• 71 •

2.1K 103 8
                                    

Paulo

Toqué la puerta y suspiré.

Me abrió un señor que supongo que era el papá de Martina.

-Hola, señor, vengo a ver a Martina- le pasé la mano y él me miró con una ceja alzada.

-Dybala, ¿vos sos el pibito que lastimó a mi hija? ¿Vos querés que yo te cague a trompadas?

Si les digo que sentí miedo... A la mierda, estoy cagado.

-Te estoy jodiendo- se rió y lo miré raro- Igual estás advertido. ¡Hija, te buscan! No te voy a invitar a pasar, no lo mereces- dijo y se fue.

-Hola... Ah, sos vos- dijo Martina cuando me vio.

-Hija, vamos a salir, nos vamos a la casa de tu tía, cualquier cosa, nos avisas... Paulo, hola- saludó su mamá.

-Alicia, ¿qué tal?

-Todo bien, suerte Paulito, yo te quiero como yerno- sonrió.

-Mamá...

-Bueno, nos vamos, cuidense- ella se subió al auto y su papá antes de irse me hizo la típica seña de que me tenía en el ojo.

Se fueron y la miré de nuevo.

-Dejame que te explique- ella me miró seria.

-¿Ahora te vas a excusar? ¿Me vas a decir que Antonella no supera su relación? Claro, soy una pelotuda, tantos años estuvieron juntos y vivieron momentos únicos, ¿cómo pude creer que podíamos tener algo? No podemos estar juntos, por todo, no po...- la besé.

Primero trató de alejarse pero insistí un poco más hasta que me correspondió.

Era el beso que necesitábamos los dos.

Martina

Me besó.

Traté de alejarme pero insistió y no me dio de otra que correspondérselo.

Tanto lo extrañaba, tanto lo necesitaba.

Nos separamos por falta de aire y él juntó nuestras frentes.

-Antonella está fuera de sí, yo ni sabía que estaba ahí, me agarro por sorpresa. Te lo juro por Dios, jamás te haría daño- lo miré a los ojos.

Ellos demostraban sinceridad.

-¿Quién dice que no puedo tenerte a mi lado? ¿Quién dice que no podemos ser felices? ¿Quién si quiera sabe qué nos tiene preparado el destino? Te amo y eso no lo dice nadie más, no con el amor y sinceridad con el que te lo digo yo, te amo con locura y eso sólo sé yo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Te amo, Martina.

Y yo también, lo amaba a pesar del poco tiempo que nos conocíamos, lo amaba porque me hacía sentir como nadie más, lo amaba por todo.

Había venido hasta acá por mi y lo sabía porque cuando estábamos en Grecia me dijo que ya no tendría permisos.

Esto demostraba tanto. Nadie sabe lo que puede llegar a pasar pero nosotros sabemos que cada problema lo podremos sobrellevar y disfrutaremos todo lo lindo que nos pase.

Aunque lo más lindo que me había pasado fue conocerlo.

-Yo también te amo, Paulo.

Lo besé.








Instagram || Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora