Presión

173 8 9
                                    

Narrador:

Algunas historias hacen que las cosas cambien, algunas te hacen pensar incluso de como son algunas historias desde otro punto de vista y las consecuencias que conlleva.

- Padre,  te digo y te lo he de repetir no me casare con ninguna princesa o plebeya,  no estoy interesado en el matrimonio - dijo un joven de ojos azules, cabello castaño, piel de un color durazno, era apuesto - Lo único que quiero es conocer el mundo que me rodea, saber que me espera allá afuera. Ser libre.

- Debes hacerlo o nuestro linaje se quedará hasta aquí, tu tío lo haría excelente pero falleció y tú bien sabes que el último en tener la corona sería...

- Lo sé, pero apenas es un bebé, no se puede hacer nada, más que alguien tome la corona. Yo no estoy interesado padre - El muchacho dio una leve reverencia y camino hacia la puerta.

- ¡Kenneth! No cometas una idiotez - dijo el hombre de barba blanca, cabello que le llegaba a los hombros, ojos color miel y estatura promedio.

- Padre, perdoname sé que Inglaterra nos necesita más ahora que tenemos varias diferencias con otros reinos pero no quiero formar parte de esta masacre - él abrió la puerta.

- ¿Estas seguro que eso es lo que quieres? ¿Dejar a tu anciano padre? - dijo en tono melancólico.

- Sí, estoy seguro además que perdí el interés de todo esto, si ella no está a mi lado, además de explorar el mundo buscaré a esa mujer debajo de las piedras - Aún estaba dándole la espalda, solo ladeo la cabeza para ver la reacción de su progenitor.

- En ese caso dime cual quieres que sea tu primera expedición, irás en barco esta noche y no me molestarás más - dijo seco sin dejar de imponer autoridad.

- Gracias padre y perdón por todo esto,pero quiero que comprendas algo, yo soy un adulto con muchas ideas no puedo quedarme en un solo lugar,debo agilizar mi mente día a día, pero a todo esto espero que puedas comprender - dicho esto se fue caminando por el largo pasillo del Castillo.

- Su Majestad, perdoné mi atrevimiento pero ¿Ahora que haremos? - dijo un Guardia algo dudoso y preocupado.

- Matalo - dijo sin mayor remordimiento - Más de algún plebeyo ha de parecerse a él.

- Pero señor... - el Guardia fue interrumpido.

- No dejaré que ese imbécil de 30 años nos deje en vergüenza ¿Oíste?  - Dijo el Rey viendo de pies a cabeza al Guardia, alzó la cabeza y se sentó en su trono color dorado con terciopelo rojo.

- Sí, su Majestad - asintió aquel Guardia algo temeroso.

- Sí desea explorar el pequeño mundo, Si quiere irse de Inglaterra, si insiste en buscarla que haga lo que quiera pero no llegará demasiado lejos - El hombre que utilizaba una toga blanca larga junto con una capa hecha de terciopelo azul, tomó de una bandeja una copa con vino - No todos tienen madera para gobernar.

- Disculpe si soy demasiado entrometido su Majestad pero ¿Qué pasará entonces con el Reino?  Me refiero a que ¿Quién será nuestro siguiente monarca?  - el Guardia estaba algo temeroso por pasarse de preguntón, porque sabía perfectamente que el Rey Jacob I era conocido por ejecutar a quién se le pusiera en frente sin dudarlo.

- Hmm debo encontrar a un remplazo, dime ¿Tú conoces a alguien parecido a ese bastardo? - dijo el anciano rey  con un tono lleno de irá.

- Lamento decirle que no Majestad, aunque su desea yo podría buscar a alguien similar - El Guardia antes mencionado no estaba de acuerdo con lo decía pero el miedo de ser ejecutado era muy grande y la única opción sería colaborar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 26, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los tres mosqueteros: La hija de BuckinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora