Después de cenar el el dichoso restaurante de comida rápida se dirigieron al que sería su nuevo hogar, se trataba de un antiguo edificio de departamentos, la fachada era de color rosa pastel con finos adornos blancos. En su época era símbolo de clase y buen gusto, ahora solamente era un edificio habitacional más en Nápoles. Fugo lo contempló admirado por la estética del lugar. Era menos "horrible" que el resto de losa edificios y casas cercanas.
—Apresúrate, comienza a hacer frío.—le dijo Bruno mientras le entregaba su equipaje. El joven asintió y caminó a paso veloz hacia el edificio siguiendo a su tutor, el cual no cabía de la emoción.
—Me agrada este lugar, se ve acogedor.—murmuró mientras subían las escaleras hacia el segundo piso.
—La renta es barata y el lugar está cerca de las plazas comerciales, aquí comienza nuestra nueva vida, Fugo. Vete acostumbrando a este lugar.
Por fin habían llegado a la segunda planta, atravesaron entonces el largo pasillo decorado ostentosamente con adornos y cuadros de mal gusto hasta llegar a una puerta de color blanco con el número 268 en color dorado. Bucciarati tocó la puerta y en seguida esta se abrió. Fugo se asomó y se topó con la figura oscura y delgada de un hombre más o menos de la edad de Bruno. Aquel sujeto parecía algo extraño, su piel era demasiado clara, vestía ropas oscuras y usaba labial morado pero lo que más resaltaba en él era su largo cabello plateado.
—Tú debes ser Bruno Bucciarati ¿cierto?–dijo con su voz grave.
—Así es.—Bruno y él se dieron la mano.
—Gusto en conocerte en persona, yo soy Leone Abbacchio.–el hombre miró a Fugo de arriba a abajo.
–Él es mi hijo, Fugo.—dijo Bruno.—Mucho justo, Abbacchio.—lo saludó cordialmente.
—Adelante, estuve esperando que vinieran para mostrarles sus dormitorios por mi cuenta. La habitación es bastante grande, como ven, tiene un gran ventanal y está separada por esta puerta corrediza así que cada uno podrá tener su espacio. La pinté de color blanco pues así aprovecha mejor la iluminación natural y en cada sección de la habitación hay un colchón individual. Lamento no poder ofrecerles más muebles pero mi anterior compañero dejó todo hecho un desastre y tuve que quemar todos los muebles de madera.—explicó mientras se paseaba por la amplia habitación seccionada.
Bruno y Fugo escuchaban con atención al albino que les explicaba las reglas de la casa, eran precisas y claras, además de ser fáciles de cumplir: No fiestas, no fumar dentro, no traer chicas o invitados sin aviso previo y poner música aún volumen soportable, eso era todo.
—Verán, estas reglas son... Básicamente por mi anterior compañero, fumaba demasiado y eso hacía que me enfermara seguido. Y respecto a lo de las visitas, un día me dirigí a la cocina por un vaso de leche, estaba en ropa interior y para mi sorpresa me topé con la mirada indiscreta de una joven sentada en el sillón de la sala, fue sumamente vergonzoso.
—No te preocupes, ni Fugo ni yo fumamos y son pocas las veces que traemos a alguien a casa, así que podemos cumplir con esos lineamientos.—dijo Bruno con una sonrisa.
—De acuerdo, pues sean bienvenidos, esta literalmente es su casa. Si necesitan algo, yo estaré en mi habitación, es la puerta púrpura que está pasando la sala-comedor. Los dejaré para que se instalen.
—Muchas gracias.—dijeron ambos. El albino salió de la habitación.
Fugo y Bruno pasaron el resto de la noche desempacando su equipaje, ropa, objetos personales, artículos de higiene, libros, etc. Eran ya las once cuando por fin acomodaron todo lo que traían y aún faltaba que la mudanza trajera algunas cosas más.
—Mañana iré a buscar algunas cosas a la ciudad, ¿te gustaría acompañarme o prefieres quedarte explorando Nápoles? —Le cuestionó al joven.
Fugo se quedó pensándolo algunos segundos para después responder que se quedaría. Al oír su respuesta Bruno asintió y sonrío con dulzura, después el rubio se dirigió a la puerta corrediza y entro a su "mitad" de la habitación. Se sacó la ropa y se puso el pijama, quitó las cobijas que cubrían el colchón y se acostó dispuesto a dormir. En seguida cayó sumergido en un sueño profundo en el cual la alegre figura de un lindo jovencito bailaba alegremente.
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Rebel Rebel [Fugo x Narancia]
Fanfiction"Él es un chico ¿o una chica? No estoy seguro, pero me encanta. Él brilla donde quiera que va, dándole iluminación a los oscuros callejones de este asqueroso lugar. Es el único que vale la pena aquí, es un demente y esa es su especialidad, Narancia...