El otro día te vi.
Esto te habrá sorprendido, ¿Verdad? Estarás pensando algo cómo "¿Dónde? Yo no lo recuerdo" y es normal, no quería molestarte.
Te lo explicaré.
El otro día estuve en tu ciudad. Mientras paseaba con mi madre vi a un grupo de chicos hablando y riéndose, no le presté mucha atención hasta que escuché como uno de los chicos decía tu nombre e inmediatamente escuché la hermosa melodía de tu voz.
En ese momento dirigí mi mirada en esa dirección y te vi.
Estabas sonriendo mientras hablabas con tu amigo.
Tus ojos se veían verdes, como tú decías.
Tu cabello castaño oscuro era precioso, no sé porque se burlaban de él.
El peinado que llevas ahora te queda mejor de lo que creía, en las fotos no te quedaba tan bien.
Tu voz era dulce, como la recordaba.
Tu risa era como una ola, fuerte al principio, débil al final.
Esa camiseta me sonaba, me alegra ver que al final te la compraste.
Ese collar te queda bien, siempre te encantó ese personaje.
Te observé desde la parada del autobús, a unos metros de distancia, me sentí como una acosadora.
Estuve a punto de saludarte, de abrir tu chat y escribirte algo como "me gusta la camiseta que llevas, ¿No me vas a saludar?" Pero decidí no hacerlo.
Supongo que te preguntarás por qué no lo hice, la respuesta es simple.
No quería molestarte.
Estabas feliz hablando con tus amigos, yo no habría encajado en esa conversación, ya sabes que me cuesta hablar con la gente.
Después de unos minutos llegó el autobús, nos subimos y te perdí de vista.
Quién sabe que habría pasado si te hubiera dicho algo.
¿Cómo habrías reaccionado?
¿Me habrías dado el abrazo que me prometiste?
Quién sabe...
Dime, si tú me hubieras visto en ese momento, ¿Qué habría pasado?
Atentamente, la chica de la parada del autobús.

ESTÁS LEYENDO
Cartas a la nada
Romancesé que tú nunca llegaras a leer esto. sé que no te importaran las palabras que te escriba. sé que tu vida sigue. por eso, aqui te dejo las cartas que nunca leeras.