Diario de una otaku

Capitulo 5

Me he quedado en shock, no he reaccionado, solo me he quedado quieta, esperando a que su hermano termine de besarme; cosa que no hacia así que Javier ha apartado a su hermanastro de mi con brusquedad.

-¡Diego eres imbécil! ¿Que te crees que estas haciendo?- se le notaba enfadado.

-Ey, ey, ey tranquilo.- ha sonreído divertido.- Parece que los besos amansan a las fieras.

Me ha mirado sonriendo victorioso, estaba apunto de llorar, me ha besado un imbécil delante del chico que me gusta. Me siento sucia.

-¡Vete de mi cuarto ya! ¡Si vuelves a hacerle algo te mato!

Se ha ido riéndose, y yo apunto de estallar en lágrimas.

-¿Y que pasa contigo? ¿No has podido hacer algo para que deje de besarte? ¡Te has quedado inmóvil!

Estaba mirando fijamente el suelo, intentando aguantar las lágrimas, si le miro voy a llorar. Esta enfadado, se le nota.

-¡Mirame! ¿Por que no has hecho nada?- no he reaccionado, se ha acercadova mí y me ha puesto sus manos sobre mis hombros- ¡Que me mires!

Le he mirado, con los ojos cristalizados. He podido notar como una lágrima surcaba mi mejilla. En ese momento ha suavizado su rostro.

-Javier... yo no quería, pero... no he podido hacer nada... estaba en shock.

-Maldito Diego-ha mirado a otro lado y ha escupido las palabras con odio, parecia... impotente. ¿Pero por que?

Le he mirado a los ojos, parecía pensativo, ¿Que estaría pensando? ¿Que pensamientos cruzan su mente en este preciso instante? Me gustaría que pensara en mi, pero creo que ahora esta pensando en su hermano, si piensa en mi, no creo que sea nada bueno.

¿Nunca has deseado saber que piensa esa persona importante para ti? ¿Nunca te has imaginado lo que cruza su mente? No creo ser la única en pensar así, ¿cierto?

-Javier...- me ha mirado a los ojos- Sabes que no me gusta tu hermano, ¿no?

Me ha investigado con la mirada, finalmente ha suspirado.

-De acuerdo...-Ha bajado la mirada y la ha subido al momento, me ha sonreído divertido.

-¿Q-Que pasa? ¿Por que me miras así?

-Me debes una, y ya sé que me vas a deber.

-P-Pero... ¿¡Como has cambiado de parecer tan rápido?!

Se ha reído y ha acercado su cara a la mía, sonriente.

-¿Acaso quieres que te recuerde esto toda tu vida?

-E-Ehm...Yo...

Me encanta su sonrisa.. aaaargh ¿Por que tiene que ser tan perfecto?

Y encima me amenaza, ¿se cree que va a conseguir lo que quiera?

-¿Vas a decir algo? Me debes una, ya lo sabes.

-No te creas que vas a conseguir lo que tu quieras, no me afectas lo que dices en absoluto.-Ha fingido deprimirse, pero inmediatamente se ha empezado a reír.- ¿De que te ríes?

Se lo he dicho algo molesta, no entendía la razón de su risa.

-¿Dices que no te influencio? ¿Y por que estas sonrojada?

-¿¡Que?! ¡No estoy sonrojada!

-Si, claro. ¿Entonces esos colores de que son?

Me he dirigido a un espejo que había en su cuarto y he mirado mi cara, estaba normal, es cierto que estaba ardiendo, pero no estaba sonrojada.