Décima Novena Parte

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El fin de semana se fue volando

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El fin de semana se fue volando.

Un día estaban disfrutando de unas pequeñas vacaciones y al otro debían retomar sus responsabilidades y regresar a la ciudad.

Era Domingo y todos los chicos se encontraban de nuevo en el auto escuchando canciones aleatorias mientras iban de regreso a la ciudad.

Goodbye, Higher, Love on the brain eran parte de las canciones que sonaban de fondo, incluso comenzó a sonar Please Don’t de K Will y Abü le arrebató el teléfono a Gian que estaba encargado de poner canciones suicidas.

—Vuelve a ponerte el cinturón de seguridad que aún vamos en la vía —Mencionó Borka mientras conducía con una mano y la otra la usaba para hacer que su chico retome su posición— hay guardias de tránsito.

—Abü hazle caso a tu madre ja ja ja ja. —Gian dijo en tono burlesco ganándose un pellizco por parte de Borka.

—Deja en paz a mi bebé. —Gritó Ikan mientras acariciaba la pierna de su esposo.

—Tu “bebé” se metió con mi bebé.

Abü ni siquiera prestaba mucha atención al alboroto en el automóvil ya que iba buscando alguna canción aceptable en el móvil de su jefe.

—Ya compórtense… inmaduros… —Dijo Abü en general mientras se fijó que un guardia de transito les pedía que se detengan— ven ahora debemos detenernos.

Todos bajaron del automóvil y se percataron que a todas las camionetas de ese modelo les pedían se detengan para una requisa de rutina.

El agente era un hombre de algunos treinta años, piel bronceada, gran estatura y ojos color miel. Destacando de inmediato entre sus compañeros por poseer un sexappeal difícil de ocultar aquel agente de tránsito llamado Frey se acercó a los chicos manteniendo su postura.

Todo iba a ser una simple pesquisa rutinaria, sin embargo el agente cambió de idea al ver que todos en el automóvil eran hombres y quien llamó su atención fue un chico en especial.

—Buenas tardes caballeros. —Saludó a todos en general.

—Buenas tardes agente. —Borka fue el primero en hablar.

—Estamos realizando una pesquisa rutinaria le agradecemos a todos por su colaboración.

Los chicos buscaron sus documentos y los entregaron al hombre para que hiciera una búsqueda en la base de datos mientras que otros agentes usaron a sus canes para investigar el automóvil sin tener que indagar a fondo y no crear un caos.

Todo salió bien excepto que aquel agente deseaba indagar un poco más en aquel hombre que le había llamado la atención.

—Entonces está usted casado. —Preguntó el agente ha Gian quien sorprendido asintió de forma casi automática.

(PAUSADA) ¡Quiero el divorcio! ¡Ahora! (ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora