Capítulo 20 ☣ Una dura verdad

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Pasaron dos semanas desde que estoy aquí y he estado rotando de trabajos, ya que al parecer, todos me consideran una valiosa ayuda. Exceptuando a los carniceros y a los constructores, volví para ayudar varias veces a los demás.

Una noche durante la cena, les dije mi nombre al resto de habitantes. Todos celebraron con cumplidos y felicitaciones. Aún no comprendía por qué le daban tanta importancia a eso, es decir, es sólo un nombre, entre las cientos de cosas que aún ninguno puede recordar. Me parece algo deprimente, pero a ellos les parece alegrar.

Estaba con Newt y con Zart en los Jardines cortando unas enormes enredaderas que querían sofocar a un hermoso manzano. En medio de eso, Alby se acercó y se disculpó con Zart para llevarme a la Choza por un momento. Cuando llegamos Minho estaba allí muy sonriente, recostado de uno de los postes de soporte.

Alby: Has sido útil en toda el Área, sin duda. Todos los habitantes están contentos con tu trabajo pero no podemos seguir moviéndote de un lugar a otro, un miembro como tú no debe estar sin pertenecer al lugar correcto.

Zora: ¿A qué te refieres?

Alby: A que todo está arreglado, Zora. Desde mañana serás una corredora.

Zora: ¿¡Qué!?

Alby: Lo haremos oficial esta noche en una pequeña junta al aire libre durante la cena.

Zora: ¡Gracias Alby! -le di un abrazo-. Lo hiciste -dije dirigiéndome a Minho y dándole un abrazo también.

Minho: Te dije que lo haría, ¿o no? Mañana empezaremos.

Salí para contarle a Newt y a Zart las noticias.

-Chicos, ¡seré una corredora!

-Eso es genial, te lo mereces! -respondió Zart dejando a un lado su trabajo.

-¿Y tú no me felicitas? -le dije a Newt.

-Pensé que te gustaba estar aquí en los jardines. No entiendo porqué estás tan empeñada en arriesgarte afuera.

-Claro que me gusta estar aquí y por hoy seguiré ayudándoles, pero ahora debo cumplir con mi trabajo allá -dije señalando el laberinto-. Y sabes que es algo que quise desde que llegué al Área, ¿verdad? -guardó silencio unos segundos.

-Sí, tienes razón. Felicidades -continuó con su trabajo como si nada y decidí dejarlo tranquilo.

Esa noche Alby anunció que yo había sido seleccionada para ser una corredora de ahora en adelante. Todos me felicitaron incluyendo a Gally, aunque él lo hizo de muy mala gana.

Al día siguiente

-Arriba, despierta -escuché una voz que me sacaba del sueño.

-¿Qué? Minho... -dije largando un bostezo.

-Arriba vamos, debemos hacer algo antes de que abra el laberinto.

Me llevó a un pequeño depósito en la Sala de Mapas.

-Ahora sí tengo permitido el acceso eeh... Sólo corredores -le dije bromeando.

-Y Alby. Toma -me dió un par de botas.

-¿Es broma cierto? -le dije soltando una risita-. Puedo correr con mis zapatos.

-De eso nada, créeme, necesitarás las botas así que póntelas. Si no te quedan dímelo y buscaré otra talla.

Me equipé con mis botas que me quedaron a la perfección, un reloj digital con la hora sincronizada que sólo pueden portar los encargados y corredores; una mochila y algunas cosas dentro de ella como frutas y comida, botellas de agua, papel y lápices para tomar apuntes. Además de eso, debí escoger algunas herramientas: un par de dagas y un cuchillo grande.

|| CRUEL ES BUENO || Maze RunnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora