Un hombre heterosexual -o al menos sobrio-, se da cuenta que ahora su masculinidad pende de un hilo, y qué hilo y grandes problemas al despertar de su borrachera casado con otro hombre...
Por otra parte se encuentra un hombre que desea atraer a la c...
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—Buenas tardes, y buen provecho, disculpen la interrupción solo pasaba para almorzar, no sabía que estabas ocupado, en una ¿cita? Bueno no fue mi intención incomodar —Dijo el tipejo ese, aún con la sonrisa ladina que tan incómodo me pone.
—Te diría que no interrumpes, pero si lo haces, qué quieres Franco, no ves que almuerzo en compañía —Mencionó Gian con una evidente irritación.
No sé de qué me he perdido, pero es obvio que mi pitufiesposo no está a gusto en siquiera hablar con ese tal franco, eso en cierto punto me hace sentir ¿cómodo? Bueno quizás si sea así y me da más seguridad estar tranquilo, aunque no admita que deseo marcar territorio no deje de mirar al tal estúpido ese.
—Bueno te presento a Ikan, Ikan él es Franco un compañero de trabajo, Franco te presento a Ikan mi esposo —Acaba de decir lo que creo que acaba de decir... wooo casi me ahogo
—Un placer —Dijimos al unísono, aunque es obvio que para mí no fue un placer, ya que le di un apretón de manos para dejarle ver mi fuerza.
—Esposo dijiste, no sabía que te habías casado, bueno mis felicitaciones entonces, ahora si me retiro ya estoy hambriento y no me queda mucho tiempo para almorzar, que tengan buen provecho —Y así, sin más se retiró, pude notar que Gian respiro aliviado al instante de Franco retirarse de la mesa, parece que ese tal Franco y Gian no se caen para nada bien.
—Que bueno que se fue, creo que me va a caer mal el almuerzo, y tanta hambre que tenía —Dijo Gian con una expresión de cansancio en su rostro, me limite a preguntar sobre franco, bueno quizás solo pregunte si tenían una buena relación entre compañeros de trabajo, a lo que mi enano solo respondió que primero se corta el pene antes de llevarse bien con ese imbécil. Creo que luego de esa información ya pude comprender que realmente lo odia.
El tiempo restante Gian y yo nos dispusimos a disfrutar de unos Smoothies de Fresas y Cranberries que estaban deliciosos, caminamos de regreso a su automóvil, y nos dirigimos a casa, o bueno fue lo que pensaba pero al notar que no estaba tomando el camino a la casa tuve que preguntar a donde nos dirigíamos, y su respuesta me dejo una pizca de duda, para qué iremos a su trabajo, ¿acaso quiere presumir? Bueno eso me gusta, que todas esas perras y esos malditos degenerados vean que mi enano tiene dueño y soy yo, su machote ex heterosexual, para colmo de males, al entrar estaba ese tal Franco conversando con las chicas de la recepción que no tardaron en dedicarnos una mirada entre curiosa y sádica, Gian con porte arrogante les exigió que volvieran a trabajar.
En serio que a veces mi enano parece el engendro del diablo, pero verlo así de malhumorado me da un poco de morbo, sería mejor si él me correspondiera al menos con un beso, bueno si nunca se lo pido no lo hará, de qué me quejo si estoy seguro que mi marido no lee mentes.
