Aquel día en la tarde al fin pudimos ir al cine, Clay se vistió con su camiseta de Jurassic Park, yo con la que me había regalado, prácticamente idénticas y usando ambos vaqueros, parecíamos toda una parejita lo que me causó mucha ilusión.
-¿A qué viene esa risa boba?
Parpadeé recuperando mi mente, no me había dado cuenta, pero era cierto, me había quedado completamente empanado con una sonrisa de oreja oreja. Me acerqué despacio por detrás, Clay se miraba en el espejo ignorándome, colé mis manos entorno a su cintura, las subí por sus costados hasta sus hombros, llegando a su pelo y revolviéndolo un poco, lo que le hizo bufar molesto por haberle despeinado.
-Ese culo necesita un peinado acorde -sonreí en su oído -Algo más sexy y menos de niño bueno
Me aparté de él enseguida, sabiendo que me golpearía, pero pude ver un fuerte sonrojo en sus mejillas. Cerré la puerta tras de mí y corrí escaleras abajo, sabía que no me perseguiría, siempre mantenía la compostura frente a sus padres, así que me senté en los escalones de la entrada. Pocos minutos después salió de la casa y pasó de largo sin decirme nada, no sabía si era adrede, pero la camiseta que le cortaba poco debajo de la cintura estaba algo arrugada mostrando todo el esplendor de lo que era su trasero, las manas que casi le llegaban a los codos ahora estaban dobladas a medio brazo, y su pelo, no estaba hecho un alboroto pero había perdido ese peinado de príncipe Disney. Clay se giró, todo pasaba a cámara lenta ante mis ojos, se apoyó sobre la puerta del copiloto, cruzando sus brazos, mostrando que ahí había músculo.
-¿Piensas quedarte ahí todo el día?
No me lo estaba preguntando de verdad, tampoco me estaba regañando, sino que usaba ese mismo tono que yo empleaba para molestarle, me lo estaba diciendo despreocupado, pero especialmente calculado para ser seductor. Y lo había conseguido. Me levanté muy despacio, tratando de evitar el roce y de que se notara mucho, no lo conseguí, intenté tirar de la bragueta y cubrirme con la camiseta, doble error.
-Sí, en seguida, voy al baño un momento y...
-No tenemos tiempo para eso, Justin, tendrás que aguantar
-¿Aguantar? -dije en voz aguda
-Exactamente, campeón
La sonrisa de Clay, de medio lado, mostrándome solamente los filos de sus dientes, casi juraría que se mordió los labios... no, espera, lo ha hecho. Se giró, y esta vez lentamente de verdad, agachándose un poco para abrir la puerta, y luego, inclinándose mucho más de lo que necesitaba para sentarse, dejándome ver su glorioso trasero en su plenitud. Cerré los ojos con fuerza, golpeé mi cabeza levemente, traté de respirar y no pensar en la erección que tenía en los pantalones, ¿por qué narices me los compraré tan ajustados? Caminé hacia el coche, entrando al volante, pero era Clay quien tenía las llaves, así que tendí la mano. Sin embargo, en vez de dármelas, se acercó hacia el volante, poniéndolas él mismo. Dios, estaba tan cerca de mí, su mano estaba apoyada en mi muslo, la otra estaba muy cerca de mi rodilla debido a que el arranque se encontraba en un punto bajo, podía oler su pelo, notar su calor. Cuando se apartó se entretuvo en girar su rostro para mirarme y dedicarme una sonrisa que podría haberme provocado un ataque cardíaco. ¡¿Quién decía que este tío era un soso sin sexappeal?! ¡Porque es mentira! ¡Tiene mucho!
Arranqué el coche apretando el volante, debía controlarme, no estaría demasiado bien que lo tomase en el coche. Menos aún para la primera vez. Conduje rápido, más de cómo lo solía hacer, por la imperante necesidad de encerrarme en los baños del cine, juro que luego lo limpio todo. Llegamos con 15 minutos de ventaja, Clay pasó las entradas sin más porque las había comprado anticipadas, eran los asientos finales, los mejores del cine. Y los cuales, por alguna extraña razón, estaban vacíos al completo. Clay se sentó, dejando los refrescos y las palomitas perfectamente colocados para que no lo tirásemos al suelo, saqué mi móvil y cartera dejándolo en mi asiento.
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Stereo Hearts {Clustin}
FanfictionMIX: mi propia historia y oneshots que me han dejado trducir A Justin siempre le había caído bien Clay, es imposible que alguien tan dulce no lo hiciera, pero con los estúpidos de sus amigos, es imposible entablar amistad con alguien que entra en la...