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El príncipe Esteban, tomó a Regina de la mano y en ella plantó un beso, ambos se hicieron una venía y comenzaron a bailar, Esteban no dejaba de admirar la belleza de la joven desconocida, la luz que tenia su mirar y la ansiedad que en sus labios vio, sin duda esa locura de sentir y amar, supo que ella podría ser su amor verdadero, Regina sólo se dignaba a observar sus ojos marrones mientras bailaban al compás de la música, Esteban la acercó más a el y se dispuso a dejar un beso en sus labios pero ella instantánea y sutilmente se alejo de el

- Fue un placer haber bailado contigo ya me debo ir - dijo Regina

- Por favor no lo hagas ahora, lo estoy pasando de maravilla contigo - suplico Esteban

Regina escapó de sus brazos y corrió hasta la salida, su antifaz cayó en la entrada del castillo, Esteban se acercó a la puerta mientras Regina había desaparecido, recogió el antifaz y en ese momento pensó que seria la ultima vez en que la vería y el único recuerdo era su antifaz

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Los Príncipes No Van Con Las PlebeyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora