Capítulo 7 ☣ Pruebas y experimentos

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Presente

Quedaba muy claro que estar juntos en este lugar no era algo que dependiera de nosotros. No era una promesa que estuviera en nuestras manos poder cumplir. Ellos decían cómo y cuándo; nosotros sólo éramos pequeñas piezas en medio de un juego extraño dominado por ellos, no teníamos opciones, no teníamos oportunidad, sólo existir era lo único que nos quedaba.

Luego de sentarse en su mesa Minho no volvió a mirarme. Después los doctores trajeron dibujos de laberintos que debíamos resolver: algunos eran sencillos, pero otros eran sumamente difíciles.

Los que alguno de nosotros dos lograba resolver, ellos los desechaban inmediatamente, y los que no podíamos resolver los pasaban a las demás mesas para que lo intentaran. Nosotros recibimos también algunos laberintos que los demás no pudieron resolver. Entonces, esos dibujos de laberintos que ninguna mesa resolvía eran marcados con un sello en la parte de atrás y puestos en una carpeta marrón.

Cuando terminamos nos llevaron de regreso a las habitaciones. Minho iba adelante en silencio, mientras Harriet no paraba de contarle sus diversas teorías sobre lo que significaban los dibujos y figuras que habían visto, aunque él no mostraba mayor interés en aquello.

Por otro lado, yo conversaba con Newt quien se veía más interesado en qué podríamos cenar esa noche, sin embargo, también llegamos a preguntarnos cosas sobre esos dibujos y lo que pensábamos que harían con ellos.

Justo entonces se llevaron a Thomas, Aris y Teresa con la excusa de que aún tenían algo que les faltaba por hacer y a los demás nos metieron a nuestros dormitorios.

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Me acosté cruzando los brazos detrás de mi cabeza y mirando al techo. No había nada más que hacer por ese día. Me había incomodado que nos dividieran en parejas y que me colocaran lejos de Zora, pero me molestó aún más que ella y Newt se llevaran tan bien.

Los escuché hablar en todo el camino a nuestro dormitorio y de vez en cuando los oía reír. No me gusta compartir a mis amigos, sé que resulta egoísta pensar de esta manera, pero siento algo que no sé explicar cuando los veo juntos. Ella y yo hicimos una promesa, ¿acaso sería capaz de olvidarla tan pronto?

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Thomas, Aris y Teresa han estado ausentes durante mucho tiempo desde que se los llevaron. No se nos ha dicho nada sobre ellos, no sabemos si volverán, o qué les pasó, y nos asusta pensar que sea algo malo, o que algo así, sea lo que sea, pueda pasarle a otro de nosotros también.

En medio de todo esto, Minho ha estado muy extraño: no quiere permanecer mucho tiempo lejos de mí, intenta robar mi atención todo el tiempo y a veces es grosero con los demás cuando hablo con ellos. Creo que puedo soportarlo hasta cierto punto, aunque a veces sólo quiero estar sola para pensar y tratar de encontrar respuestas a las preguntas que me rondan sobre todo lo que está sucediendo.

En este lugar nos acondicionaban de alguna manera, querían que fuésemos inteligentes, que supiésemos trabajar en equipo, que aprendiéramos a elegir y a tomar decisiones correctamente. Se empeñaban mucho en todo eso y en que supiéramos cómo sobrevivir ante «circunstancias extremas», según sus propias palabras, y no teníamos ni idea de a qué se referían con eso.

Pasaron muchas semanas, una tras otra entre pruebas, exámenes y tareas que debíamos completar. Estábamos más unidos los siete, nos entendíamos y nos llevábamos muy bien. Teresa y Thomas volvieron un día como si nada, dijeron que habían estado enfermos y que los cuidaron hasta que mejoraron y pudieron estar de vuelta. Que lo mismo había pasado con Aris y que también se encontraba muy bien.

Newt y yo nos volvimos muy cercanos, casi tanto como lo soy con Minho.

Y así pasaron los años y crecimos a medida que aprendíamos y descubríamos muchas cosas con respecto a lo que nos rodeaba y a nosotros mismos.

Ya no somos los mismos niños de antes, han pasado unos 10 años. Casi somos adultos jóvenes que aprendieron a vivir como empleados dentro de una gran corporación que busca la cura para una enfermedad de nombre La Llamarada... o bien podría ser una prisión que se autodenomina "CRUEL", Catástrofe y Ruina Universal: Experimento Letal.

Ahora sentimos cosas que antes pasábamos por alto, ahora dudamos y queremos saberlo todo a como dé lugar. Nuestra curiosidad está al límite, acompañada de una pizca de rebeldía adolescente.

Acostumbramos a salir de noche de la habitación a través de los ductos de ventilación para explorar sin que nadie nos vea, vamos a otras habitaciones y a los pasillos de las instalaciones. Visitamos a Aris en su dormitorio, hablamos con él y con sus compañeros; a veces ellos hacen lo mismo y vienen al nuestro.

—Oye Zora, necesito hablar contigo sobre algo —dijo Minho muy cerca de mí para que nadie más escuchara.
—Está bien, dime —le respondí.
—No pero... Quisiera que fuera algo entre tú y yo.
—Bien, entonces esperemos que sea de noche para apartarnos un poco.
—Sí, pero por favor, que sea esta noche —dijo insistiendo.
-Sí, esta noche, no te preocupes. Hablaremos en los ductos.
—Claro —respondió.

Esa noche esperamos por aproximadamente hora y media a que todos se durmieran, ya que Thomas, Gally y Siggy iniciaron una batalla de chistes sobre la rata.

La Rata era un tipo insoportable que parecía estar a cargo de las instalaciones en ausencia de Ava, y a nadie le agradaba realmente. A veces hasta parecía que ni Ava quería verlo, así que todos les seguimos el juego para divertirnos a costa de sus excentricidades, bueno, todos a excepción de Minho.

Él parecía bastante pensativo y yo comencé a plantearme un montón de razones sobre porqué tendría la necesidad de hablar conmigo a solas. Eso nunca pasaba con ninguno de nosotros ya que siempre debíamos estar juntos por una u otra razón.

Estuve luchando con el sueño y a punto de quedarme dormida pero no quería fallarle.

Cuando todo estuvo en completo silencio por un largo rato, me asomé por la escalera y lo estremecí un poco, como cuando éramos niños. Él abrió sus ojos en medio de la oscuridad. Se sentó dejando colgar sus piernas sobre el borde de la cama, apartando un mechón de cabello de mi cara y colocándolo detrás de mi oreja.

—¿Estás listo?
—No, espera un momento.
—¿Qué sucede? Pensé que era algo urgente.
—Sí, lo es, pero estoy haciendo una cosa importante ahora —sólo me observaba.
—Umm, no te entiendo sabes. Te has convertido en una persona muy compleja con el paso de los años.
—Oye, se supone que yo debería decirte eso a ti —dijo fingiéndose ofendido.
—Pero ya ves, a veces las cosas suceden de manera diferente —dije en tono de burla.
—Bueno, cambié de opinión, mejor vamos antes de que alguien despierte —dijo colocando su mano al borde de la escalera y bajando con cuidado de no hacer el menor ruido.

☢️ ☢️ ¡Que la llamarada se siga extendiendo! ☢️ ☢️

|| CRUEL ES BUENO || Maze RunnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora