Diario de una otaku

Sara es una chica que siempre esta pensando en como la verán los demás, por eso guarda sus gustos y sus pensamientos en un diario. Todo con el propósito de mantener su estatus social. Aunque eso estará en peligro cuando cambie su diario con el chico mas pringado y marginado de todo el instituto, Javier.

¿Como reaccionarán ante la persona que sabe todos sus secretos?

Ya han acabado las clases, me tengo que dar prisa si quiero comer y llegar a tiempo a mis clases de Inglés.

He recogido mis cosas lo más rápido que he podido y he salido corriendo de ahí.

Justo cuando he ido a por el autobús, he buscado mi diario en mi mochila cruzada. ¡Y no está! ¡Tengo que ir rápido a por él antes de que pierda el autobús!

He ido a mi clase, y he visto el diario en el suelo, se habrá caído. Bueno, ¡me tengo que dar prisa si quiero llegar a tiempo!

No he perdido el autobús por los pelos, gracias a que el conductor me conoce.

He comido y he llegado a mis clases de Inglés, de vuelta a mi casa he ido escuchando música, mientras me tomaba un chocolate, he pasado por una tienda de música genial, tengo que venir aquí algún día.

En mi casa, he hecho la tarea con música, como acostumbro a hacer. Luego he visto unos capítulos de kaichou wa maid-sama y he jugado un poco a Zelda Ocarina of Time.

Ha llegado la hora de escribir en mi diario, aunque más que un diario... es un cuaderno con kirbi en la portada. Pero ese cuaderno tiene todos mis secretos, cualquier persona que lea eso será mi fin. Nadie puede saber lo que pone ahí, sino seria una marginada como Javier. Y no quiero llegar a ser eso.

He abierto mi diario, pero esta no es mi letra...

He comenzado a leer, este diario no es el mío, es de un chico por lo que veo, aunque podría pasar por mi diario perfectamente, tiene los mismo gustos que yo.

He mirado a ver de quien es, Javier.

NO, NO NO NO NO NO NO NO NO NO

¿Que tengo que hacer? Si le dice a alguien lo que pone en ese cuaderno seré una pringada como él.

Todos estos años esforzándome por sacar unas notas que no sobrepasaran el 8 pero que no fueran menores de 5. Y yo soy muy inteligente, y me cuesta mucho.

Guardandome mis gustos para mí misma, para que no me rechacen por ello.

Ahora todo esto se va a ir al traste por culpa de mi despiste y por culpa de él.

No se que tengo que hacer a partir de ahora.

[.....]

En el colegio fui a hablar con Javier.

-¡Hola Sara!, ¡Tengo tu diario!

-Shhh, callate y ven conmigo.

Le he llevado a un sitio en el que no nos puede ver nadie.

-Lo he leído, no pensaba que fueras así... ¿Por que actúas de esa manera?

-No es de tu incumbencia. Devuelveme mi diario.

-No

-¡Devuelvemelo no es tuyo! ¡Yo te devuelvo el tuyo!

-No

-¡Devuelvemelo! O sino...

-¿O sino qué?

Le he mirado a los ojos.

-¿No te has preguntado porque soy tan diferente?

-Si, pero no encuentro una razón coherente.

-¿Coherente?

-Si, he pensado que porque te importa la opinión de la gente. Pero aún así no vas a cambiar toda tu personalidad por un estatus... he pensado más pero no veo ninguna razón lógica.

-Pues ya has dicho el por qué.

-¿Enserio?- ha abierto los ojos como platos.- ¿Me estas diciendo que has cambiado toda tu personalidad por la gente? ¿Eres tonta?

-Me da igual lo que pienses tú.

-¿Por que yo sí y los demás no?

-Porque tu no tienes criterio en este instituto.

Ha cerrado los puños y me ha hablado enfadado.

-¿Por que no? ¿Por que no soy popular? Tengo el mismo criterio que cualquier otro chico en "este instituto". Aquí nadie viene a ser popular, presumir de ropa o de inteligencia. Aquí se viene a aprender, no a estar pendiente de los demás. Deberías ir dándote cuenta de ello.

Me he callado y solo le miraba.

-¿Me devuelves mi cuaderno?

-No, ¿para que lo quieres? si esta persona no existe. Te diré una cosa, en este cuaderno existe la chica ideal, la que muchos chicos lucharían por ella, inteligente, divertida y con sus propios gustos. Pensaba que eras inteligente, pero veo que me equivocaba.

-Tu que sabrás sobre como soy yo.

-La verdad, no lo sé. Pero estoy seguro que mejor que cualquier otra persona que conozcas.

Y así se fue Javier, hecho una furia. En el fondo sabia que llevaba razón, pero no quiero ser como él. No puedo aceptarlo. Quiero pasar desapercibida, no me gusta ser el centro de atención.

De ahora en adelante tendré que tener cuidado con él, porque me conoce mejor que cualquier otra persona. Puede que incluso mejor que yo.

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Este es el prologo de la historia, para que os hagáis una idea de lo que va a ir. Decidme en los comentarios si os gustaría que la siguiera. Pienso que una buena forma de mostrar los temores de la gente a ser rechazada por... sus gustos, forma de pensar etc.

Espero que os guste, decidme si queréis que la continúe :D