Kageyama supo que había perdido contra Tsukishima exactamente tres días antes de partir al campamento del Alljapan en Tokio.
No sucedió tras suponer lo que pasaba en cada almuerzo que el bastardo compartía con Hinata día tras día, ni creer que en verdad sólo ordenaban el gimnasio tras la práctica como sendos voluntarios desinteresados. No sucedió tras la negatividad de Daichi para que lo siguieran haciendo que, aunque agradecido, le daba mala espina de la extraña disposición del par.
No sucedió tras las visitas de Hinata entre clases al salón avanzado de primero, ni en las escuetas pero sinceras felicitaciones de Tsukishima hacia Shouyo por subir sus notas.Sucedió en la tienda de conveniencia que quedaba de camino a casa cuando el grupo de cuervos paso a comprar algunos encargos y Yamaguchi hablaba sobre la ida de su mejor amigo al genial entrenamiento en Shiratorizawa. Sucedió cuando Kageyama quiso decirle a Hinata que al día siguiente practicaran antes de ingresar a clases, más como una excusa de imponerse a la atención que le proporcionaba al idiota de gafas.
Avanzando desde el pasillo contiguo pudo ver claramente el por qué de tanta cercanía entre los bloqueadores.En ese momento cayó en cuenta de que Tsukishima no había mentido cuando se declaró vencedor de su secreta batalla y que contaba con cierto derecho a reírse de su obvia estupidez.
Fue en el momento en que Hinata apoyo su cabeza en el brazo de Kei y sus dedos se enredaron en los contrarios. Fue en el momento en que Tsukishima entrelazó con firmeza aquella mano y observó con dulzura jamás vista al pelirrojo más bajo. El contacto duro escasos segundos, lo suficiente para unirlos a ambos y para que a él se le rompiera el corazón.Fue en ese momento en el que por primera vez en su vida experimentó un sentimiento diferente. Uno que no supo nombrar hasta pasada la turbación. Una mezcla entre derrota y rabia que removió viejos recuerdos. Podía compararlo con lo sintió al perder contra Oikawa-san en las clasificatorias para la Interhigh Sentirse acabado por una persona más fuerte e inteligente que le había arrebatado un preciado anhelo, un sueño que no se cumpliría.
Kageyama estaba consiente de que sus habilidades y las de su senpai estaban casi a la par por ello ganar o perder solo traería una avalancha de entrenamientos para pulir y pulir sus destrezas de armador y ser mejor, porque de eso de trataba el voley pero ¿De qué se trataba el amor? ¿En qué punto podía compararse él y Tsukishima Kei? No había nada que los conectase además de jugar en el mismo equipo y desear al mismo chico.
Y ese mismo chico había escogido al otro, a su contrincante, de quien había soltado sutilmente la mano como si nada pasara, para tomar distancia y reunirse en la puerta de la tienda mientras él procesaba con la boca desencajada que el beso robado a Hinata antes de la final de la prefectura sería tal vez el único que tendría para si, conformándose con ser su amigo de ahora en adelante ya que el grado de novio lo obtuvo Tsukishima haciendo uso de su notable perspicacia.Perspicacia, una palabra nueva que odiar.
Esa tarde no sé despidió de ninguno de sus compañeros. Solo dio media vuelta y evitó responder las preguntas que clamaban los chicos a sus espaldas. Tal vez a Kageyama le faltaba perspicacia pero le sobraba orgullo, ese que se desmoronó lento y doloroso como las lágrimas por sus mejillas. Perder contra Tsukishima era mucho más que caer derrotado al suelo. Era mucho más que ahogarse en desilusiones. No tener que corazón de Hinata no tenía comparación.
¿De que se trataba el amor?
De sentirse como la mierda*******
Faltaban dos días para irse a Tokio y Kageyama como en contadas ocasiones meditó en la soledad de su habitación sobre lo que debía hacer con respecto a sus sentimientos. Antes de darse cuenta de lo que sentía por Hinata, cualquier sensación que no tuviera que estar estrechamente ligada al voley era suprimida. Sin embargo, la adolescencia revoluciona hormonas, lo había alcanzado como a todos los tipos que empezaban a impacientarse por la cercanía de otro ser humano. Su otro ser humano era un caso especial: hombre, compañero y amigo. Un hombre que para variar estaba enamorado de otro hombre quien era su enemigo. Su madre de había comentado en broma un día, que en la juventud empiezan los problemas de la vida.
Problemas de mierda para una vida de mierda porque eso podía ver para su futuro.
A los 15 tener un amor no correspondido equivalía al Apocalipsis, no había nada después de el.
Entonces Kageyama, aún en la oscuridad de su habitación recordó que el planeaba tener una vida futura antes de caer enamorado. Ser jugador de voley profesional, en un equipo de la liga, en la selección de Japón y jugar hasta que los huesos le pesarán tanto que no pudiera moverse. No tener el amor de Hinata no significaba la muerte, dolía como nunca pero no era el fin, la solución estaba ahí como siempre frente a sus ojos pero siendo él quien la buscaba debía esforzarse un poco más para encontrarla.
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Por un idiota como tú [TsukiHina]
FanfictionTsukishima Kei tiene serios problemas con su compañero de equipo Hinata Shouyo. Quisiera matarlo para dejar de sentir que cada día que pasa lo necesita más y más ¿quién era el idiota en verdad? Tsukishima x Hinata Intento de spinoff de "Querido herm...