-Javier...- estaba en estado de shock-
-Si, Sara, soy yo. Eso fue lo que intenté decirte ayer, pero ni tú ni tus amigas me dejasteis.
-Entonces... lo de la cita...
Estoy en algo mas que en shock, ¿por que la vida es tan cruel conmigo?
Yo solo quiero querer a alguien normal. De todas las personas posibles... ¿por que él?.
Aunque claro... ¿que esperaba? ¿Un príncipe azul? Él ya me lo advirtió.
Entonces interrumpió mis pensamientos.
-Anda, no pongas esa cara. Ni que hubieras visto un fantasma.
-Pero... - ¡Espera un momento! ¡¡PUSE EN MI DIARIO QUE ME GUSTABA!! ¿Sabrá...?-
-No sé que estarás pensando pero me lo imagino. Sé de sobra que estas enamorada de mí.
¡MI VIDA ES UNA RUINA!
-¡No puede ser! ¡Tú no me puedes gustar!
-¿Por que no? No me digas que es porque me consideras un marginado- Al ver mi cara reaccionó molesto- ¡Es por eso! ¡Eres una hipócrita! ¡Aparentas ser una persona y luego eres todo lo contrario!
No contesté, me limité a mirarlo.
Lo cierto es... que me gusta. Me encanta su forma de ser, además es guapo. Solo que... es un marginado y no me puede gustar. Sino seria la marginada de la clase...
-¡ERES UNA ESTÚPIDA! ¡NO SÉ COMO PUEDEN EXISTIR PERSONAS COMO TÚ!
-Te estas pasando...- dije con un hilo de voz. Pero esto pareció aumentar su enfado.
-¡ME DAS ASCO! ¡ERES REPUGNANTE! ¡NO HAY PALABRAS SUFICIENTES PARA EXPRESAR EL ASCO QUE ME DAS!
Una lágrima empezó a resabalar por mi mejilla. Eso pareció calmarlo un poco, dejó de gritar, pero no fue suficiente para que parara. Seguía mirándome con la misma cara de desprecio.
-No sé por que lloras. Tú has decidido ser así, Tú has elegido negar la existencia de Sara. Sara ya no existe, ha muerto. Al menos para mí.
Ya no podía reprimir más mis lágrimas, ¿Por que es tan cruel? Aunque... ¿Por que lloraba por él?
¿Por que sé que tiene razón?
-Javier...Yo...
-No tienes nada que decir, tampoco tienes porque disculparte. Tranquila, ya no tendrás que preocuparte más por mí. Pero eso es lo que querías ¿no?
Estaba aterrada, ¿enserio?, ¿Soy tan repugnante? Esque... no puedo mostrar como soy realmente, ¿y si me rechazan?. Yo... no puedo aceptar esa posibilidad.
-Me voy, es una perdida de tiempo estar aquí contigo.- Y así se empezó a alejar.
No sé porque... pero tenia miedo. ¿Quiza por que él es el único que me conoce realmente y me dice que doy asco?. No lo sé, pero ahora necesitaba que alguien me ayudara, y esa persona esta enfrente de mí. La que me ha hecho sentirme así.
Es curioso como la única persona que puede hacerte sentir la mejor, puede hacerte sentir la peor.
Es irónico.
Y sin querer, corrí hacia él, le agarré del brazo para detenerle.
Eso lo detuvo, creí que me diría algo reconfortante. Creí ver un rayo de esperanza. Pero solo fue una ilusión.
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Diario de una otaku
RomanceSara, es una chica normal en un instituto como cualquier otro. En su instituto pasa totalmente desapercibida, puesto que no es de las más populares, pero tampoco es una marginada. Ella siempre piensa en como la verán los demás, por eso guarda sus se...