Euphoria - Scorbus

Capítulo 17

El entrenamiento terminó antes. Alcanzaría a ir por más bocados al gran comedor y quizá encontraría a Al. Y así fue, estaba junto a ese chico que coqueteaba con él. Sintió algo que nunca antes había sentido, una especie de rabia, pero mantuvo la compostura y se acercó a ambos.

—¡Hola Al! —lo abrazó fuertemente. Su amigo lo alejó poniendo cara de disgusto.

—¡Iiuugh Scorp! creo que alguien necesita una ducha. Adam Turner estalló en risas y Scorp se sintió avergonzado, pero no le importó, tenía que alejar a ese chico de ahí.

—¿Y no me vas a preguntar cómo me fue? —se dirigía solo a Albus, tratando de ignorar por completo a Adam.

—Mm Scorp, te presento a Adam Turner, no se si se conocían —respondió incómodo Albus, al darse cuenta de lo que hacía el Malfoy.

—¡Hola Scorp! —saludó amablemente el chico.

—Scorpius —lo corrigió el rubio— Hola —saludó, y siguió hablándole solo a Albus.

Adam se despidió y se fue donde su grupo de amigos algo cabizbajo, aunque podía entender los celos del rubio. Era evidente que les gustaba la misma persona.

—¿Scorp? ¿qué te ocurre? ¿desde cuándo eres tan descortés? —Albus se sentía algo avergonzado por la actitud de su amigo, y no dudó en hacérselo saber— ¿Sabes Scorp?, al fin después de años en este lugar empiezo a hacer otro amigo y tú lo alejas de esa forma.

Las palabras de Albus le dolieron a Scorp en varios sentidos. Primero, ¿por qué el chico quería más amigos? ¿no le bastaba con él? Siempre habían sido los dos, y le costaba pensar que podría haber alguien más, por muy egoísta que sonara. Además, sabía muy bien que ese tipo no quería ser solo amigo que Albus, y eso sí que lo irritaba.

—Albus, tú sabes que él no busca solo tu amistad —le dijo, sin saber muy bien que decir, sabía que estaba actuando de pésima forma, pero no podía controlarse en ese momento.

—Pero ese no es asunto tuyo, ¿o si Scorp? —Albus quería aprovechar la situación para poder aclarar que sentía su amigo por él, por qué le molestaba tanto que otros se le acercaran, pero no obtuvo la respuesta esperada.

—Tienes razón Al, lo siento —se escapó una pequeña lágrima desde los ojos grises.

—Vamos Scorp, solo compórtate ¿ok? —le dio un abrazo tranquilizador y le dijo al oído— tú sabes que eres único para mí —haciendo que Scorp se derritiera por dentro.