Capítulo 14

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Athos:

Ya pasaron tres días y Calissa no despierta. Ya me preocupó que técnicamente salvó a D'Artagnan de una muerte segura y todo por un descuido de él.

Porthos han estado de un lado a otro informando al Rey Louis y a la reina Ana sobre el bienestar de Calissa. D'Artagnan se ha estado lamentando si descuido, tanto así que no ha comido desde lo ocurrido, no ha hablado, se la pasa sentado en una de las escaleras perdido en sus pensamientos. Mientras tanto Aramis no ha aparecido, él dijo que debía darse un tiempo, de sentía culpable por haberla cuestionado.

Planchet me trae cada cierto tiempo un poco de agua tibia en una pequeña olla junto con una toalla, para poder remojarla y colocarla en la herida, así la cicatrización será más rápida.

- Ya vine - dice Porthos entrando a la casa. Su Toño de voz denota preocupación y cansancio, al parecer le susurra algo a D'Artagnan ya que las pisadas paran. Pasa el rato y él sube apresuradamente, toca la puerta.

- ¿Sí? - me limitó a decir, sé que es difícil todo lo que esta pasando. Aunque aún no entiendo como es que Louis nos encargo del cuidado de Calissa, tal vez nos quería hechar más culpabilidad de la que tenemos.

- ¿Puedo pasar? - dice Porthos abriendo Poco a poco la puerta.

- Sí - digo perdido en mis pensamientos. - ¿Sabes algo sobre Aramis? - cuestiono.

-No, nada de rastros sobre él. Y ya le avise a Louis como esta Calissa, estuve a punto de romperle la cara al Cardenal. - pone su mano en la cara- Cuando dije que aún no se despertaba, Richelieu alzó una sonrisa como de victoria. Louis y Ana no lo vieron pero yo si y me cabreo bastante - da un largo suspiro.

- Algo me dice que esa persona fue enviada por él para acabar con los Reyes o con Calissa - Sigo pensando una y otra vez lo sucedido- Porque es una gran casualidad que todos los guardias que iban con ellos están muertos y Léonard este desaparecido.

- ¿Quién tenía conocimiento de cuando regresarían los Reyes? Solo él, por lo que yo sé ni siquiera el cardenal sabía cuando regresarían exactamente. - se sienta a mi lado en un sillón color beige frente a estos, una mesa de color café oscuro, en dicha habitación hay 6 sofás, una chimenea de ladrillo, la pared de un color crema, y la cama que es cubierta por una cortina.

- Además ¿Quién tiene conocimiento de como atacan los guardias? ¿Cómo es que nadie gritó? ¿Cómo es que los atacaron por sorpresa? - Dije confundido cuestionando si Calissa tiene razón en que no confiemos en Leonard, porque yo no confío en él.

- Sea lo que sea debemos investigar desde ya. Aunque me imagino que Aramis lo estará haciendo por su cuenta - dice Porthos con una esperanza grande.

- No sabemos en donde se metió además dudo que haga algo por ella, recuerda que él no le tiene confianza - Doy un suspiro- ¿Acaso el sabe algo? 

- Lo dudo porque él la conoció, como nos conoció a nosotros 3, fue una casualidad y si ya sabía algo de ella lo hubiese dicho desde el principio tal vez así no habría tanto escándalo como ahora - dice Porthos poniendo su mano en la barbilla- Como sea, será mejor que duermas, ayer velaste por Calissa hoy será mi turno.

- Pero apenas son las 6 de la tarde - comento.

- Estas con ojeras y no has comido casi nada, anda a comer viejo amigo -me sonríe y da una palmada en la espalda.

- Gracias - le digo sin más, me levanto del sofá, voy hacia la puerta y salgo de la habitación para dirigirme a comer y dormir en el sofá de la Sala.

Porthos:

No sé bien lo que pasó ese día fue algo tan repentino, no entiendo como ella logró aguantar, dejó todo el camino lleno de sangre cuando la dejamos aquí.

Los tres mosqueteros: La hija de BuckinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora