Monochromatic Moon (Hombres Lobo/Gay)

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Narra Isaak

¿Quién diría que tendría mi primer beso con Axel?

Cualquiera se hubiera imaginado que yo me alejaría de aquel destino impuesto por una deidad que ni yo creía conocida, aún así, lo que esta destinado a suceder, siempre es lo que pasa.

Y ahí estaba yo, abrazado a Axel por el cuello, el me sujetaba firmemente de la cintura, había algo en él que era diferente, podía notarlo, o quizás por primera vez, él me estaba empezando a gustar, no lo sé.

El beso fue algo largo, nos separamos a falta de aire, mi rostro estaba rojo, Axel solo sonreía mientras me miraba con ternura, lancé una risa nerviosa y oculté mi rostro en su pecho.

-Aquí estoy Isaak- dijo mientras olía mi cabello.

Levanté un poco la mirada y volví a hundirme en él.

-Y-Yo... Lo siento, todo lo que ha pasado es mi culpa...- dije sin despegar la mirada.
-Hey, tranquilo, estoy seguro que todo esto pasaría de igual manera, no te sientas mal- dijo una vez tomo mi barbilla y la levantó.

Esa mirada, tenía algo que no podía describir, era tan... profunda, casi como un abismo oscuro, pero un abismo donde no tienes miedo de estar, de caer, de perderte, supongo que era su intención dejarme ver eso.

Le sonreí más sonrojado que antes y lo abracé.

-M-muchas gracias- dije.

Axel correspondió el abrazo y seguido de eso, flaqueó un poco, cayendo de rodillas en el acto.

-Axel, ¿Estás bien?- pregunté una vez me agaché a ayudarle.
-Si... Agh, creo que sobrepase un poco mis limites jeje- dijo aún en el suelo.

Sara se acercó y lo tomó de uno de sus brazos.

-Isaak, ayúdame a levantarlo- dijo.

No dudé y lo tomé del otro brazo para poderlo levantar, entre Sara y yo lo ingresamos a la aldea, donde rápidamente lo atendieron y se lo llevaron a un pequeño hospital de ahí.

Mirábamos como se iba, solté un leve suspiro y miré el cielo.

-Entonces... ¿Qué harás Isaak?- preguntó Sara en mi oído.

La miré de reojo y volví la mirada al frente, toda la gente ahí, mirándome, niños, jóvenes adultos, caminando, hablando, llevando sus vidas normales.

Y yo; un joven normal destinado a ser el mate de un hombre lobo, líder de la manada Moonlight.

Aún así, creo que las cosas pueden mejorar, no será como aquellos días en los que odiaba estar aquí, encerrado, creo que de alguna manera todo va a cambiar.

-Creo que alguien me necesita aquí, así que por el momento me quedaré, tendré que acostumbrarme supongo- dije y cruce mis brazos.

Sara puso su mano en mi hombro y me sonrió.

-Estoy segura de que él te lo va a agradecer y está manada volverá a su antigua gloria- dijo.

Pensé un poco y asentí sin decir mucho.

-Iré a verlo- dije.

Estoy seguro que en ese momento Sara me sonrió o algo por el estilo, no volteé a mirarla, simplemente comence a caminar hacia donde habían llevado a Axel.

Varias personas que me veían pasar, me saludaban, otros solo me miraban sin decir nada, no estoy seguro de que les agrade la idea de que yo sea el mate de su alfa, aunque hacer algo contra mi no creo que termine con un buen resultado.