Narra Maléfica:
Volé junto a mi ejército. Todos habían estado esperando pacientes a que regresara de inspeccionar las ruinas.
-Habéis visto algo? Preguntó uno de los hombres-árboles. Las hadas podíamos entender el lenguaje de todas las criaturas.
-Me temo que si. Preparaos, me temo que una guerra está a punto de comenzar. Dije mirando hacia las ruinas. En estos pocos segundos, la sombra había tomado una forma más humana.
-Y cuando comenzará? Preguntó uno de los duendes de los pantanos que iban detrás de los hombres-árbol.
-No está claro. Pueden pasar días, semanas o hasta meses. Lo único claro es que esa sombra es una personificación de la oscuridad de Stephan, y que cuando llegue a tomar forma completamente viva, será más peligroso que todos nosotros juntos.
Narra Diaval:
Me desperté esa mañana con el recuerdo de haber dormido con Aurora. Pero ella no estaba ahora mismo. Había sido un sueño? Pero si era un sueño, qué hacía yo en su antigua casa?
Bostecé y bajé las escaleras al primer piso. Tampoco había nadie. No será que soy sonámbulo y que he soñado con dormir en su casa y he acabado caminando hasta aquí por mi cuenta mientras dormía?
Caminé por la sala. Había una pequeña mesa redonda que seguramente era para comer en el. Había una pequeña cocina, y al otro lado una chimenea y un sofá. Era un lugar bastante acogedor. Además había flores de todos los colores por todas partes.
Entonces me percaté de una nota que había sobre la mesa. Ponía mi nombre escrito con la letra de Aurora. La cogí y la abrí:
Querido Diaval,
He salido a buscar manzanas ya que en esta casa no queda nada decente para comer. Traté de despertarte para que me acompañaras, pero a ti no hay quien te despierte por las mañanas. Ni siquiera con una jarra de agua fría te despertaste.
(Hm, ya me parecía a mi que tenía el pelo un poco mojado)
Volveré lo más pronto posible.
Aurora.
Genial, ahora que iba yo a hacer hasta que volviera? Aburrimiento total asegurado. Ojalá pudiera controlar mis transformaciones, entonces podría irme a volar un rato. Pero no. Maléfica es la que controla todo esto de la magia.
Aunque fue muy amable por su parte ocuparse de buscar comida. Aunque creo que debería haber sido yo quien lo hiciera. Espero que vuelva pronto...
Me senté en el sofá y me puse a... bueno, a hacer nada, ya que no había nada que hacer. Creo que hasta me dormí durante ese tiempo, ya que desperté dentro de media hora, y Aurora aún no había vuelto.
Me levanté y salí a tomar el aire y a estirar las piernas. Me estaba empezando a preocupar, ya que Aurora no había vuelto todavía.
Estaba a punto de ir a buscarla cuando la vi a ella y a su caballo galopar a lo lejos.
-Hola. Tuviste que esperar mucho? Me preguntó sonriendo.
-No, tampoco demasiado. Respondí. Ahora que estaba aquí, todo ese tiempo me parecía solo unos minutos.
Toma. Me dijo y me pasó una manzana. También cogió una de su bolsa que llevaba atada a la montura del caballo.
Nos sentamos allí, en la ventana de la casa, al aire libre, y comimos nuestro “desayuno” improvisado. Supongo que para ella era algo diferente, ya que ella siempre come en el palacio, pero para mi esto era el típico desayuno, merienda y cena. Aquí en el bosque tampoco hay demasiado de que elegir.
Entonces llegaron un duende de los pantanos (uno de esos con los que Aurora jugó en el río y acabaron tirando barro a la cara de Maléfica. Eso fue para partirse de risa. Aunque ya no fue tan divertido cuando Maléfica me llenó toda la cara de barro por haberme reído de ella. Aunque todos los demás si les pareció gracioso por como se reían.) Y una de las hadas que cuidaron de Aurora.
-Hola, qué ocurre? Pregunté levantándome.
-bnodfnvoenbvineronpaweknvpna. Dijo el duende. Yo no soy un hada, por lo que no entiendo su lenguaje.
-Dice que Maléfica solicita tu presencia, Diaval. Es importante. Dijo la hada de color verde.
Yo asentí y me giré a Aurora. -Podrás volver sola a palacio? Pregunté seriamente.
-Si. De todas formas ya tendría que dirigirme al palacio de Philip. Aún no me gustaba que ella se viera con ese príncipe mimado, pero prefería que estuviera allí a salvo que bagando por aquí sola.
Pero aun así no quería que se marchara sola. Y si le pasaba algo? Volví al duende y al hada. Entonces tuve una idea.
-Disculpe, duende. Podrías acompañar a Aurora hasta su destino? Pregunté.
-gnairnbvjrvivndo. Ajgonabofknoakdbnoanbknakbnoakn. Dijo el Duende.
-Disculpa? Pregunté. Sigo sin saber duende.
-Dice que por él bien. Acompañará a Aurora hasta donde ella necesite. Tradujo la hada.
-Gracias. Dije y me despedí de Aurora con un abrazo.
-Nos vemos después, mi princesa. Dije en su oído.
-Hasta pronto, mi chico-cuervo. Dijo y me dio un beso en la mejilla. Los dos estábamos rojos como un tomate. Me había besado! Aunque se que era un beso amistoso más que otra cosa. Pero el simple hecho de que me haya besado me hacía muy feliz.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HOLA!! ESTE CAPÍTULO ESTÁ DEDICADO A LOS DOS LECTORES QUE ME DIERON SU SUJERENCIA. PRIMERO A StellaShootingstar POR PEDIR CRIATURAS Y EN SEGUNDO LUGAR A x_adalia_x POR HABER PEDIDO UN BESO. (SE QUE NO ES ESE TIPO DE BESO, PERO PREFIERO DARLES SU TIEMPO, COMO YA TE DIJE ANTES, PERO TRATÉ DE METERTE AL MENOS ALGÚN TIPO DE BESO.) GRACIAS A TODOS POR LEER Y ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO :)COMO SIEMPRE POR FAVOR VOTEN O COMENTEN PARA SABER SU OPINIÓN. :D
ESTÁS LEYENDO
Maleficent: Black Like a Crow
FanfictionDiaval, el cuervo de Maléfica, ha conocido a la Princesa Aurora desde que ella era un bebé. Siempre la cuidó ya que las tres hadas buenas no eran capaces de hacerlo, y siempre había sentido algo especial por ella. Ahora ya han pasado dos años desde...