Stony Tales

Wanted | 1872

La idea de este fic surgió con la intensión de publicar en esta antología pequeña pero al final se convirtió en su propia historia. Creo que esa es mi intensión con varias historias, que puedan tener su propio desarrollo, más largo y bueno. Les dejo el primer capítulo, si quieren seguirlo, los invito a pasar a mi perfil o al link que dejo al final de este capítulo.

Espero que les guste... son 10 partes y estará completo. 

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Rival de mi cariño, el viento que te besa. 

Rival de mi tristeza, mi propia soledad.

El viento rezumbaba al choque con las rocas, las corrientes de aire eran calientes y pasaban por la hierba seca. Un siseo acompañaba al seco viento que cruzaba por montañas de piedra color caqui. El viento recorrían toda la llanura mientras el sonido del sol quemando resonaba por todas partes. Algunas alimañas hicieron ruido al pasar sobre los cactus. La hierba seca y café comenzaba a observarse en el recorrido de ese paisaje desolado. Las rocas temblaban ante el paso del tren a lo lejos.

De pronto, un tosido interrumpió el caluroso silencio. Un hombre se levanto tras el tercer tosido, solo llevaba su ropa interior. Una pieza completa que cubría la totalidad de su cuerpo, mugrienta por el uso y el tiempo expuesto al sol. El castaño miraba exaltado el lugar buscando recuperar el aliento perdido. Todo era desconocido, todo estaba solo. No había nada ni nadie que le orientara en su confusión.

Trato de hacer memoria pero un dolor punzante le distrajo de su intento. Sintió su costado derecho para notar cierta humedad. Iba a revisar con su mano izquierda pero sintió un peso en la misma. Cuando se miró, notó que traía una especie de grillete, más grueso del común y cubría más allá de su muñeca. Trató de quitárselo pero parecía imposible. Tomó la primera roca que pudo encontrar para golpearlo pero por más que insistía, no parecía ceder. Respiró frustrado.

Se levantó sintiendo ardor en los pies desnudos en la tierra caliente. Se quejó un poco, pensaba buscar algo que le evitarse quemarse cuando sintió que unos caballos se aproximaban. Suspiró profundamente y los vio. Eran bandidos, algo normal. Se acercaron hablando vulgaridades sobre su trasero, no entendía a qué iba todo eso pero no dijo nada y solo los miró mientras alzaba las manos en el aire como le indicaron. Le apuntaban con sus rifles, uno de ellos, el más alto, bajó de su caballo. Lo miró mientras empujaba su barbilla con la boquilla de la escopeta.

-¿Eres de por aquí?-se encogió de hombros como respuesta, la realidad es que no lo sabía. Fue golpeado con la misma boquilla-. ¡Contesta!

-Para, para-dijo otro de sus compañeros bajando del caballo, el tercero, y ultimo, lo imitó-. Mira su mano...-miraron todos.

-Un grillete-dijo el tercero sonriendo-. Un ladrón seguramente.

-O un prostituto-dijo uno de ellos pellizcando su trasero mientras el resto se reía ante su sorpresa por el pellizco. Este mismo lo sujeto de cuello mientras otro apuntaba con su rifle hacia él, el tercero miraba a un lado del caballo muy divertido por la reciente situación.

Respiró profundamente ante las incoherencias de sus captores. Como si recordara un movimiento que alguien le enseñó, pateo al sujeto de enfrente en su entrepierna, al tiempo que volteaba al sujeto que lo tenía del cuello para que el disparo le diera justo en la sien soltándolo de pronto. Tomó una piedra y la arrojó en la cabeza del tercero, que apenas tomaba conciencia de lo sucedido y tomaba su pistola, acertó gratamente. El rifle cayó, lo tomó, disparó al hombre que le apuntaba, dos disparos, luego al que estaba inconsciente por la pedrada, dos disparos más. Respiró profundamente y se sentó de golpe pues ya no soportaba la tierra caliente en las plantas de sus pies.