7

117 4 0
                                    

Todos estaban reunidos para almorzar, la reina decidió ceder la palabra al menor de sus hijos (Esteban)

- Madre, ella es la chica que movió mi suelo el día en que bailamos - habló el joven

- Por favor príncipe Esteban - dijo Regina

- Que bien, ¿como te llamas cariño? ¿Que edad tienes? ¿desde que reino en crecimiento vienes? - preguntó su majestad Angela

Regina entró en crisis, pero solo hablaría con la verdad

- Bien, tengo 17 años de edad, vivo sola debido a que mis padres murieron y mi hermana se marchó del continente, no vengo de ningún reino en crecimiento, soy... - echo una mirada de reojo a Esteban - sólo soy una campesina

La reina observaba con atención a Regina, Esteban se encontraba confundido y su hermano Nicolas sólo prestaba atención

- Me llamo Regina - dijo y observo a Esteban con desilusión

- ¿Regina? - Esteban se levantó de la mesa

- Cómo te atreves a traer una plebeya a mi mesa - habló la reina

- Madre calma, el solo se cegó por el amor - dijo Nicolas

- Bien... hijo, Esteban, quiero que ella también oiga lo que te quiero decir y la verdad es, que yo te amo y nunca estaré contra tu palabra y no quiero obligarte a nada... Yo esperaba a que te desposaras con Elizabeth, pero si amas a Regina no tendré ningún problema

- Madre, la verdad es que yo no me esperaba esto, la verdad tampoco había esperado haberla besado la noche del baile, conozco a Regina desde hace mucho, jamás espere sentir algo por ella... Pero ahora me doy cuenta como es realmente y que la noche en la que bailamos sentí una chispa que activo todos mis sentidos. Nunca me casaria con Elizabeth, es engreída y no tiene humildad en su corazón - habló Esteban

- Que buena decisión hermano - dijo Nicolas

- Regina, yo... - Esteban se arrodilló un poco - quiero que seas mi esposa - Esteban tomó una de sus argollas y se la colocó en el dedo a la joven anhelada por los hombres

- Príncipe Esteban yo... estoy avergonzada, no espere esto de ti, no se que decir, ¡ay! Yo, te amo... Si quiero, estaré complacida al ser vuelta tu esposa - Regina se inclino un poco y volvió a sentir aquellos suaves labios sobre los suyos con fascinación.

Los Príncipes No Van Con Las PlebeyasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora