo que parecía ser un gran lobo.
-Debe ser una especie pérdida, un lobo tan grande no puede existir- dije extrañado.

Me alejé y lo miré, tenía que seguí mi camino y al parecer este lobo no era hostil.

-Luna- se escuchó una voz lúgubre y cavernosa.

Mire a todos lados algo asustado por lo que había pasado, pero no había nada o nadie más que yo y el lobo.

-Esto ya me está afectando jajaja, ahora escucho cosas- dije nervioso y me dispuse a seguir caminando.

El lobo se interpuso en mi camino y me miró fijamente.

-Luna, tienes que venir conmigo- dijo el lobo.

Abrí los ojos sorprendido, aquel lobo enorme acababa de hablarme, retrocedí un poco y caí al suelo.

-No, no, no esto no es posible jaja, tú ¿Hablas?- pregunté incrédulo.
-Si, debemos irnos- dijo.
-Dios...- dije conteniendome la impresión.

El lobo gigante se acercó a mi lentamente, mi instinto me dijo que me alejará, el lobo al ver mi acción mostró su gran mandíbula y sus afilados y blancos dientes, empecé a temblar, probablemente me mataría de una mordida en la yugular con semejantes colmillos.

Estaba apunto de alcanzarme cuando unas luces iluminaron el camino, el lobo gruñó y salto rápidamente al bosque, perdiéndose en la negrura.

Yo me tambalee un poco y caí sentado en la poca acera del lugar, una camioneta blanca se acercaba, trate de hacer unas leves señas, estaba aún perplejo por lo que había pasado.

Para mí suerte la camioneta se detuvo y de ella salió un tío de mi edad o incluso un poco más grande, llevaba unos jeans ajustados y una camisa negra, esté se acercó a mí y me miró.

-Oye, ¿estás bien amigo?- dijo una vez quedó a mi altura.
-Y-yo... Si, ¿Vas al pueblo?- le pregunté espabilando un poco.
-Si, es muy noche y me dirijo a casa- dijo y me ayudó a levantarme.
-Gracias, no quiero sonar aprovechado, pero... ¿Podrías darme un aventón?, Me da miedo estar por aquí...- dije algo apenado.
-Oh claro, sube, es raro que estés a estas horas de la noche- dijo y subió a su camioneta.

Asentí y rodeé la parte delantera para subir con él, una vez lo hice me coloqué el cinturón de seguridad y traté de relajarme.

-¿Estás bien?, Pareces algo tenso- dijo y con su mano tomo mi barbilla para examinar de cerca mi cara.

Yo me sorprendí un poco y un sonrojo se hizo presente en mi rostro.

-Yo... Emm... Si te dijera lo que me pasó, me creerías un loco, aparte, seguro fue mi imaginación- me recliné en el asiento un poco asiendo que él me soltara de el rostro.
-Hmm ahora que lo veo, ¿estás ebrio?- preguntó.
-¿Qué?, No, no, bueno, no sé, necesito dormír- dije confundido.
-Bueno, ya me contarás otro día jaja- rió y empezó a conducir.

Monochromatic Moon (Hombres Lobo/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora